Alonso de Ojeda (c. 1466, en Cuenca, España; 1515, Santo Domingo, República Dominicana), fue un navegante español, gobernador conquistador. Provenía de una familia noble empobrecida pero con el padrinazgo de los duqes de Medinaceli escaló en la sociedad de su tiempo. Luego vendría el respaldo del obispo Juan Rodríguez de Fonseca, que lo avaló para emprender junto a Cristóbal Colón su segundo viaje hacia américa en el año de 1493, destacando por valentía y arrojo para enfrentar los peligros, aunque, si hemos de ser francos era extremadamente vengativo y severo con los aborígenes.
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Alonso de Ojeda regreso a España en 1496; organizó una expedición en 1499, junto a Juan de la Cosa y Américo Vespucio, a las islas de Trinidad y Margarita, en la cual descubrió Curaçao y el golfo (lago) de Maracaibo.
Para su siguiente expedición, en 1502, se asoció con los mercaderes sevillanos Juan de Vergara y García de Ocampo, pero las divergencias entre éstos y el propio Ojeda acabaron con su confinamiento en La Española. Una vez conseguida la libertad, recibió el nombramiento de gobernador de Nueva Andalucía en 1508 y, desde La Española, organizó una nueva expedición que volvió a fracasar, y en la que perdió la vida Juan de la Cosa en un enfrentamiento con los indios.(Desde Santo Domingo partió Ojeda, en el año de 1508, quien había capitulado por intermedio de Diego de Nicuesa -quien se hallaba en España-, la conquista del territorio anteriormente recorrido por Bastidas[1]. Su socio de expedición fue Juan de la Cosa.
Llegados a Calamar, sitio de la actual Cartagena, fueron atacados por los aguerridos indígenas en cercanías de Turbaco -Ojeda tenía fama de atacar a los indios y de llevarlos como esclavos-, muriendo de la Cosa en tales enfrentamientos.
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Tuvo el orgullo don Alonso de Ojeda de fundar el primer pueblo de españoles en la actual Colombia: San Sebastián de Urabá en el año de 1509. Desde allí trató de pacificar infructuosamente a los indios del Sinú. Desencantados los hombres de Ojeda por el poco oro –a sus ojos- recolectado, abrumados por el hambre, la fatiga, las enfermedades y la permanente zozobra, obligaron a Ojeda a embarcarse para Santo Domingo, donde falleció sin volver a su gobernación.[2]
[1] El litoral Caribe Colombiano, extendido desde el cabo de la vela hasta la desembocadura del río Atrato.
[2] JARAMILLO URIBE JAIME. Colombia indígena-conquista y colonia. En Nueva Historia de Colombia, Bogotá Planeta Colombiana Editorial, 1989).
Murío Alonso de Ojeda pobre y enfremo, sin dinero aún para su propio sepelio.
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