Falsas promesas en el SEO

No sirvo para hacer falsas promesas en el SEO. Un cliente pedía milagros. Una web prácticamente sin contenidos y para colmo de males, muchos de ellos tomados de otros sitios. Quería ganar mucho dinero con adsense.

Lo miré fijamente a los ojos y le dije que optimizar meta etiquetas era una forma de querer «torcer» los algoritmos de búsqueda si no se ofrecía calidad y relevancia, que maquillar esto no era suficiente. Es decir, ofrezco optimizar on-page un sitio, ni más faltaba, pero si no hay contenido no puedo prometerles el cielo ni mucho menos indulgencias para sus ofrecimientos. Hay sitios que poseen tanta persuación, que aun sin tener meta descriptions o encabezados diversificados, clasifican de buena forma.

El contratante insistía en su pedido; ok, optimizaremos eso. solicitó que pasaramos de una web en html estático hacia un wordpress, que para manejar de mejor forma su sitio automatizado. Le dije que apenas cambiaramos de sistema iba a ser reclasificado totalmente, que el spider iba a llegar hasta donde no se imaginaba. No, eso no era posible, que traía muy buenos resultados hasta ese instante y que ganaba muy buen dinero pero que quería más.

Que iba a crear cantidad de categorías y etiquetas para meterse en otras búsquedas. Uhmm, discrepo, le dije, estas figuras se usan para clasificar el contenido y hacer más fácil la navegación interna pero,si no añadian valor, era pura y física basura. Que no importaba, que él estaba convencido que yo estaba equivocado, como lo manifesté en Cuando el cliente cree saber más que el consultor . Vale. Que conste que le advertí. Y además, que los ingresos de adsense se le iban a venir por el piso debido al nuevo rastreo que los bots iban a hacer del sitio. Así sucedió, es más, banearon su cuenta de publicidad contextual.

Como asesor empresarial, defiendo la honestidad en todas mis actuaciones, privadas y públicas. Es mejor una verdad dolorosa y directa que una bonita mentira que será descubierta a largo plazo con todo el daño que esta pueda hacer.

Como lo hice también cuando una empresa de medios nacionales pidió que revisara un sitio y que les cotizara; empecé diciendo que el diagnóstico yo lo cobraba, que no lo hacía gratis, que mi experiencia tenía mucho valor para regalarla pero en 100 palabras les dije que tenían un esquema de enlaces y que próximamente iban a sentir las caricias del Pinguino. Y así fue.

Tal vez esta actitud me traiga menos clientes, no lo sé; pero quiero tener siempre la frente en alto frente al mercado y coherencia en mi discurrir comercial. Y un puñado de clientes leales y fieles recomendando mis servicios, no una muchedumbre de usuarios insatisfechos multiplicando la publicidad negativa sobre una prestación de servicios mediocre o de mala calidad.

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