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(Jean Calvin en francés, inicialmente se llamaba Jehan), el reformador protestante y teólogo, erudito bíblico y organizador de la iglesia(pero también humanista y lingüista; contribuyó a darle forma y estilo al francés literario), nació en Noyon, Picardía (Francia) el 10 de julio de 1509, Francia. Fallecería el 27 de mayo de 1564 en Ginebra Suiza. Es el primero en dar una versión sistemática de la teología reformada, a diferencia de Lutero que solo escribió breves comentarios, panfletos y cartas.

Infancia y juventud

Hijo de padres de clase media, importantes a nivel local: Fue el cuarto de seis hijos (de los que solo cuatro sobrevivirían) habidos en el matrimonio de Gérard Cauvin y Jeanne Lefranc. Su padre era notario de la catedral y registrador de la corte eclesiástica. En sus últimos años sufriría de cáncer de testículo y moriría de esto.Su madre, era hija de un posadero de Cambrai. Murió pocos años después del nacimiento de su hijo Juan por causas desconocidas. Bautizado como Jean Cauvin, en sus años universitarios habría de latinizar su apellido a Calvin (Calvino). Su madre murió en 1515 cuando él tenía 6 años.
Sus trece primeros años los vivió en Noyón, una importante ciudad episcopal donde su padre se desempeñaba como abogado de la catedral y secretario del obispo Charles de Hangest. En ese medio, Calvino adquiere costumbres y gustos aristocráticos. Calvino fue rápidamente encaminado a la carrera eclesiástica.De todas formas vale la pena precisar que sus otros dos hermanos: Charles y Antoine también estaban destinados para estas labores sacerdotales por su padre.
De lo poco que sabemos de la infancia (y de sus primeros 25 años) de Calvino, es que era solitario y reservado, rara vez se expresaba en primera persona, era muy buen amigo e irascible hasta el exceso.Y es así como a los 12 años Jean (Juan) fue contratado por el obispo como vendedor y recibió la tonosura (corte de pelo emblemático para significar su entrega a la iglesia). También ganó el apoyo de una influyente familia, los Montmors; fue gracias a este apoyo que pudo estudiar en el Collège de la Marche en París, donde aprende latín de su maestro Mathurin Cordier.

Juan Calvino adulto

Desde 1523 y hasta 1528 estudió teología en París y empezó a adquirir los fundamentos humanistas y las tendencias académicas del momento. Habiéndose graduado en la licenciatura en letras, cediendo a los deseos de su padre, marcha a Orleans (donde existía la mejor facultad en leyes de toda Francia) para estudiar Derecho, bajo el liderazgo de Pierre de l' Étoile, obteniendo su doctorado allí a comienzos de 1532.(Su padre creía que siendo abogado ganaría más dinero que como sacerdote)
Un año antes su padre muere excomulgado y Calvino luchó por darle una cristiana sepultura, chocando de frente contra la Iglesia católica a raíz de este evento, aunque con mayor ardor se empecinó en terminar su carrera y estudios humanísticos y no pasó a mayores en el plano ideológico. Durante su estancia en la universidad de Bourges en 1529 aprendiendo humanismo y estudiando a los clásicos, aprende griego, algo muy necesario para abordar el Nuevo Testamento, de acuerdo con los estudiosos del tema.
También en 1532 divulga Calvino su primer libro, un comentario sobre el libro de Séneca “De clementia”. Sus días de estudio en París empezaron a acortase en 1533, cuando profesaba la amistad del rector de la Universidad de París, Nicolás Cop, quien se inclinaba por las ideas de Lutero[1]. Los teólogos de la Soborna reaccionaron fortísimo, debiendo los dos amigos huir por sus vidas. Esta clase de intolerancia de la iglesia oficial católica creó en él un fuerte compromiso con las ideas reformistas al seno de la misma, una especie de conversión religiosa profunda que le llevaría a romper con la iglesia oficial.
Se desplaza entonces a Ginebra (Suiza) en 1536 donde se dedica a predicar y a escribir; se conoce una voluminosa correspondencia con otros pensadores y reformadores europeos, teniendo Calvino un fuerte ascendiente político, educativo y eclesiástico sobre la población de Ginebra[2]. Su mayor obra, Institutio religionis christianae (Institutes of the Christian Religion, Instituciones de la Religión cristiana) [3] presenta su visión de Cristo como profeta, pastor y rey, del Espíritu Santo como inspirador de la fe y, sobre todo, de la Biblia como autoridad final. Su convicción de que la doctrina cristiana debe ser extraída por el creyente a través de la lectura directa de la Biblia, sin mediación de la Iglesia, fue lo que suscitó más controversia y lo que generó la escisión de la Iglesia romana. Además de adoptar el legado de Lutero[4] y negar con éste la eficacia de los sacramentos, Calvino rechazó la existencia del purgatorio, el valor de la misa y de las indulgencias, y negó la presencia de Cristo en la eucaristía. Mayor polémica aún generó su doctrina de la predestinación, según la cual la salvación sólo dependía de la soberana piedad de Dios –ejemplificada en el perdón de Cristo– y nunca de la voluntad humana[5]. Mientras Tomás de Aquino había enseñado que el teólogo ha de empezar el camino del conocimiento con Dios y solo luego considerar a las criaturas en la medida que se relacionan con la divinidad, Calvino rompe con este esquema, al considerar que el conocimiento de Dios está relacionado con el conocimiento de nosotros mismos y viceversa. Fue un hombre perteneciente al inasible club de los ganadores, que combinó maravillosamente el idealismo con la praxis; si bien era un humanista del renacimiento, de tal movimiento extrajo lo más útil y práctico, de ahí que tuviera soluciones inmediatas a las cuestiones diarias de los feligreses, por eso no se puede afirmar que fuera un teólogo académico, puesto que redactó normas para la Iglesia, para el creyente , de tal forma que se instruyera permanentemente y se mantuviera en la “senda de los justos”[6].
El pecado, para Calvino no era ya la ignorancia (ceguera la llamaba Calvino) de Dios sino una consecuencia de esta. El pecado vendría a ser una oposición activa a Dios, una negativa a reconocer sus demandas de adoración y obediencia, provenientes de un desmesurado amor propio según Calvino[7]. Desde Ginebra[8], ciudad en la que residió durante la mayor parte de su vida adulta, ejerció una profunda influencia, que se extendió por Francia, Inglaterra y Escocia.[9]
La doctrina de Calvino ofrece aspectos extremos y radicales tanto en la creencia como en la conducta. Calvino acentuó la absoluta soberanía de Dios en la elección y reprobación de los salvados y condenados; la "gloria de Dios" predomina absolutamente. Para Calvino el hombre después del pecado original está corrompido por el vicio y la concupiscencia. Pero la "predestinación absoluta" que Calvino predicó no se refiere solamente al hombre después de la Caída; el hombre está para Calvino "preordenado" desde siempre por la voluntad de Dios. De la voluntad absoluta de Dios depende la gracia; más todavía que en Lutero, el albedrío es para Calvino "siervo". La fe es obra del Espíritu Santo; por ella se puede alcanzar el estado de "renacimiento" que hace posible el vivir sólo por Dios y por su gloria. Los hombres se unen en la comunidad de Jesucristo por medio de los sacramentos (bautismo y eucaristía). El principio de interpretación de la Biblia es el "testimonio del Espíritu Santo"; sin embargo, no debe confundirse la "inspiración personal" con la mera "opinión"; no hay interpretación posible sin el citado "testimonio". Uno de los problemas capitales que se plantearon dentro del calvinismo es el de conocer los "signos de Dios", esto es, lo que hace posible saber a qué está uno "predestinado". Según Calvino, y más todavía algunos calvinistas, estos signos se manifiestan en la "recompensa económica", que "señala" a los "elegidos". Los calvinistas acentuaron por ello las virtudes de la sobriedad, el ahorro, el trabajo esforzado e intenso, la responsabilidad y el valor de la palabra empeñada. En las regiones donde imperaron los principios calvinistas se tendió al desarrollo de la industria y del comercio, a diferencia del "primitivismo agrario" que predicaban muchos luteranos. El llamado "espíritu de empresa capitalista" se ha asociado por ello con frecuencia con el calvinismo, el cual figura en parte prominente en la famosa tesis de Max Weber sobre la estrecha relación entre "protestantismo" y "capitalismo". [10]
Véase también: Qué son las indulgencias de las iglesias protestantes;
[1] Pero no sobra recordar que Calvino se opuso en ciertos puntos a los luteranos. A consecuencia de ello se produjo una escisión en la "Iglesia evangélica", la cual se dividió en "luteranos" y "reformados". Estos últimos constituyeron la base del presbiterianismo, el cual trató de situarse a igual distancia del episcopalismo y el congregacionalismo. Las doctrinas de Calvino son el fundamento teológico, ritual y administrativo de muy diversos grupos religiosos: los presbiterianos — en particular los que siguieron las opiniones teológicas del reformador escocés John Know (ca. 1505- 1572), fundador del llamado "presbiterianismo escocés"; los hugonotes franceses; los puritanos ingleses (de la Iglesia anglicana); etc. Entre los filósofos que integraron el calvinismo en su doctrina figura Jonathan Edwards, con su peculiar combinación de "calvinismo" y "empirismo". 
[2] Fue convocado allí como asesor teológico. Las severas medidas dictadas por Calvino suscitaron la oposición de los llamados "libertinos", los cuales consiguieron la expulsión de Calvino y sus seguidores. Calvino pasó a Basilea y luego a Estrasburgo (donde se casó con Idelette de Bure, la viuda de un hombre que se había convertido del anabaptismo.
Ninguno de sus hijos sobrevivió la infancia; el 28 de julio de 1542 dió a luz un hijo, Jacques, nacido prematuramente; Idelette enfermó en 1545 y fallecería el 29 de marzo de 1549; Calvino nunca se casaría de nuevo); en 1541 regresó a Ginebra y logró imponer en esta ciudad un gobierno teocrático fundado en la Biblia y en sus propios principios de interpretación y conducta. La oposición de Calvino a las opiniones antitrinitarias y fanáticas de Miguel Servet llevaron a éste al juicio y a la hoguera (1553). 
[3] Obra que fue revisada reiteradamente y su última edición, publicada en 1559 
[4] El discurso que la salvación no proviene por obras sino por fe y por gracia divina. 
[5] Su teología parte del principio agustino en que el hombre es creado para la comunión con el creador y que solo obtendría su satisfacción regresando a él de esta manera. Luego será esencial en el discurso de Calvino las buenas relaciones entre la Iglesia y Dios, mediadas por Cristo, el eje de su ética y de su apología.
[6] Para lograr esto funda cuatro grupos de “oficiales” de la iglesia: Pastores y profesores para explicar las escrituras, ancianos que representaran las congregaciones y administren la iglesia y diáconos para atender las obras de caridad. Empieza entonces su propia cruzada por acabar las “supersticiones católicas” y a estatuir una rígida moral sexual, a regular las tabernas, a tomar medidas contra los bailes, las apuestas y las palabrotas. Mientras tanto en Francia sus seguidores eran perseguidos y buscaban refugio en Ginebra. Solo hasta mayo de 1555 se impuso Calvino en propiedad a las divisiones habidas en Ginebra. Luego de eso se dio a la tarea de intercambiar correspondencia con otros líderes protestantes y políticos reformistas. Fallece en 1564.
[7] Las ideas teológicas y sociales de Calvino han tenido una influencia enorme durante la historia, tanto que por ejemplo la idea teológica dominante en las 13 colonias americanas era calvinista. En los siglos XVIII y XIX las huestes del calvinismo sufrieron una ostensible disminución pero en el siglo XX hubo un incremento fuerte del mismo. 
[8] Su modelo de perfección está en que Iglesia y Estado trabajen de la mano para crear y gobernar una sociedad idílica en el cual la cosmovisión bíblica sea una realidad. No obstante el Estado de Ginebra siempre quiso someter a la Iglesia bajo su control y ahí discrepaba Calvino, para lo cual usó desde el púlpito su gran capacidad de persuasión y convencimiento, llegando a ser de los ciudadanos de Ginebra unos seres de principios éticos elevados, que exportarían su modelo de vida.
[9] ARMSTRONG (1987) BRIAN G. Calvin John, in Lindsay Jones, Editor in Chief, 2005, Encyclopedia of Religion, Second edition. Thomson Gale, a part of The Thomson Corporation. Wolterstorff Nicholas (1967). Calvin John, in Borchert Donald M, Editor in Chief, 2006 Encyclopedia of Philosophy, Second Edition. Thomson Gale, a part of the Thomson Corporation. Calvin, John. (2008). Encyclopædia Britannica. Ultimate Reference Suite. Chicago: Encyclopædia Britannica.
[10] Tomado de Juan Calvino. Ferrater Mora José. Diccionario de Filosofía. Editorial suramericana Buenos Aires. Quinta Edición 1964.

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