Arca perdida-historia

El arca perdida. En todas las latitudes el mito del diluvio universal [1] y el de un sujeto que salva la especie y a la biodiversidad es reiterativo.

Biblia

Según la biblia, en Génesis 8:4, el arca de Noé reposa sobre el monte de Ararat[2] y fue aquí donde la vida re-empieza según este relato. El imaginario popular acepta pie juntillas esta referencia y se ha dado a la tarea de encontrar el arca perdida.

Vamos pues tras las huellas del arca perdida.

Primeros historiadores en señalarlo

El primer historiador que refiere el hallazgo del arca es Beroso, en la babilonia, 275 años antes de nuestra era, quien contaba que los habitantes del sector de Armenia recogían trozos del revestimiento del arca para hacer amuletos.

Flavio Josefo en el siglo I vuelve a referir la historia. Su contemporáneo Nicolás de Damasco en cambio dice que los maderos del arca aparecidos en el monte Baris, eran conservados como reliquias.

Siglo XVIII

Hasta el siglo XVIII era muy normal los cuentos y relatos sobre viajeros que iban hasta Armenia y decían haber visto el arca[3]. Tan solo un siglo más tarde asciende la primera expedición científica a la cima del monte y lo hizo el científico alemán Friedrich Parrot en 1829, recorriendo el largo glaciar del lado noroeste de la montaña. En su estancia allí, visitó el monasterio de San Jacobo en Ahora, donde los monjes le mostraron una figura tallada en madera del arca.

Siglo XIX

En 1840 hubo un terremoto que arrasó con el monasterio y las presuntas pruebas historias del arca.

En 1845 asciende a la cima el teutón Hermann Abich, experto en minerales, quien no iba por el asunto del arca sino por verificar que desde la cima del Ararat se pudiesen ver las estrellas en pleno día.

En 1856 se registra otro ascenso al Ararat, esta vez por parte del comandante del ejército británico Robert Stuart, quedando constancia que los guías locales no los quisieron acompañar después de los tres mil metros.

Otra expedición famosa a la cumbre del Ararat fue la de John Joseph, príncipe de Nouri, quien ascendió en total tres veces y su último recorrido aseguró haber visto el barco. Al no haber pruebas de su aseveración se desvirtúa su información.

Siglo XX

En 1916, el teniente ruso Vladimir Roskovitski y su copiloto, durante una inspección aérea dicen haber visto “un objeto largo como una manzana de casas”, encallado en el fondo de un lago y semi-sumergido. Tanta suspicacia levantó sus testimonios que el mismo Zar Alexei Nikolaievich Romanov envía una expedición por tierra para corroborar esta información; durante dos semanas de difícil búsqueda dicen haber encontrado el arca y sacaron planos y mediciones y hasta fotografías pero si habían pruebas de este hallazgo se perdieron con la revolución rusa de 1917. Pero la curiosidad seguía incentivando personas a investigar.

Fernand de Navarra, un francés, junto con su hijo de 12 años, luego de varios ascensos, dicen haber visto el arca, en 1955, bajo el hielo. Pero ¡Oh paradoja! Aún la misma Nasa, la CIA ni el ejército de los Estados Unidos pudieron sustraerse a tal pesquisa.

Se sabe que desde 1943 hacían avistamientos, por si las moscas. Satélites espías como el U-2, el Kh-9 y el Kh-11 han tomado imágenes de alta resolución de un objeto, posiblemente un afloramiento rocoso, en el borde glaciar. A esta protuberancia se le llama la “anomalía del Ararat” y la gente cree ver la barcaza del Génesis en dichas imágenes.

Pero no falta quienes suponen que el arca no está en Ararat sino en las montañas Akyalyla, 30 kilómetros, junto a la localidad de Dogubayazit ; se aduce que en 1959 la descubrió el teniente Curtis de las fuerzas aéreas turcas en un sobrevuelo y tomó varias fotos. Por tierra a 2.079 metros de altitud en una zona conocida como Casher se veía la estructura, un montículo de 175 metros de largo, 49,5 metros de ancho y casi 15 metros de altura, similares a los datos bíblicos sobre el arca. Un año después una expedición por tierra llega al lugar y dinamita el sector para “destaparlo” y solo encuentran roca, nada de madera ni artificio parecido.

En 1985 se escanea la colina con un tomógrafo molecular y el aparato registró algunas concentraciones metálicas con la forma de las cuadernas de un gran barco.
Pero hay otras posibilidades de arca. También se dice que está en las montañas de Cudí, en la montaña Nisir, etc.
El arca perdida, un gran misterio de la historia.[4]
[1] Véase por ejemplo El diluvio sumerio, diluvio universal
Pero también los árabes creen que un señor llamado Nuh navegó en un barco salvando al hombre y deteniendo su singladura en el monte Al-Judit.
Según las leyendas de la India, el personaje se llama Utnapistim y su odisea se relata en el poema épico de Gilgamesh. Ahora, según los puranas el personaje se llama Matsiya. Pero en esencia el relato es más o menos el mismo que los occidentales manejamos sobre Noé y el Diluvio.
[2] Según la concordancia Strong: H780, אֲרָרַט, Ararat, de derivado extranjero; Ararat (o más bien Armenia):-Ararat.
También se habla de Qardonia o Armenia.
En turco se escribe Agri Dagi. Es un macizo volcánico apagado (De unos 40 km de diámetro) en la confluencia de las fronteras de Turquía, Irán y Armenia. El monte de Ararat consta de 2 picos distantes entre sí unas 7 millas. El gran Ararat o Buyuk Ağrı Dagi que es el pico más alto de Turquía con más de 5.100 metros sobre el nivel del mar y está cubierto de nieves perpétuas (Aunque el verdadero glaciar está en su parte norte. El pequeño Ararat, o Küçük Ağrı Dagi con cerca de 3.900 metros es la otra cima. Pero ambas son fruto de la actividad volcánica, así no se perciba cráter, la forma de sus laderas y sus fisuras así lo denotan. Destaca la ausencia o escasez de agua en sus derredores.
Su asociación al arca de Noé y el diluvio están dadas por la Biblia. Al parecer la traducción de Ararat en hebreo parte de Urardhu o Urartu, que era el nombre asirio-babilónico de un reino que floreció entre los Aras y en el Alto río Tigris desde el 9 hasta el 7 º siglo AC.
Ararat, Mount. (2008). Encyclopædia Britannica. Ultimate Reference Suite. Chicago: Encyclopædia Britannica.
[3] Marco Polo fue uno de ellos.
[4] Bibliografía adicional: Merino Alfredo. En busca del arca perdida, en revista Muy Historia No 2, noviembre/diciembre del 2005, G y J España Ediciones ,Madrid.

Leer también:El profeta Nuh (Noé), el arca y el diluvio en las enseñanzas islámicas

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