Argumento Ad hominem-falacia-Sofisma

Argumento (falacia-sofisma) ad hominem, también llamado ex concessis (que se refiere a la opinión mantenida por el interlocutor, a diferencia del argumento ad rem, que se refiere al asunto mismo), una forma del cual es el argumento ad humanitatem (cuando la opinión a la cual se refiere se supone ser la de la humanidad entera); ambos tienen en común el poner en tela de juicio los intereses de la persona o personas consideradas.

Un argumento ad hominem es el que es válido, se supone que es válido, o termina por ser válido, sólo para un hombre determinado o también para un grupo determinado de hombres. Aquí la argumentación va dirigida contra quien habla más bien que contra que contra lo que dice. Su razonamiento contiene la falacia: si hacemos un ataque irrelevante al argumentador podemos sugerir que dicho triquiñuela socava el argumento en sí. Identificado como sofisma, cae dentro de la categoría falacia informal, en las llamadas falacias genéticas, una subcategoría de las falacias de la irrelevancia.

Hace parte de las irrelevancias a la hora de argumentar como pueden serlo las apelaciones emocionales, que en últimas nos alejan del tema central del debate. Si bien son elementos persuasivos, no sustentan racionalmente un argumento.

Clases o tipos

Insultante

Una variedad del argumento ad hominem es el ad hominem insultante: se critica o se ataca la personalidad del individuo en lugar de criticar lo que este diciendo.
X Propone Y
Pero X es un pícaro
Luego debemos desaprobar Y.

Lo injusto es que aun un pícaro puede tener buenas ideas. Es en realidad una variante del principio de transferencia, donde trasladamos nuestros sentimientos hacia una persona a lo que tal persona esta diciendo. Un ejemplo de lo anterior pudiera ser:

Lo que ella afirma acerca de la astronomía de Galileo es sencillamente basura. ¿Notas que ella solo tiene 18 años?

La anterior afirmación intenta socavar la credibilidad como autoridad científica de quien argumenta pero no debilita o mina el argumento porque además, la edad es irrelevante para la calidad del argumento.

Abusivo

Implica atacar los rasgos de un oponente como un medio para invalidar sus argumentos. Igualar el carácter de una persona con la solidez de sus argumentos es una falacia lógica.

No debe confundirse con calumnia o difamación, que emplean falsedades.

Circunstancial

Existe también el argumento ad hominem circunstancial. Es una irrelevancia en la que se incurre cuando se rebaten las ideas de una persona debido a la posición que ocupan. Constituye un ataque contra el sesgo de una fuente debido a que una disposición a hacer determinado argumento no hace que este sea falso. Ejemplos: Fred se equivoca cuando afirma que Dios no existe porque es un ex-preso; afirma que el bronceado es peligroso porque tiene la piel muy blanca.

Por asociación

También existe otra variante como es la “culpabilidad por asociación”, donde se juzga a una persona por sus amistades (“Dime con quien andas y te diré quien eres”), socios, familia, no por lo que hayan hecho; si esta clase de nexos tienen algo que ver con el tema en discusión pues entonces hay que probarlos, no insinuarlos.

Ad feminam

Es una variante ofrecida por los defensores de la filosofía feminista; se trata de apelar a consideraciones irrelevantes en relación con las mujeres, sobre todo, prejuicios contra ellas en lugar de dar una respuesta a las afirmaciones que hicieron.

Tu Quoque (tú también)

Es una calumnia a una persona por cosas que ha dicho en el pasado, que revelaría la inconsistencia de sus actos o propuestas. Es un argumento falso ya que no refuta la premisa. Por ejemplo, un padre puede aconsejar a su hijo que deje de fumar porque puede traerle consecuencias funestas y el hijo puede señalar que su padre era fumador (lo cual no altera el hecho de lo dicho por su mentor).

Envenenar el pozo

Otra técnica de irrelevancia o argumentación ad hominem, es la técnica denominada “envenenar el pozo” (usar calumnias). “El enemigo, al envenenar el pozo, acaba con el agua; no importa cuan buena o pura fuese antes, queda contaminada y por lo tanto inservible. Ejemplos: la cadena perpetua no es una pena válida y solo un monstruo puede estar en desacuerdo (forma directa);

Observaciones y notas adicionales

Razonamientos que tienen forma ad hominem no siempre son falacias: el razonador dijo M, pero dicha persona tiene un rasgo Q por lo que M es inaceptable. Lo primero a decidir es si el ataque personal es relevante o no. Por ejemplo, los ataques a una persona por sus preferencias sexuales son son irrelevantes para la calidad de su razonamiento como Consultor SEO, pero cobran algún sentido para las labores de liderazgo en una comunidad religiosa ortodoxa occidental.

Así mismo, no siempre los argumentos ad hominem son ataques personales. Por ejemplo: John afirma que uno puede matar bajo la influencia de la ira, pero esto no es posible pues nunca pierde la calma.

Los argumentos ad hominem son lo contrario a las apelaciones a la autoridad y se pueden usar como respuesta a tales razonamientos, por ejemplo señalando los pies de barro de quien las emitió.

Una declaración de hecho o un testimonio es diferente de un argumento ad hominem. Aquí las pruebas y la credibilidad de la fuente pueden hacer la diferencia.

Este tipo de técnicas pueden servir a la hora de establecer la credibilidad de una propuesta, en un juicio por ejemplo. Por ejemplo, tenemos dos testigos, el primero que fue condenado en el pasado dice H; el segundo que no tiene antecedentes penales, contradice el argumento H. ¿A quien le creerá el juez o los jurados? Seguramente al segundo. ¿Es suficiente para condenar o liberar al acusado? Eso ya son otros dos pesos.

Ver también: clases de argumentos

Ediciones 2015-18

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