Cosmología en Helipolis Egipto

En cosmología en Heliópolis Egipto nos vamos en alas del tiempo hasta el 2-500 aC aproximadamente.

Durante la cuarta dinastía los gobernantes rendían culto a Horus en particular, considerándolo antepasado real; de igual forma, seguían venerando especialmente a Ptah. Horus, Era un dios del cielo, cuyo nombre significa «el alejado» «abridor de caminos» y es hijo (o mejor, la reencarnación) de Hathor (el cielo).Sus orígenes se remontarían al periodo predinástico cuando los arcaicos pobladores de Egipto advirtieron la existencia de un ave con gran alcance de vuelo y majestuosidad al realizarlo y asumieron que era una deidad. En el reino antiguo su nombre aparece delante de dos de los cinco nombres que poseía el monarca.

Pero 30 millas al norte de Memphis, en la ciudad de On, el dios sol Ra[1] era adorado hacía centurias siendo sus sacerdotes poderosos e influyentes, tanto que ciertos reyes de esta cuarta dinastía consideraron necesario halagarles, incorporando el nombre del dios sol a sus nombres reales (cf. Jafre o Kefrén y Menkure o Micerino)[2]. La partícula Re es una de las formas griegas; Ra corresponde a la ortografía egipcia.

Mediados del siglo XXV a.C.

Asciende la V dinastía al solio faraónico en Egipto. Con ellos, la importancia de Heliópolis va en aumento, junto con la importancia preponderante del dios sol, Ra. Esta divinidad había absorbido a otras como: Atum, Horus y el escarabajo (símbolo de las mutaciones y la metamorfosis) Khipri. Este tipo de fusiones daban como resultado las figuras solarizadas de Khnum-Ra, Min-Ra y Amón-Ra, por ejemplo. Disminuye el tamaño de las pirámides.

Por el año 2.340, la VI Dinastía tomaba las riendas del Egipto unificado.

Aumenta de manera proporcional el tamaño de las mastabas particulares. Dichos monumentos eran las tumbas de los miembros de la familia real, altos mandos, cortesanos y funcionarios. Eran de cubierta plana y paredes inclinadas.
Se acostumbran los muebles de mimbre, el arpa para acompañar las letanías ya era conocida, de igual forma que el mortero para machacar grano.

Pepi I (Phiops I, Meryra-Pepi)

[3] nativo de Memphis, gobierna Egipto, caracterizándose por ser el monarca del Imperio Antiguo, que más inscripciones y monumentos ha heredado a la posteridad. Su nombre, es una variante de Apofis (la serpiente mitológica rival de Ra, que debía ser derrotada todos los días y decapitado en las noches por Seth antes de la salida del sol): el prefijo griego Apo significa “fuera o lejos”.

Fueron comunes las expediciones militares fuera de sus tierras (contra las tribus semíticas en Palestina y al sur) con grandes costos económicos, que aunados a la complicada situación financiera heredada por la construcción de las grandes pirámides, hicieron colapsar la grandeza egipcia.

Del mismo modo el poderío de la nobleza se consolidaba a pasos agigantados.
La estatura de él como faraón se vio menguada ante los prosaicos ojos del pueblo, porque se unió en nupcias con una mujer que no tenía sangre real.[4] El faraón era considerado en vida como una encarnación de Horus.

Año 2.272

Pepi II hereda de su hermano y primo el solio faraónico, siendo un infante de seis años; su madre Meryre-Anjenes «la amada de la luz divina, que le sea concedida la vida» actuó como regente en este intermedio mientras su vástago llegaba a la mayoría de edad.

Si bien fue el monarca cuyo reinado se constituyó en el más largo, 90 años, fue durante su mandato que los grandes señores feudales monopolizaron el control de sus distritos y la nobleza ganó poder e influencia por encima del soberano.
Con él al mando «Egipto pasó de una política defensiva a una política ofensiva. Las campañas militares traen al país conjuntamente con los tesoros aportados por los botines de guerra, una riqueza humana: los esclavos. Estos se podrán a disposición de palacios y templos. »[5]

A su muerte Egipto se desintegró. Termina la redacción de los “Textos de las pirámides”. Es el fin del imperio Antiguo y comienzo de las pugnas internas entre distritos[6] por obtener control sobre los demás, enzarzándose en una guerra civil que duró cerca de un siglo.

La pobreza y la anarquía[7] hicieron de las suyas, hubo hambre, pillaje y plagas; las tumbas de los faraones constructores de las pirámides fueron saqueadas.
Libios y semitas errantes del Sinaí ocuparon los ricos pastizales del delta, para apacentar sus rebaños.

Teología heliopolitana

Introducción

Surge aquí, entonces la llamada teología heliopolitana, donde Atum-Ra es el dios solar creador del mundo y padre de todos los dioses.

Esta escuela teológica nació como ya dijimos, en On (Per-Ra –la ciudad de Ra- o Heliópolis, como le dirían los griegos- la ciudad del sol-). Su pensar se refleja en los llamados «Textos de las Pirámides», una colección de textos religiosos grabados en las paredes de las pirámides de los reyes y reinas, dando a conocer rituales funerarios, ceremonias religiosas, ofrendas, fórmulas mágicas y todo lo que pudiera proporcionarle bienestar al rey muerto en su viaje al más allá (ideas todas mucho más antiguas que datan quizás desde los orígenes de la civilización egipcia).

Estos textos pudieron haber sido escritos para asegurar la resurrección y supervivencia del faraón en el más allá; la idea era proporcionarle al faraón los medios de convertirse en una estrella para ascender al cielo. Lo anterior se podía obtener por el poder de la palabra y de la escritura.
«Cuando los textos eran leídos, las palabras mágicas podían hacer volver a la vida al difunto». El rey vivo se identifica con Horus, el rey de los cielos y el rey muerto con Osiris.

Resumen

Existe para ellos un océano inerte, primigenio y caótico (Nun o Num) del cual un demiurgo solar (bajo varios nombres, generalmente Atum-Ra[8] y quien supuestamente se creó a sí mismo, siendo el primer dios) hace surgir procesos físicos y biológicos, o sea, vida. Esto lo hizo tomando forma de ave fénix[9] y hallando un lugar seco donde posar.

De acuerdo con otra variante mitológica recogida, estando Atum en el vientre de Nun, dio a luz al dios Shu (dios del aire) y a la diosa Tefnut (diosa de la humedad), masturbándose o escupiéndolos.
Luego por un proceso de cruce entre padres e hijos, se dio la creación (concebida como un oasis en medio de las tinieblas y el desorden circundante) de todos los dioses y las cosas:
Concibió, junto a Shu, a Nut, diosa de los cuerpos celestes y a Geb, dios de la tierra. Geb y Nut procrearon a los dioses varones Horus, Set y Osiris, así como a las diosas Isis y Neftis (O Nefthys, «La señora del Templo»).

Transcripción

Miremos de primera mano cómo sucedió:

«Así habló el Señor de Todas las cosas, después de que hubiese venido a la existencia: ‘Fui yo quien vino a la existencia como Jepri. Cuando vine a la existencia, ‘el Ser’ vino a la existencia y todos los seres vinieron a la existencia después de que yo viniera a la existencia; numerosos fueron los seres que surgieron de mi boca antes de que el cielo hubiera venido a la existencia, antes de que la Tierra hubiera venido a la existencia, antes de que la tierra y los reptiles hubiesen sido creados en este lugar. Yo creé [algunos de ellos] en Nun como Los Inertes[10] cuando aún no podía encontrar un lugar en el que permanecer. Encontré favor (¿) en mi corazón, examiné con mi vista, y, estando solo, hice todas las formas antes de que hubiera escupido a Shu, antes de expectorar a Tefnut, antes de que viniera a la existencia cualquier otro que pudiera actuar conmigo.

Yo concebí con mi propio corazón y allí vinieron a la existencia multitud de formas de criaturas vivas, a saber, las formas de los hijos y las formas de sus hijos.
Realmente yo me excité con mi mano, copulé con mi mano, escupí con mi propia boca; escupí a Shu, expectoré a Tefnut y mi padre Nun los educó, mi Ojo siguiéndoles desde los eones cuando estaban lejos de mí. Después de que yo hube venido a la existencia como único dios, hubo tres dioses además de mí.[11] Yo vine a la existencia en esta tierra y Shu y Tefnut se alegraron en el Nun, en el que se encontraban.

Fueron ellos quienes me devolvieron mi Ojo, después de que yo hube unido mis miembros; lloré sobre ellos, y así es como la Humanidad vino a la existencia, de las lágrimas[12] que surgieron de mi Ojo, porque él estaba furioso conmigo cuando volvió y encontró que yo ya había colocado otro en su lugar, habiéndolo reemplazado con el [Ojo] Glorioso.[13] Así, yo lo ascendí a mi frente, y cuando él ejerció gobierno sobre esta tierra entera, su ira se extinguió, porque yo había restituido lo que había sido tomado de él.

Yo surgí de las raíces, creé a todos los reptiles y todo lo que existe entre ellos. Shu y Tefnut engendraron a Geb y Nut, y Geb y Nut engendraron a Osiris, Horus [Mejentienirti], Seth, Isis y Neftis de su útero[14], uno tras otro, y ellos dieron origen a las multitudes que habitan esta tierra.»[15]

Atum:

El creador del montículo inicial, de la que surge la vida; padre de los dioses y el Rey, así como del sol (la luz creadora). Representado como un humano con las dos coronas (del Alto y Bajo Egipto). Atum («El gran El-Ella») poseía las dos naturalezas en sí, la femenina y la masculina, gestando a dos divinidades (Shu y Tefnut).

Shu

Su nombre significa «vacío» o «el que se levanta».Se le representaba como un hombre con los brazos en alto para sostener el cielo.

Tefnut

Esposa-hermana de Shu. Es la diosa de la humedad. Se le representaba como una cabeza de leona o una serpiente erguida sobre un cetro. Homologable a Hathor (la madre de los dioses en otras de las profusas escuelas teológicas egipcias, la «Diosa vaca[16]»), «el ojo de Ra», representando el calor y la luz, la perfección y la integridad, la perspicacia y el conocimiento, la belleza, el cuidado amoroso (sentimientos nobles) y el deseo mismo.

Nut:

Era la diosa egipcia que simbolizaba la bóveda celeste (lo era también del cielo nocturno), que separa la tierra de las aguas del caos. Era la madre de todos los cuerpos celestes; se asocia a la resurrección (era la patrona de los fallecidos), al creer que los muertos se convertían en estrellas dentro de su cuerpo. Representada por una vaca (el cielo era representado por una vaca moteada de estrellas).

Geb:

Encarnaba la tierra arada y lista para la siembra y era el heredero de los dioses; se le involucraba en los ritos de sanación y en los conjuros para combatir la picadura de los escorpiones. Con el tiempo se le prohibió tener relaciones sexuales con su hermana Nut y lloró tanto esta decisión que la tradición cuenta que con sus lágrimas se llenó el Nilo.

Después de él, el trono pasó a Osiris, su hijo (se dice que la decisión del traspaso, fue acelerada por una trasgresión sexual: la violación de Geb a su propia madre). Se considera que era el padre de Ra y Thot.
Su homólogo en la mitología mesopotámica es Ninurta, «Señor Poderoso», término que connota también las acepciones de «apilador de piedras», «el que terminó y defiende la ciudad de Ur», el dios de la tierra y de la fertilidad, guerrero prototípico que imitarán, después del diluvio, Cus y Nimrod. Fue llamado “el arquero”; dios de la pestilencia y de la destrucción.

Osiris

Divinidad dinámica que asume el destino del hombre, que conoce como él el sufrimiento y la muerte. No hay divinidad tan concreta ni que corresponda mejora a la necesidad humana de acercarse a sus dioses y ser entendido por ellas. Siendo hijo del dios celeste su relevancia no radica en esta característica sino en su humanidad. También es el príncipe que prolonga su existencia en el hijo.

Es un dios lunar, «toro de cuernos puntiagudos» (el creciente lunar evoca la cornamenta de los bóvidos; así mismo, recuérdese que la luna es el primer muerto que renace al cuarto día de haber fallecido). Del mismo modo morir tiene sus nexos con las ceremonias de iniciación, que desde cierto punto de vista significan morir a una realidad anterior, renacer a una vida nueva.

Es el dios de la vegetación, el grano que renace después de haber sido enterrado, el Nilo que vuelve a crecer después del verano, la luna que resplandece de nuevo luego de los tres días durante los cuales no se ve, el sol que reaparece luego de la noche- y quien había enseñado a los egipcios, la agricultura, las artes y los oficios (la civilización, que incluía cómo sembrar vides y obtener el vino, así como la obtención de la cerveza a partir de la cebada. Así mismo les dio leyes que garantizaran la paz y les incentivó el amor a los dioses). Es célebre su monógama relación con su hermana Isis y su trágica muerte en manos de Seth y 72 cómplices (dentro de los cuales, más adelante se incluirá a Toht). El número 72 es importante dentro del sincretismo egipcio. En el libro de los muertos, RA posee 72 nombres; los judeocristianos suponen que Dios también los tiene.

Horus-el joven

Es el hijo de la imposible unión de la vida y de la muerte. Es el dios del cielo y dios de la realeza. Asimilado como hijo de Osiris e Isis (Nació mucho después de la muerte de “su padre”, pudiendo ser entonces, hijo natural de Horus (hijo y consorte de Hathor) el viejo y de Hathor («casa/esposa de Horus»), adoptado por Isis). «Chacal del alto Egipto », es un dios de la luz, cuyos ojos son el sol y la luna. En algún momento se opone a su tío Seth[17] quien le arranca los ojos y posteriormente Thot se los restituirá.

De la misma forma era el dios protector de la realeza, siendo los soberanos terrestres su encarnación; era el dios tutelar del bajo Egipto mientras Seth lo era del alto Egipto, conciliándose esta pugna en el faraón. Luego, arrepentido Geb de haber decidido escindir las tierras egipcias, da el mandato unificado a Horus.

Isis

Una interpretación tardía significaría «personificación del poder del trono», gobernante femenino; prototipo de las mujeres que poniéndose barba gobernarían en Egipto. «Venerable, surgida de la luz, de la pupila de Atum (el principio creador)». Siendo simbólicamente el trono, ¿de quién sino de ella nacería el faraón?

Es la mujer serpiente[18], la cobra mujer convertida en el uraneus, el símbolo de la corona que destruye a los enemigos de la luz. Su poder procedía de su discernimiento, fue el símbolo de la omnisciencia, el amor inmortal. (Cualquier parecido de base con el culto a la virgen María, es efectivamente una de las asimilaciones del cristianismo para ganar las bases populares y combatir este culto, que tuvo adeptos hasta en la edad Media)

Es el modelo de la madre y de la esposa ejemplar. Podría ser como una sublimación (o especialización de funciones, divinidades que al acercarse más a los mortales desplazan a los entes primigenios) de la diosa Athor (divinidad antigua con esas características de Nut e Isis

Su parecido con Inanna (Ishtar) en la mitología mesopotámica es notable, aun en el detalle de ser estériles. ¡Vaca del agradable mugido, ternera del mugido lejano, Señora que te hallas en el establo, virgen, tú eres la «barbuda»! (Fue considerada a veces bajo aspectos viriles). La reina de los cielos, simbolizada por la estrella de la mañana o el planeta Venus (representado como una estrella con 8 o 16 rayos); su número atribuido era el quince. Etimológicamente dama de An, amada de An, de quien fue amante primero y esposa después.

Diosa de la aurora y el crepúsculo (doble aspecto de planeta Venus); era el elemento aglutinante del reino de la luz y de la oscuridad (sus hermanos Shamash y Ereshkigal) En acadio se llama Ishtar.
Es la diosa del amor (representada como un mujer desnuda oprimiéndose los pechos con ambas manos), la reproducción, el nacimiento (representada como una mujer amamantando a un infante) y la guerra. Simboliza la lucha para el hombre y la reproducción para la mujer. «Desenfrenada vaca salvaje».De acuerdo con el vaso de alabastro descubierto en Warka y esculpido cerca del 3.000 a.C., sus emblemas son dos ramos de juncos anudados. Los símbolos que conjugan sus características son el león y la vaca, por sus aspectos bélicos y reproductivos respectivamente.En fenicia su equivalente es Yzabel «es príncipe», donde fue considerada como señor del viento y de las olas, personificación de las aguas del abismo, otrora salvajes y agrestes, ahora navegables (protectora de los barcos y los navegantes).

Seth (Set)

Históricamente ya era adorado en el Egipto predinástico reciente, en el Sur, en Ombos (Nubet). Dicha zona meridional estaba enfrentada al bloque Norte liderado por Behedet, una ciudad en el Delta que adoraba a Horus, el dios halcón. En sus inicios era una divinidad del desierto, pasando a simbolizar el caos y como dirían los científicos, la entropía. Dios de la violencia y la confusión; era «El rojo», la personificación de la ira, la furia y la venganza, contrario a la armonía de Maat.

Odiaba a su popular hermano[19]; aprovechando su ausencia temporal (quedando Isis encargada del gobierno), junto a 72 conspiradores y la reina de Cus hicieron un fino y lujoso sarcófago con las medias precisas de Osiris; al regresar este le convidan a un banquete en su honor. En la euforia del licor Seth retó a los convidados a medirse el ataúd y a quien le hormara mejor podía quedárselo. Cuando Osiris entró en él y comprobó que se amoldaba a su cuerpo como un traje sobre medidas, Seth lo encerró, clavando la tapa y sellándolo con plomo fundido ayudado por sus secuaces. A continuación lo arrojaron al Nilo y fue a parar a Byblos donde fue su esposa Isis a rescatar el cuerpo inerte de Osiris. En tanto buscaba a su hijo Horus, escondió el cofre, pero fue hallado por Seth quien tomó el cuerpo y lo despedazó en 14 trozos.[20]

De vuelta a buscar el cuerpo de su esposo, vino acompañada de su hermana Neftis[21], recuperando las partes, excepto el miembro viril; Isis, entonces, usando la magia reconstruyó el falo de su esposo[22]; Anubis lo embalsamó y convirtió a Osiris en la primera momia[23] de Egipto. La magia era entendida como la energía esencial que fluye en y entre los mundos de los dioses y humanos. Es lo único que nos permite escapar al determinismo propio del pensamiento camita.
Por su crimen, Seth fue extraditado, pero no juzgado.

«Por este motivo, su mito nos lo presenta como un homosexual cuyos actos son estériles: el desierto, la tempestad, el jefe de los asesinos de Osiris, el adversario del derecho patriarcal considerado justo al menos durante la época histórica, y finalmente el dios típico de los extranjeros durante la época del imperialismo egipcio.»[24]

Su nombre egipcio más completo sería Sutekh «instigador de la confusión» o «castigador», señor del cielo nocturno («príncipe de las tinieblas»). Sumado al miedo que los egipcios sentían por el Leviatán (cocodrilo egipcio), unas pizcas de la religión de Zarathustra y su dualismo ético: Voilà, he ahí el Satán judeocristiano, la gran serpiente o dragón.
En Canaán y Siria era un dios importante. Se dice que valiéndose de una escalera le ayudó a Osiris a subir al cielo.
En resumen: cuatro dioses (o elementos) primordiales, Shu, Tefnut, Nut y Geb.

Para los descendientes de Mizraim[25], el cielo era una vía fluvial:
«Cada día Ra surgía, sobre su barca, del lado oriental del horizonte para realizar su travesía por los cielos y sumergirse en el lado occidental, al atardecer, realizando su viaje nocturno por las regiones de la Duat, a las que iluminaba con su luz ».[26]

Orígenes del hombre:

« Pues cuando Nun hubo creado a los dioses y los animales, el mundo no estaba aún perfectamente acabado. Pero Ra, quien de su Padre Nun había recibido el dominio de la tierra, se esforzó por cuidarlos y hacerlos felices. Empero cuando sus ojos lloraban ya por causa del esfuerzo, le sobrevino una esperanza de alegría. Entonces surgieron de sus lágrimas, que bañaban el suelo, los seres humanos.»[27]

En la mitología egipcia, el hombre es parte del mundo, no su señor; puede amar a los dioses como el niño a sus padres, pero estos jamás le verán como su igual. Fueron creados primero los animales y luego el ser humano, hecho según esta propuesta, como un alivio al esfuerzo del dios creador, como un reemplazo en sus trabajos más extenuantes.[28]

Notas y comentarios

[1] Proporciona la escalera para que los faraones, al morir, puedan ascender al cielo.
[2] Dos de los tres reyes famosos por haber legado las pirámides de Egipto que conocemos, disminuyendo considerablemente la economía nacional y la mano de obra disponible, obligando a los jerarcas venideros a reconsiderar la parquedad en sus otros túmulos funerarios. Pero estas grandes hazañas arquitectónicas estimularon el comercio y las invasiones militares al Sinaí para acceder a sus minas de cobre; el intercambio con Canaán y Líbano se incrementaron puesto que allí se producían árboles de tronco largo y recto necesarios para construir, cual lo eran los famosos «cedros del Líbano».
[3] Cada Faraón llevaba su nombre de nacimiento, un nombre de coronación, tres nombres oficiales añadidos más una cantidad de epítetos.
[4] Inclusive fueron dos las hijas del noble provinciano Khiu, con las que se unió, ambas serán las madres de los dos siguientes faraones de la Dinastía: Merenré (quien falleció pronto) y Pepi II.
[5] FARIÑAS María Daysi. Introducción al estudio de los pueblos de oriente, en NOGUERAS Luís Rogelio (Editor), Literaturas antiguas orientales, Editorial Pueblo y educación, La Habana, 1977, página 18.
[6] Los faraones habían permitido poderes absolutos en sus territorios a los jefes de provincia y por si fuera poco el cargo lo heredaban los hijos.
[7] Debidas en gran parte por las donaciones hechas por la casa real a Templos y Distritos (en este caso para asegurar la gobernabilidad y sumisión de las mismas),así como a la delegación de grandes funciones administrativas (varios visires ejerciendo por ejemplo)
[8] El sol. Hijo de Ptah. Ra fue conocido en Mesopotamia como Marduk. Le fueron adjudicados los nombres de la enéada: Isis, quiso quitarle a Ra sus nombres, aprovechándose de su enfermedad (causada adrede por la picadura de una serpiente); ella sabía que sabiendo sus nombres tendría el poder, derrocaría a Ra. Actualmente esta clase de ceremonial mágico por medio del nombre se sigue manejando en los rituales de magia negra y blanca.
[9] O ave Benu.
[10] Referencia o bien a los difuntos o bien a seres superiores anteriores al establecimiento del orden cósmico.
[11] Shu, Tefnut y Nun.
[12] Juego de palabras, entre humanidad y lágrimas parecidos en su escritura original.
[13] El sol.
[14] La tercera y cuarta generaciones de dioses fueron concebidos por medios naturales (del útero materno), no así Shu y Tefnut que fueron concebidos por Atum-Ra. Los cinco hijos de Nut eran muy atractivos e inteligentes, sumamente inquietos y el dolor de cabeza de las divinidades más antiguas. Algunos osados egiptólogos se atreven a decir que son los héroes mitológicos de Génesis 6:4, los Nefilim (5303), que significa «gigantes, tiranos, abusones.»
[15] Material base sin notas (en general) descargado del portal Web La Tierra de los Faraones http://www.Egiptología.org/Mitología/Leyendas/La creación por Ra y el Papiro Bremner-Rhind /
[16] El período de preñez en la vaca y en la mujer, se creía ser el mismo, o sea 280 días ó 10 meses lunares de 4 semanas. Y en este período consistía el valor esencial de este símbolo animal, cuyo signo era el de la luna creciente.
[17] Otro enfrentamiento histórico habido entre quienes propugnaban la monarquía electiva como en las tribus nómadas y la monarquía hereditaria.
[18] Debido al proceso de diferenciación característico de los hebreos, se le estigmatizó y a partir de los relatos del Antiguo Testamento, es el símbolo del mal.
[19] Esta discordia entre revela claramente una diferencia social. El habitante de un desierto, un pastor o un nómada, envidia al habitante de la civilización, al campesino, a su hogar más agradable. Es la imagen de lo que puede haber sido abstraído por un precedente histórico: el cambio de poder entre dos diferentes grupos estructurados económicos.
[20] Trae a la memoria una disputa histórica entre la cultura campesina nativa y las tribus nómadas; en este sentido tiene que ver con la confección del mito de Caín y Abel.
[21] Esposa de Seth pero que también tuvo un hijo con Osiris, su cuñado: Anubis. En egipcio, la palabra nef significa «bonito, perfecto.» En la mitología cananea ejemplarizaría a Anat «la destructora».
[22] La versión de esta leyenda ha sido extraída de Plutarco. Habiendo organizado un velatorio junto a su hermana (y todos los templos de Egipto en una cadena de oración si pudiera llamarse así), invocaba el cuerpo de su hermano y esposo volviera a la vida: «Soy tu hermana bienamada, no te alejes de mí, ¡yo te invoco! ¿No oyes mi voz? ¡Voy hacia ti, ningún espacio debe separarme de ti!» «Tú que amas la luz, no vayas a buscar las tinieblas» Al reconstruir el miembro viril de su esposo difunto, logró que el más allá le permitiera volver a él por un momento y la fecundara, de quien sería Horus el Joven

[23] Si se han cumplido cabalmente los ritos (Mezcla de creencia y conocimiento), está listo para resucitar.
[24] DERCAHIN Philippe Ob., Cit., página 125.
[25] (4714), dual de (4693) según la Concordancia Strong, Mistrajim: Nombre hebreo que traduce «fortificaciones, defensas».
[26] Papiro 1993 de Turín, descargado del portal Web La tierra de los Faraones http://www.Egiptología.org/Mitología/Leyendas/El nombre secreto de Ra/
[27] BELTZ Walter, Los mitos egipcios, Editorial Losada Buenos Aires, 1990, página 53.
[28] Tomado de Ortiz H. Angel E. Fundamentos Culturales del Judaísmo I, páginas 71-82.

Ediciones 2011-18-21

Ver: Cosmología en Hermopolis Egipto; Antiguo Egipto para turistas y viajeros, que visitar; El período predinástico del antiguo Egipto 5500-3100 AEC

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