Deje de vender y empiece a ayudar, no piense solo en el marketing transaccional, en el presente.
Su empresa y sus esfuerzos han de ser a mediano y a largo plazo, como se expuso en el Hangout de marketing relacional.
Por mi parte he preferido tener pocos pero clientes leales, para toda la vida (mismo concepto que manejo en la amistad, por ejemplo). Calidad por sobre cantidad.
De eso se trata el marketing de contenidos, de producir magnetismo, un imán que cautive a nuestro nicho y que entusiasme a los potenciales compradores.
La clave consiste no en posicionarse como un vendedor sino como un recurso valioso e imprescindible.
Leer también: futuro del marketing de contenidos , marca y posicionamiento
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