Desobediencia del hombre

Desobediencia del hombre.En la Mitología griega, al tratar de culpar a la mujer de los males que acontecen a los imponentes varones, se inventaron la leyenda de Epimeteo (hermano de Prometeo) y Pandora[1] («a la que Zéus había hecho, tan tonta, malévola y perezosa como bella, la primera de una larga casta de mujeres como ella…»).

Esta mujer había sido enviada al hermano de Prometeo como castigo por haber este héroe robado el fuego a los dioses para darlo a los humanos. La imprudencia de la dama la hizo abrir una caja que tenían prohibido destapar, por almacenar en su interior todos los males que pueden aquejar a la humanidad: vejez, fatiga, enfermedad, locura, vicio, pasión y falsas esperanzas.

Salidas al mundo y afectando a los hombres, decidieron los esposos, suicidarse.

Otro mito destacado en este ámbito de ideas, del enfrentamiento de las pacíficas actitudes femeninas y las ambiciones masculinas, con el castigo respectivo para la mujer por su osadía, se cifra en el debate entre Poseidón y Atenea por dar nombre a la capital de La Ática.

Doce jueces arbitrarían la disputa, en base a la utilidad de lo propuesto; Atenea plantó olivos (símbolo de la paz y de ella misma), mientras que Neptuno, golpeando el suelo había gestado un caballo (símbolo de la guerra). Se decide que la triunfadora era Atenea.

Para aplacar al dios vencido, se decide de paso castigar a las mujeres, prohibiéndose la matrilinealidad (que los hijos llevaran el nombre de sus madres y que la sucesión siguiera este conducto) y quitándoles la ciudadanía Ateniense.

Otra posible influencia para elaborar este mito de la caída, se pudo haber recibido de la Leyenda de Adapa.

La mujer (Eva) vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que cortó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió.En ese momento se les abrieron los ojos, y los dos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas.(Génesis 3:6-7, DHH).

El asunto de la sacralidad de los árboles no ha terminado; el hecho de crecer verticalmente (simbolizando el ascenso y encuentro con lo divino), y, regenerarse cada cierto tiempo perdiendo hojas y volviendo a recuperarlas, lo confirma.

Normalmente, en tanto que objeto de culto, siempre se encuentra al lado de una roca, o encima de un altar (Jeremías 2:20);Osiris, por ejemplo personificando un cedro.

El simbolismo de estos está vinculado al simbolismo del agua, porque de ella que era el origen de todo, surgía la planta como aparición de las formas, como manifestación del cosmos. (Ezequiel 47, génesis 2: 9-10). Es el protector de los recién nacidos y suple a la tierra en este rol.

Cuando comienza la primavera (en mayo) la vida resucita y cobra nuevos bríos. 3:6). En Mesopotamia los árboles de la iconografía están acompañados de astros, pájaros o serpientes. Es por eso que los llamados dioses de la vegetación adoptan formas de árboles:

Escudriñando atentamente estos versículos encontramos unos incipientes lazos con la moral machista del judaísmo, donde la mujer es la seductora y el varón el seducido (léase engañado y disculpado de su falta); también reflejaría la lucha de Yahvé contra las divinidades femeninas y sus cultos consolidados.

Ahora, es sensato señalar que los estudiosos judíos de los primeros siglos intuían en la lectura de los textos del Antiguo Testamento, una rivalidad entre los ángeles (seres de viento y fuego) y el hombre (hecho de tierra), por la potestad dada al mortal para nombrar a los seres vivos. PRE (13:2) habla de una conjura angelical, dirigida por Sammael[2], quien convenció a la serpiente para ejecutar su plan (impelidos por la envidia tal vez de ver los honores que se le hacían a una criatura mortal).

El haber ingerido los frutos prohibidos los hizo darse cuenta que estaban desnudos o también que ambos eran sabios según TgPsJ.
Ser astuto y estar desnudo riman en español, pero las expresiones hebreas usadas en el Génesis son homónimas.

Viene a continuación, en el relato hebreo la maldición y juicio contra los tres empezando con la serpiente:

Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo, sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre su simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza[3] y tú le herirás en el calcañar. (Génesis 3:14 y 15, RV 1960).

TgN (3:15) ensancha el texto así: …Y sucederá que, cuando sus hijos guarden la Ley y cumplan los mandamientos, apuntarán contra ti y te quebrarán la cabeza y te matarán, pero cuando abandonen los mandamientos de la Ley, tú apuntarás a él y le morderás el talón y le harás enfermar; sin embargo habrá curación para su hijo y para ti, serpiente, no habrá curación, porque ellos harán la paz al final en los días del rey Mesías.
Muy parecido a lo que expresa TgPsJ.

Ayuda a entender la dinámica de las imágenes empleadas, recordar que en el arte egipcio Ra, emblematizado como un gato, golpea con un palo a la serpiente, en la cabeza.

El orden imponiéndose al caos invasivo y atrevido. También, mencionar que al fallecer Osiris, asesinado por Seth, de alguna forma misteriosa logra dejar fecundada a su esposa Isis quien tiene un hijo, Horus. Isis lo esconde en un pantano, mientras Seth, en forma de serpiente muerde al niño en el talón.

Las indómitas fuerzas del desierto, la oscuridad y el desorden han pretendido matar la simiente real de quienes propugnan legislar para mejorar la convivencia mas no lo han conseguido.

Luego, la maldición pronunciada contra Eva (Del hebreo Hawwa[4], «vida, dadora de vida»):

A la mujer dijo:—Multiplicaré en gran manera los dolores en tus embarazos[5], con dolor darás a luz los hijos, tu deseo será para tu marido y él se enseñoreará de ti. (Génesis 3:16, RV 95).

PRE (14:4) habla de nueve maldiciones más la muerte: dolores de sangre de la menstruación y de su virginidad, dolores del embarazo y parto, dolores de criar hijos, llevar la cabeza cubierta y la oreja agujereada como esclavo perpetuo de su marido.

Los adjetivos empleados hacen presumir un estado superior, el que describe el poema sumerio en que la mujer paría sin dolor. Así mismo, la falta cometida por Enki al comerse las ocho plantas de Ninhursag, hace pensar en ¿cuál sería la clase de pecado de la que se hicieron culpables Adán y Eva al comerse el fruto del árbol de la sabiduría?

Un intento de explicación llegará del Delta del Nilo. Se sabía que Geb y Nut eran amantes; algún día, Ra, decidió separarlos, prohibiéndoles que copularan e imposibilitando a Nut de dar a luz en los días normales del año (los 360 de rigor según el calendario lunar). Es como si se hubieran negado a dejar de hacer el amor y prefirieron ser extraditados de su idílico jardín.

Prosigue en el relato con la maldición proferida contra el varón: PRE (14:5) menciona nueve maldiciones, más la muerte contra Adan: disminuyó su fuerza (debido a la “impureza” de la polución) y su estatura (le echa la culpa a la “impureza” del coito), siembra trigo y recoge espinas, su comida es la hierba del campo; su sustento lo obtiene con ansiedad y sudor.

Se nos presenta también como obvio, que un soberano dios omnipotente, debería saber con anticipación el futuro y si preveía que los mortales desobedecerían pudo retirar las tentaciones de en medio.

Luego dijo Jehová Dios: «El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre».

Y lo sacó Jehová del huerto de Edén[6], para que labrara la tierra de la que fue tomado.Echó, pues, fuera al hombre, y puso querubines[7] al oriente del huerto de Edén[8], y una espada encendida que se revolvía por todos lados para guardar el camino del árbol de la vida. (Génesis 3: 22 y 23, RV 95).

La Septuaginta hace equivaler el adjetivo “bien”, con lo bello, asociación helena que luego emplearían los humanistas del renacimiento para tratar de dignificar a la mujer en términos de belleza, para resarcirla de las persecuciones causadas a ellas en la edad media, con la disculpa de hechicería (la belleza como concepto satánico).

Si bien los conceptos de bien y de belleza son subjetivos, no corresponden a categorías homologables sino supeditables; bien y mal involucran conceptos de una moral establecida y mudable, belleza y fealdad corresponden a apreciaciones estéticas volubles derivados de los juicios de valor.

Los comentaristas judíos se agarran de esta clase de versículos para proclamar su escogencia como pueblo elegido, que llama la atención (ese es el quid de la cuestión).

TgN:…He aquí que el primer hombre que he creado es único en el mundo tal como Yo soy único en los altos cielos. Muchas naciones surgirán de él y de él surgirá una nación que sabrá distinguir el bien del mal…
La pérdida de la inmortalidad se sigue llorando como una consecuencia nefasta de haber roto los códigos de Edén.

Consideramos que adoptar actitudes extremas nos expone necesariamente al dolor, porque el mundo de las ideas puede ser absoluto mas no así el mundo de los humanos, relativizado en todos los aspectos imaginables.

Mas esto no nos hace sufrir, somos conscientes de nuestras limitaciones y de nuestro inevitable nacer para morir y podemos vivir felices con estas fronteras.

La longevidad seguirá siendo bien vista hasta tanto no interfiera su elongación con el deterioro de sentidos y de la salud como tal. Mientras tanto, durante el leve parpadeo que constituiría la vida, podemos crear y ondear banderas para cumplir nuestro ciclo, que soñamos, contribuya decisivamente a hacer ascendente para nuestros hijos, su calidad de vida.

Pero este duelo podría ser un préstamo de la Leyenda de Adapa, quien siendo sabio y protegido de Ea alguna vez, enojado rompió las alas del viento del sur. Anu quiso castigarlo, envenenándolo con alimentos pero este, instruido por Ea, no los come (algunos de estos alimentos le habrían dado la inmortalidad); la humanidad entonces padece entonces enfermedades y plagas.

El detalle doloroso de tener que cultivar podría remontarse también al amargado poeta bucólico, Hesíodo quien denigraba de la agricultura, aunque esta tradición predominaba en medio oriente desde el neolítico, aunado a la tradición de paraísos nostálgicos denigrando de los focos urbanos.

  • [1] «La que da todo». Al parecer se podría homologar con la diosa tierra, a quien Hesíodo achacaba la culpa de los males de la existencia y el mal comportamiento de las mujeres.
  • [2] El prototipo del ángel caído, Lucifer o Satán. Históricamente es el dios patrono de Samal, un reino pequeño de los hititas-arameos, ubicado al este de Jarán.
  • [3] En el arte egipcio,
  • [4] O Havvah. En esta investigación se citan cabos y se proponen tesis y alternativas, esta es otra intentona por comprender el origen del término Eva.
  • [5] Y en la sangre de la virginidad según TgPsJ.
  • [6] TgPsJ: inserta que «fue y se asentó en el monte Moira»
  • [7] Término relacionado posiblemente con el akkadio karâbu (bendecir, con Dios por sujeto) y caribú (una divinidad secundaria que intercede ante los dioses de mayor jerarquía). Serpientes aladas de fuego, grifos alados de los persas.
  • [8] LXX: paraíso de las delicias.

Ver también: jardín del Edén

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