Pentateuco y griegos-estudio-ensayo-crítica

En pentateuco y griegos, veremos los posibles modelos literarios de los redactores judíos en la confección de los cinco primeros libros del antiguo testamento.

(El Pentateuco y griegos … Si reconocemos que su forma final fue adoptada a mediados del siglo V a.C., es valedero compararla, en su estructura y manejo de fuentes, con los clásicos griegos de Homero (siglo VIII a.C.), Hesíodo (Siglo VII), Herodoto (484-420 aC.), Hecateo de Mileto (560-490 a.C.)[1] y Helánico de Lesbos (todos ellos contemporáneos del relato mosaico), para encontrar coincidencias estructurales, modelos narrativos y otros.

Herodoto.

Semejanzas: Herodoto como el Pentateuco, yuxtapone conjuntos narrativos, transcribe fuentes anónimas e intercalan conectores y abunda en ellos la ficción, así como el gusto por la anécdota.[2]Responsabilizan de ciertos diálogos y discursos a los personajes y tratan de encontrar incidentes morales y entretenidos para adosar al apólogo. En ellas es normal el empleo de genealogías; las cifras empleadas son escandalosamente exageradas (como cuando se dice que 600.000 israelitas salieron de Egipto[3] o cuando se mencionan los 700.000 invasores del ejército de Jerjes). Se capta asimismo un cierto determinismo y arbitrariedad en los actos humanos (lo que sublimado se llamará una filosofía de la historia, en los hebreos), haciendo que los lectores veamos la vida como un interludio de peripecias peligrosas, no necesariamente con desenlace prefijado pero si rotuladamente condicionado por voluntades gigantescas (llámese potencias celestes, seres más inteligentes que el resto o con mayor poder y dominio).

Se preocupan los dos, en demasía, por la visualización del paradigma «[4] y se destacan los aspectos biográficos de los personajes modelos y ejemplarizantes. Si bien el padre de la historia y los escribas hebreos sabían de estrategias y tácticas de guerra, prefieren omitir detalles topográficos y cronológicos, concentrándose, como buenos colectores de la tradición oral, en la acción y los sucesos derivados de ellos. Relacionan las dos partes confrontadas, los mundos pre y pos-diluviano por medio de genealogías, héroes míticos y relatos divinos. Esto en cuanto a coincidencias.
Fijándonos en las diferencias, en las otras obras hay un autor responsable que se reconoce y asume las consecuencias de sus comentarios (por absurdos que parezcan), quien estructura la lógica intrínseca a su exposición. No así el Pentateuco, que la tradición se lo atribuyó a Moisés(factor ya superado), pero el individuo es tan difuso históricamente hablando que no cuenta, y ,si en Herodoto predomina el racionalismo, entre los hebreos podríamos hablar de un racionalismo teológico, de unas verdades demostradas dentro de sus particulares conceptos de valor y de lógica.

La filosofía griega.

Pero no solo habrían estructuras de lenguaje y ardides literarios como referentes, también cabría pensar que el pensamiento cosmogónico y filosófico del mundo griego (occidental), precedente y contemporáneo de la escritura de los libros del Pentateuco, haya tenido que ver con la formación de sus escribas. A partir de comienzos del siglo VI, el pensar racional no saca su contenido del pensar mítico, sino que toma la observación de las realidades naturales y de la experiencia humana como punto de partida. El trueno y el relámpago son efectivamente hechos de la naturaleza, su asociación con una divinidad atmosférica que los envíe no es clara, por tanto se desecha.

Por ejemplo, entre el 550 y el 546, fallecieron Tales de Mileto, y Anaximandro (de Mileto). El primero de ellos, filósofo, matemático y astrónomo griego, de ascendencia fenicia según Herodoto, considerado uno de los siete sabios de Grecia, quien al parecer aprendió sus rudimentos en Egipto y Babilonia(que ya en el sigo VIII predecían ciertos eclipses, por motivos religiosos); como todos los pensadores de la Escuela Milesia (llamados físicos), buscó el principio material de todas las cosas (arjé), su deducción lo llevó a considerar al agua como origen (y fin) de todo: las cosas sólidas nacen de la solidificación de ésta, mientras las tenues, de su evaporación. Es más, postuló que la tierra flotaba sobre agua (concepto que quizás aprendió de babilónicos y egipcios)[5]

Antes de él todas las explicaciones del universo eran mitológicas (por ejemplo, Homero hablaba del Océano como fuente de todas las aguas dulces, pero no parece haber añadido connotaciones cosmológicas ni explicativas, coherentes y estructuradas[6]; su interés por encontrar explicaciones materiales del origen del mundo lo hace uno de los gestores del nacimiento del conocimiento científico (un conocimiento menos simbólico y antropomórfico). De él no nos quedan escritos (que no obsta ni limita el potencial expansivo de su pensamiento), tan solo las alusiones a su pensamiento contenidas en la Metafísica de Aristóteles. Pensaba, que “todo está lleno de dioses”, es decir: « Visualizaba la unidad en todo lo viviente y aunque fascinado por la naturaleza y sus misterios, propugnaba por verla y tocarla para que al conocerla, pudiera explicarla.
Analogías y acercamientos de este estilo de pensar los hallamos, bíblicamente en los salmos. Allí se habla que « sobre las aguas asentó la tierra…»(136:6. BJ), «…Sobre los mares la fundó…» (24:2. LXX).

Génesis 1:7 menciona las aguas de encima del firmamento y las aguas de debajo del firmamento (BJ); 49:25 habla del «abismo que yace abajo…» (BJ), Éxodo 20:4 cita las aguas debajo de la tierra (BJ), mientras Deuteronomio 33:13 cuenta de «…de las aguas del abismo» (N-C). Sofonías 2:11 habla también de las islas de las naciones (BJ).

El segundo, filósofo griego de la escuela de Tales; entre las múltiples deudas que la humanidad occidental contrajo con él, está la introducción del reloj de sol en Grecia y la construcción de la primera esfera celeste (esto según datos de Diógenes Laercio). Introdujo el concepto filosófico de Apeiron (infinito e indefinido, lo inagotable; según Aristóteles para que no se acabe la materia prima del unvierso) a partir del cual todo obtiene su origen y al que todo debe retornar (concepción cíclica de la vida y del tiempo).No comprendía la preponderancia que Tales hacía de una sola sustancia para dar origen a cualidades tan distintas como el fuego y la tierra. Por eso propone que el mundo procede de algo que se parezca a las sustancias en sí pero que sea capaz de fecundarlas y dar origen a todas.Aplicó los epítetos de “inmortal” (no tuvo origen) e “indestructible” a lo ilimitado, pero a diferencia de los mitólogos no lo antropomorfizó. Intuye que esta sustancia primigenia, todo lo abarca y todo lo gobierna (omni-poder).
La prevalencia de una sustancia a expensas de las otras, es “injusticia”, que será corregida por la sustancia rectora del universo.

Para su concepción, el Universo se componía de cilindros concéntricos, siendo más exterior el del sol, el del medio la luna y el más interno contiene a las estrellas. Fue el primero del que poseemos testimonios concretos, que hizo un intento de explicar el mundo de la experiencia humana, y, en quien aparece claramente reseñado el concepto de sustancias naturales opuestas (cuyo intercambio y equilibrio intentó explicar por medio de la metáfora legalista de la justicia o retribución entre los opuestos). Según Aecio, Anaximandro dijo que los primeros seres nacieron de lo húmedo (limo); según Plutarco, dijo además, que el hombre en un comienzo había nacido de una especie distinta (para lograr sobrevivir), como dentro de los peces; según Hipólito, dijo también que el hombre en sus orígenes era semejante al pez.

Concebiría la tierra cóncava-convexa (cilíndrica), como sostenida en los alto sin nada que la sostenga; se mantiene en reposo (o equilibrio), mientras que el mar en derredor suyo está secándose inflexiblemente.Su nombre se convirtió en sinónimo de astucia e ingeniosidad matemática y geométrica.

Sobre el 495 fenece el último filósofo de la escuela jónica fundada por Tales de Mileto, Anaxímenes, quien siguiendo la línea de sus mentores, indagó en procura de una explicación racional y material del origen del universo (además de la coherencia de las cosas como una totalidad); según Teofrastro e Hipólito, este era el aire (alma), que era uno e infinito: todo lo demás eran transformaciones de éste (rarefacción y condensación, los componentes esenciales de la generación eran opuestos). Según esta versión universalmente aceptada, el movimiento era eterno. Así mismo la tierra era plana ; y cabalgaba sobre el aire al igual que los cuerpos celestres (todos de fuego). Los astros no se moverían debajo de la tierra sino en torno a ella (y serían también planos). Los cielos podrían ser una semiesfera definida y viscosa, portando estrellas fijas (como un refinamiento del argumento homérico de que el cielo era un cuenco metálico).Pero estas corrientes filosóficas no fueron las únicas; en Elea (colonia fenicia del sur de Italia), se radicó Jenófanes de Colofón (poeta con intereses especulativos, venido del Asia menor) sobre el 536 aC. y fundó una estructura de pensamiento que podríamos resumir así: Sus ideas, por oposición, parten de las ideas jonias (incluyendo a Homero).Satirizaba con argucia sin par las creencias politeístas, ridiculizaba sus dioses como creaciones mortales a imagen y semejanza de los humanos; reconocía una deidad única, no humana (antropomorfa), oculta y cohesionadora del todo (mueve todas las cosas con el poder de su mente).
Todas las cosas, incluso el hombre, se componen de agua y tierra. Del limo (agua más tierra) surgió la vida (opinión corroborada por su observación de los fósiles), que luego tomó rumbo hacia el continente; los hombre perecen cuando la tierra vuelve al agua (diluvio). Mientras que Anaximandro consideraba que el mar se está secando, Jenófanes consideraba que la tierra está regresando al mar.

Los límites del conocimiento son claros; generalmente los conocimientos se han reducido a opiniones y para crecer hasta llegar a tales alturas (de ser consideradas conocimientos), se ha de investigar profusamente.

Aproximadamente sobre el año 530 Pitágoras de Samos fundó en la isla de Crotona, fundó un movimiento con propósitos religiosos, políticos y filosóficos. Se le endilga conceptos como el de la inmortalidad del alma y la trasmigración de ellas (re-encarnación), así como una suerte de destino feliz post-mortem, para algunos privilegiados, debido a su conducta escrupulosa. Al parecer minimizaba el poder la palabra escrita y valoraba fuertemente el de la oralidad; gustaba de enseñar la virtud y la simplicidad, generalmente a grupos separados de hombres y mujeres. Hablaba de la música de las esferas (concordancia cósmica o armonía como principio de todas las cosas) y que la fuente de la sabiduría era la tetractys (los cuatro primeros números naturales, a los que se concibe conexos en varias relaciones): el número diez es el número perfecto por estar conformado de la suma de 1, 2,3 y 4 (1+2+3+4).

También sobre el año 480 aC. Fallece Heráclito de Éfeso (Asia Menor): Filósofo griego para quien el fuego era el principio de la materia (porque es la fuente de los procesos materiales), en un mundo en constante movimiento (Todas las cosas fluyen como ríos). Es famoso en el mundo cultural por la oscuridad y enigmatismo de sus asertos.

Niega el principio de contradicción, afirmando que los opuestos son «lo mismo». Se considera que fue más metafísico que sus predecesores jonios, preocupándose más de la unicidad subyacente en medio del desarrollo y el cambio (Logos). Dios puede ser entonces, esencialmente, el Logos, el constitutivo de las cosas que las hace opuestas; sería el garante de la proporcionalidad del cambio entre los opuestos. El cosmos no ha sido creado ni por manos humanas y menos por manos divinas; ha existido desde siempre y existirá, como fuego eterno. Ridiculizó así mismo el antropomorfismo e idolatría de sus contemporáneos.Creía que el ideal de vida era acorde con la naturaleza.
[1] Autor de Genealogías, versión en prosa de la más antigua historia de Grecia, basada en la mitología griega. Se le atribuyen otros dos libros de Descripción de la tierra, donde incluía un mapa de la tierra habitada, basado en el dibujado por Anaximandro (y que se presume de forma circular por las evidencias encontradas).
[2]Pero sí añadió expresiones alegóricas y míticas a este suceso.
[3]Éxodo 12:37. Según Números 1:46 fueron 603.550 los israelitas mayores de veinte años. Sumados a mujeres y niños dan más de dos millones de personas. Sin embargo estas cifras chocan con el dato reportado en Deuteronomio 7:7 (BJ) No porque seáis el más numeroso de todos los pueblos se ha prendado Yahveh de vosotros y os ha elegido, pues sois el menos numeroso de todos los pueblos. Pongámonos de acuerdo, en esos contextos temporales las cifras mencionadas eran altas y no se ciñen al comentario del menos numeroso de los pueblos. Una tentativa de solución viene cuando no se traduce la palabra eléf (de donde derivamos los occidentales el vocablo “mil”) como la mayoría lo hace, sino empleando otra de sus variantes que connota, cabeza de buey o familia: mágicamente se convierten en 6000 familias, una cifra que sigue siendo inmanejable, considerando un promedio familiar de 5 personas mínimo, que nos acerca a los 300.000 individuos.
[4]Y de lo inocuo que resulta un pueblo sin costumbres arraigadas y peculiares, que lo hagan único, más y mejor que sus vecinos. No son las características físicas ni el factor poblacional lo más importante. Se trata de quien orqueste un aparato moral, de justicia y convivencia más adecuado que los demás y se lo imponga a sus congéneres.
[5] Para los egipcios la tierra era un plato plano y con bordes en sus extremos, que descansaba sobre el agua, que llenaba también el cielo; el sol navegaba de día en una nave a lo largo del cielo y bajo tierra durante la noche.
En la historia de Eridu (siglo VII a.C.), en el principio, toda la tierra firme era mar; luego Marduk construyó una balsa de cañas y ésta se convirtió en tierra.
[6] JAEGER Werner. La Teología de los primeros filósofos griegos. Fondo de Cultura económica, Santafé de Bogotá, D.C., 1997, página 27.
[7] Salmos 148:4 repiten esta idea (BJ) ¿Quién lo citó primero? Cronológicamente hablando ¿cuál fue primero, el texto de los Salmos o el texto del Génesis?

Otras notas.
En el Antiguo Testamento, Yahvé acapara todas esas virtudes y los redactores insistían en la prohibición de representarlo antropomorficamente (por medio de esculturas y pinturas, cuando de facto lo relataban con cualidades y rabietas netamente humanas). Es él quien hace justicia y mantiene el orden del universo. En Éxodo 33:23 se habla de la cara de Dios, en Deuteronomio 8:3 de la boca, en Job 2:5 de los labios, en 1 de Samuel 15:19 de los ojos y en Amós 8:21 de los oídos de Dios.
Regentado por el Tiempo, el juez más inflexible de todos, quien limita la duración de los castigos y las recompensas. Generación y corrupción se suceden en esta, la primera teodicea filosófica.
Cf. Job 26:7.BJ « El extiende el Septentrión sobre el vacío, sobre la nada suspende la tierra.»
Incluyendo a los mismos dioses.

Explícitamente no se admite que sea plana, pero se habla de sus extremos, como si de una figura plana se tratara, con ángulos rectos. Cf. Salmos 19:4 y 6; 139:9; Proverbios 17:24; Isaías 5:26; Jeremías 25:23 y 50:26. O tal vez en últimas la imaginaran redonda y plana, como un disco, con los cielos encima de ella como una bóveda (Isaías 40:22. DHH) Dios tiene su trono sobre la bóveda que cubre la tierra. (BJ) El está sentado sobre el orbe terrestre.
Los dioses homéricos y mitológicos en general son inmorales: esto reflejaría un pueblo o cultura puntual, no la totalidad de las razas ni de los pueblos. Los dioses jonios se parecen a ellos mismos, los escandinavos al pueblo nórdico por supuesto.
Los hebreos plasman este tipo de pensamientos en Salmos 115:4-7 donde habla de ídolos con formas humanas pero sin cualidades siquiera humanas.
Permanece estático (el movimiento le es innecesario) para más señas y posee un cuerpo “igual por todas partes” (¿esférico?) que penetra todas las cosas.
Analogía valedera en tanto que la carne se puede homologar a la tierra y la sangre al agua.
Por su tiempo se aludían a doctrinas órficas (atribuidas a Orfeo), una suerte de iniciáticos practicantes de técnicas precisas de purificación. Éstos enseñaban que el alma está presa en el cuerpo hasta cuando purgue sus penas; creían poder liberar al hombre y a la civilización de sus malas acciones por medio de rituales. No comían ni sacrificaban animales y preconizaban que la humanidad debía abstenerse en general de derramar sangre.
Cada cierto ciclo regresaban. Enseñaba también que nada era absolutamente nuevo y que en general los seres vivos estaban emparentados.
Lo mismo seguirá sucediendo en la literatura griega, por ejemplo hasta con Platón, quien mezclaba citas con paráfrasis.

Ver origen del hombre en la biblia

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Alcmeon-historia-biografia

Alcmeón fue un filósofo natural de Crotona, ciudad dominada por los pitagóricos en el sur de la Magna Grecia (en la península italiana).

La datación de su vida no es unánime, aunque Aristóteles afirma que conoció a Pitágoras anciano (Diogenes Laercio afirma que Alcmeón era discípulo de aquel). Parece ser, pues, que nació a finales del siglo VI y murió a mediados del V a.C. Fue contemporáneo de Empedocles y Anaxagoras .

No obstante, en general,a Alcmeón se le clasifica entre los pitagóricos, no es seguro que fuera miembro de dicha escuela, y algunos autores le hacen más bien partícipe de las opiniones de los jónicos. En cualquier caso, es seguro que era miembro de la famosa escuela de medicina de Crotona, que en aquella época ya había dado otra gran figura: Demécedes.

Aristoteles le consideró de la suficiente importancia como para refutar algunas de sus opiniones , en el que lo distingue de los pitagóricos, e incluso sugiere que la tabla pitagórica de los contrarios fue más bien obra suya, y que sirvió de modelo a la de aquéllos.Como médico, Alcmeón tuvo una gran influencia y aunó el espíritu empírico y crítico de la escuela jonia, que posiblemente recibió de Jenófanes, con la tendencia especulativa de los pitagóricos de su ciudad. Por esta razón, fue el primero entre los griegos en diseccionar cadáveres, con lo que pudo observar la constitución de diversos órganos sensoriales. En especial, se sabe que fue el primero en hacer una disección científica de un ojo, lo que le permitió observar los nervios que lo enlazan con el cerebro. Por ello, fue también el primero en hablar de la función integradora del cerebro en las sensaciones, desconfiando de la suficiencia de la experiencia para el conocimiento.

Alcmeón concibió la salud como una isonomía, o equilibrio armónico de las cualidades (dynamis, en el sentido de capacidad de) que integran el cuerpo, mientras que la enfermedad es la monarquía o dominio patológico de uno de estos elementos o humores. Considera al alma inmortal porque, como los inmortales – la luna, el sol, las estrellas- está siempre en movimiento, tesis que fue recogida por Platon (Fedro 245c, Leyes 895e). Pero tanto en el conocimiento de las cosas como en el de la enfermedad, el hombre sólo puede recurrir a los «indicios»; sólo los dioses alcanzan la certeza. Según Aristóteles, para Alcmeon «la mayoría de las cosas son duales»: compuestas de lo dulce y lo amargo, lo bueno y lo malo, lo grande y lo pequeño pero, a diferencia de los pitagóricos, no establece un número fijo de pares de contrarios.

Otra característica peculiar de su pensamiento es la clara distinción que estableció entre sensación y pensamiento, a diferencia de Empédocles, por ejemplo, que los identificaba. Ello permitía a Alcmeón distinguir entre los hombres y los animales. Una tesis famosa de Alcmeón era la referente a la muerte. Según él, la razón por la cual los hombres mueren es porque no pueden unir el principio con el fin, lo que expresa la característica del movimiento circular, y recuerda la sentencia de Heráclito: «en el círculo el principio y el fin son comunes». Con ello Alcmeón traslada la creencia en un tiempo cíclico al terreno de la medicina: el mantenimiento de la vida depende del acoplamiento circular de todos los órganos en un continuo. Si esta relación se rompe, sobreviene la muerte. La inmortalidad, pues, es cíclica y para Alcmeón todas las cosas divinas se mueven continuamente y de forma circular, tesis que fue también recogida por Platón en el Timeo.

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