Conquista de Granada, historia, como se inició, cómo fué

Vamos a estudiar un poco la conquista de Granada. ¿Cómo se inició esta guerra?
En 1480 el área de influencia musulmana en la península ibérica se había reducido al emirato nazarí de Granada [1], ubicado en un paraje fértil y densamente poblado.

La guerra desatada por la sucesión de Los reyes católicos, Isabel I y Fernando de Castilla, así como las ansias expansionistas de Portugal, hicieron creer a los emires de una presunta debilidad castellana y dejaron de pagar los tributos que normalmente cancelaban a la corona castellana.
El emir Abul Al Hassán[2] se atrevió incluso a cruzar la frontera de sus predios y a ocupar el sitio de la amurallada Zahara, al mando de al mando de 300 hombres, tomando rehenes y cabezas de ganando como botín de guerra. El pueblo tomado era un señorío de Rodrigo Ponce de León, el tercer hombre más rico de Castilla[3]. Y aunque el ataque [4] era “legal” en cuanto era aislado e informal, él mismo Ponce de León encabezó la tropa que se dispuso, como réplica, tomar la fortaleza de Alhama [5], cerca de la Alhambra.Esta guerra castellana contra Granada, «fue clave para desarrollar el sistema fiscal y la capacidad militar castellana y significó un momento clave en la forja del estado castellano moderno» [6] y fue la primera gran empresa común entre aragoneses y castellanos, que aunque demoró 10 años en arrojar sus frutos definitivos, presentó una España unida.[7]

[1] Sostén musulmán del Occidente de Europa.
[2] Muley («Señor») Hacén.
[3] Y Marqués de Cádiz, 37 años.
[4] Razia.
[5] Al frente de 5.000 hombres.
[6] Los Reyes Católicos: La conquista del reino Nazarí de Granada
[7] Díaz Villanueva Fernando. Fernando el Católico. EDIMAT Libros S.A., Madrid España 2005, páginas 72-74.

Veamos ahora sí la llamada conquista de Granada como tal.
Rodrigo Ponce de León[1] se dispuso a tomar la Alhama y lo logró, pero debido al reducido numero de combatientes junto a él, debió atrincherarse allí aguardando refuerzos. En tanto Muley Hacén reúne 50.000 infantes para recuperar la plaza.
El duque de Sidonia Medina y el rey Fernando organizaron el auxilio a la Alhama, plaza que logró sostenerse. Desde Córdoba (antigua cabeza del califato), Fernando el católico diseñó la estrategia para arrasar con la amenaza nazarí, junto a la nobleza[2]. Para garantizar la permanencia en la Alhama debía controlar Loja; desde la Alhama podría ir sobre la ciudad de Málaga (segunda ciudad y puerto principal ). Se trataba de bloquear al puerto vía marítima, evitando el auxilio musulmán recibido desde el norte de África; al mismo tiempo de asediar a Málaga por tierra (con alrededor de 15.000 efectivos). Los primeros intentos fracasaron. Pero la división interna de los musulmanes habría de darle la ventaja ganadora: El Emir Muley Alí o Muley Hacén estaba casado con Fátima[3] quien le había dado dos hijos varones, Boabdil y Yusuf. Ahora estaba encaprichada con una mujer de su harén, de origen cristiano y de nombre Soraya[4]. Las cosas se complicaron para Fátima hasta el punto de ser confinada en la Alhambra. Pero la intriga no paró allí, Fátima incitó a su hijo Boabdil a levantarse contra su padre, sintiéndose fuerte con el respaldo de los Abencerrajes[5]. Lograron desterrar a Muley Hacén de Granada y proclamar a Boabdil[6] como nuevo emir de Mohamed XII. Muley Hacén se refugió al lado de su hermano Mohamed Al Zagal en el castillo de Mondújar, en Málaga.

Mientras tanto Loja seguía aguantando las embestidas cristianas, gracias al respaldo de Boabdil. Entonces la estrategia de Isabel y los cristianos varió. Ahora se focalizarían en el monarca musulmán desplazado pero más ducho en las lides de la guerra. Dichos guerreros del Islam recibían apoyo de África, había que cerrar esta brecha. Pero la descoordinación hizo fracasar sus intentos.
De otro lado, Boabdil (“el rey chiquito”), intentando acaparar protagonismo se lanzó a atacar la Villa de Lucena cerca de la frontera, pero la férrea defensa de la ciudad le hizo desistir y huir; la tropa castellana le atrapa. La corona española opta por liberarlo (casi cuatro años después), previos compromisos para debilitar su aparato económico y militar. Boabdil rinde vasallaje a Isabel y promete rendirle tributo en metálico[7]. Antes de soltarlo se procedió a hacer una tala, es decir, a arrasar los cultivos adyacentes a las ciudades importantes, para cortar y restringir el aprovisionamiento de víveres de los vencidos[8].Muley Hacén resistía en Málaga. Pero las poblaciones vecinas iban cayendo una a una bajo el ímpetu de los cristianos. Pero en 1486 cae también Loja (donde Boabdil, violando los pactos de vasallaje cayó preso por involucrarse con los enemigos de la Corona española; en condiciones más onerosas que las anteriores renovó sus compromisos) y un año más tarde tan solo restaba el puerto por tomar, a excepción de Granada por supuesto. Lo demás fue el derrumbamiento de un castillo de naipes. Boabdil decide resistir y se parapeta en la Alhambra, pero a finales de 1491 hubo de rendirse. El 2 de enero de 1492 los reyes católicos ingresan allí poniendo fin al emirato.[9]
[1] El tercer hombre más rico de Castilla, a pesar de ser un hacendado rural. Por supuesto, según la costumbre, estas expediciones militares eran cofinanciadas entre el noble y la Corona, debiéndose distribuir “la ganancia” de la misma manera.
[2] Los fondos de una guerra larga no la podían proveer los nobles, había que recurrir a los judíos y conversos.
[3] Su nombre Fátima significaba “Estrella de la mañana”.
[4] Al parecer hija de un caballero cristiano, Ximénes de Solís.
[5] Clan que estaba resentido con Muley Hacén por antiguas rivalidades no resueltas.
[6] Una marioneta de los deseos de su madre.
[7] La cantidad posiblemente llegaba a doce mil doblas de oro al año. También se estipuló la devolución de varios centenares de prisioneros cristianos; la toma a su vez de rehenes para garantizar el cumplimiento de lo estipulado.
[8] Se quemaban las granjas, huertas, graneros y telares, ubicados hasta dos leguas de la ruta del ejército cristiano.
[9] Díaz Villanueva Fernando. Fernando el Católico. EDIMAT Libros S.A., Madrid España 2005

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Madrigal de las altas torres- historia

Madrigal de las Altas Torres en Ávila, un sobrio palacio hoy convertido en el Monasterio de Nuestra Señora de Gracia; allí nació Isabel I de Castilla ([1], vivió gran parte de su juventud y regresó a ella en varias ocasiones: buscando refugio cuando se enfrentó a su hermano Enrique IV o cuando convocó las primeras Cortes de su reinado. [2]. Pero es también una municipalidad de Ávila en Castilla y León, España.

[1] “Fago vos saber que, por la gracia de nuestro Señor, este jueves pasado la reina doña Ysabel, mi muy cara y amada muger, encaesció de una infanta”. El firmante de esta carta era Juan II, informando a los castellanos del nacimiento de su hija Isabel un jueves santo.
[2] Bibliografia consultada: Ormaechea Ana, Dos en la carretera, en Muy Historia, Número 5/2006, G y J España Ediciones, S. L., S. En C., Madrid.

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Judios y descubrimiento de America

Los judíos y el descubrimiento de América.

El punto de partida de esta secuencia de artículos sobre el descubrimiento de America es una bellísima novela histórica de Newton Frolich titulada (en inglés) 1492 o en español “El Mundo de Cristobal Colon 1492”, Ediciones Martínez Roca S.A., 1991, que recomiendo leer.

La península Ibérica fue refugio tradicional de la comunidad judía, tanto así que cuando Alfonso VII de Castilla (año 1.150 de la Era cristiana) se proclama “Emperador de las Españas” y “rey de las tres religiones”, convoca a rabinos y estudiosos de la Ley desde otras latitudes para asesorarse en su corte. Históricamente han sido prestamistas los judíos, bien sea por las circunstancias volátiles de su permanencia geográfica concreta o por las presiones de la Iglesia oficial. Tuvieron una existencia relativamente estable hasta el año de 1390, cuando fallece su último gran protector: Juan I de Castilla.
En el suplicio decisorio entre morir violentamente o ser expulsados, muchos judíos optaron por convertirse al cristianismo (al comienzo la mayoría, de labios para afuera) con tal de garantizar su supervivencia. A estos nuevos conversos se les llamaba “marranos”, así les decían los “cristianos viejos”.
Pues bien, los judíos siempre fueron hábiles cartógrafos y marineros; por ejemplo, en 1300, Jacob ben Machir ibn Tibon inventa el “cuadrante judaico” para medir la posición de las estrellas; en 1330 Levi Ben Gershon inventa la “báscula de Jacob”, un cuadrante que mide la separación angular entre dos cuerpos celestes; en 1475, Abraham Zacuto (consejero del rey para expediciones marítimas, de la Universidad de Salamanca) elabora las primera tablas astronómicas que dan la hora aproximada de aparición de planetas y estrellas.

Todo lo anterior, para decir que Cristobal Colon (Christopher Columbus), el ilustre navegante responsable directo del descubrimiento de América, se presumía era judío o “cristiano nuevo”. Todo parece indicar que su abuelo (un viejo tejedor judío) había emigrado de Castilla huyéndole a las persecuciones raciales que allí se habían desencadenado.
Pero también eran judíos o cristianos nuevos: Hernando de Talavera, confesor de la reina Isabel de Castilla ,prior del monasterio del Prado y luego arzobispo de Granada, cuya abuela era judía; Tomás de Torquemada, dominico prior del monasterio de Santa Cruz, encargado de dirigir la inquisición; don Luís de Santángel (principal financista de la corona española, receptor de las rentas eclesiásticas de Aragón y cuyo abuelo judío se había hecho cristiano nuevo) quien patrocinó económicamente la expedición de Colón, con 17.000 ducados y, don Isaac Abravanel quien había financiado las campañas anti-musulmanas de Isabel de Castilla. Pero también era biznieto de una judía el rey Fernando de Aragón. Una curiosidad de cierre: para los legos el que Cristóbal Colón partiera hacia el nuevo mundo un 3 de agosto no tiene nada de significativo, pero según estudiosos en la materia, el 2 era día de ayuno, el día de Av y no convenía trabajar. Bien sea el Almirante quien haya tenido injerencia en esto o sus hombres pero se respetó una costumbre muy judía por cierto.

Bibliografía
Attali Jacques. Los judios, el mundo y el dinero. Historia económica del pueblo judio. Fondo de Cultura Económica de Argentina, S.A. Buenos Aires, 2005, páginas 202-218.
Irving Washington. Colón el descubridor. Editorial Claridad S.A., Buenos Aires 1942.

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