Un páis o imperio de Fenicia no existió jamás, solamente un grupo de ciudades independientes, más interesadas en el comercio que en erigir sofisticados sistemas políticos y expansiones territoriales.
Ahora bien, como mercaderes se hacían una implacable competencia y había rivalidad comercial entre ellos mismos (qué no decir con los demás pueblos del Mediterráneo). Es por eso que, pese a hablar una lengua común y a adorar a dioses comunes, jamás constituyeron un Estado.
Hablaban de sí mismos como tirios (habitantes de Tiro), sidonios (Sidón), giblitas (Biblos), cartagineses (Cartago), etc. Y hasta la palabra Fenicia les era extraña, sería un añadido posterior.
Ver también El y Aserah, dioses fenicios; Astarot-Asera; Astarté