¿Por qué los televisores 3D no tuvieron éxito?

Estuve pensando ¿Por qué los televisores 3D no tuvieron éxito? Y consigné algunas de mis impresiones en este post.La tecnología avanza de una manera abrasadora, y una de las áreas más recipientes de estos avances ha sido el mundo del entretenimiento.

Introducción

Lo hemos observado, en el mundo de los videojuegos, en la telefonía, y claro, en los televisores, específicamente los televisores 3D. Pero, ¿Por qué los televisores 3D no tuvieron éxito? ¿Por qué esta idea tan atractiva falló?

A continuación conoceremos cuáles fueron las razones que derribaron por completo la idea de los televisores 3D como una opción de primera para los fanáticos del entretenimiento en el hogar.

La idea de la experiencia 3D es fascinante por sí sola, sin embargo, no basta con esto, pues se comenzarían a notar una serie de inconvenientes en la experiencia del usuario, los cuales comprometían seriamente el disfrute de sus películas. Una caída inesperada para esta propuesta, y en consecuencia, unas pérdidas preocupantes en materia de inversión.

“El salto de la pantalla al espectador”

Esta era quizás una de las principales cualidades que se mencionaban en la cultura popular. Los objetos sobresalían de la pantalla, llegando a activar ciertas respuestas reflejas como consecuencia de la experiencia ahora más “real” entre el espectador y lo que la pantalla le transmite en un determinado momento.

Tan solo necesitaríamos de unas gafas especiales, tradicionalmente conocidas, en su primer momento, por cubrir nuestra mirada con un cristal rojo y otro azul. Al usarlos, la experiencia cinematográfica adquiriría otro nivel, y en definitiva, la experiencia sería algo singular para cualquiera.

Sin embargo, ¿qué ocurriría cuando el 3D quisiera mudarse a nuestras casas? ¿Por qué esta idea dejaría de ser fascinante si ahora tendríamos la dicha de disfrutar de la tercera dimensión en la comodidad de nuestro hogar? Estas son las razones por las cuales la televisión en tercera dimensión no obtuvo el resultado alguna vez esperado por sus compañías.

Desenfoque en la calidad narrativa

La sensación del 3D se convertiría en un recurso muy agotado, por lo que muchas películas darían la impresión de querer impresionar al espectador a través del efecto 3D más que desde la calidad narrativa o semántica de la historia. Esta situación ocasionó el desagrado de cientos de usuarios, quienes además aseguraban los lentes de tercera dimensión sacrificaban calidad en la imagen.

Problemas en la alienación visual

Al menos el 10% de la población presenta problemas en la alineación de sus ojos, lo que les impedía disfrutar de la visión 3D sin importar la tecnología de los lentes. En consecuencia, una porción importante de usuarios no encontraría rentabilidad en la compra de este tipo de televisores.

Gafas polarizadas

Quizás a los usuarios no les resultaría molesto usar las gafas cuando mucho dos horas –como tiempo máximo de duración de una película-. Sin embargo, la situación sería muy diferente cuando hablamos de un uso diario. Muchos usuarios no lograron ajustarse al uso de las gafas, topándose también con problemas en la compatibilidad entre marcas.

Sucede que muchos televisores 3D solo funcionarían con unos lentes tridimensionales específicos, y por lo tanto, sería algo complicado contar con lentes para toda la familia de la misma gama. Además de esto, sería necesario ubicarse en un ángulo relativo a la pantalla muy específico para poder disfrutar de la experiencia 3D, la cual además se decía generaba fatiga visual.

Falta de contenido

Otro de los puntos más graves para los usuarios era el poco contenido que podían disfrutar. No era como si pudieran disfrutar de un repertorio de canales en 3D –como en la televisión tradicional-. No había espacio para todos en cuanto a opciones, pues si bien se llevarían las mejores películas a la tercera dimensión, no sería posible capturar a todos los espectadores.

Factor precio

Inevitablemente hay que destacar el factor precio, uno de los puntos más importantes en la decisión del usuario. Y es que, efectivamente, la consideración de todos los inconvenientes ya antes mencionados, en conjunto ahora con un precio significativamente más elevado, supondría un verdadero problema para optar por los televisores en tercera dimensión.

Una experiencia negativa en la experiencia del usuario

Como se observa, los televisores 3D no fueron capaces de ofrecer una experiencia confortable para el usuario, convirtiéndose, de hecho, en una opción asociada a la incomodidad y a los altos costos, y por lo tanto, descartada en menos de un año. Lo que parecía ser la revolución del entretenimiento en casa, terminó por convertirse en un fracaso rotundo.

Otro de los factores que no permitían que los televisores 3D obtuvieran el mayor de los éxitos era el creciente auge de los Smart TV, una opción que logró dar un nuevo espacio a la televisión como un centro de entretenimiento y gestión de contenidos todavía preparado para ofrecer variedad al usuario desde sus funciones.

Los precios eran aquí otro de los factores, puesto que los Smart TV seguían siendo más económicos que los televisores 3D, lo que terminó por decidir –casi de manera automática- que los Smart TV serían la tendencia del momento.

¿Volverá la experiencia 3D algún día?

La propuesta de los televisores 3D tiene la importante tarea de captar y enmendar respectivamente cada uno de los inconvenientes que sus usuarios habrían experimentado durante su entrada al mercado. Deberán garantizar una experiencia que sea capaz de controlar todos los negativos de los que, hasta el momento, se conoce de la experiencia TV 3D.

Al mismo tiempo, deberá apostarse bajo una gama de precios más accesibles, entendiendo que los precios juegan un papel determinante con la ahora constante y renombrada relación calidad-precio. De lograrlo, estos televisores podrían considerar una nueva oportunidad en el mercado. Ello será definido en el ensayo y error, en la experiencia misma de los usuarios con su compra.

Mientras tanto, la televisión, con la llegada del 8k, sigue ofreciendo innovaciones únicas a sus usuarios, presentándole una experiencia cada vez más reluciente y espectacular desde la comodidad de su hogar. Ello, en conjunto con la Smart TV, sigue haciendo de estos tradicionales centros de entretenimiento un equipo prácticamente imprescindible en casa.

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