En causa y efecto estudiaremos algunas relaciones entre causa y efecto, sobre todo aquellas que nos pueden llevar a confusiones y falsas inferencias de causa y efecto. «¿Qué haces parado en esa esquina gritando y agitando los brazos como orate? -Estoy espantando elefantes. -Pero si aquí no hay elefantes…-¡Por supuesto! Por eso estoy aquí.»
[adsense_id=»1″]
Causa o condición necesaria: Si A no puede suceder a menos que B esté presente, A es una causa o condición necesaria para B. Ejemplo: El agua es una condición necesaria para la vida pues no podemos vivir sin oxígeno.
Causa o condición suficiente: Si C sucede siempre que D está presente, D es la condición o causa suficiente para C. Ejemplo: El tocar una estufa caliente es causa suficiente para quemarse. ¿Sí? Resulta que uno puede quemarse con agua caliente, con un metal al rojo vivo, con un carbón encendido, etc.
[adsense_id=»1″]
Causas o condición contribuyente: Si E es uno de diversos factores que pueden causar F, entonces E es una causa contribuyente de la condición de F. Ejemplo: El ingerir mucha grasa en la alimentación es una causa contribuyente de los problemas de tensión arterial. No es causa necesaria, pues puede producirse por otros motivos. Y no es causa suficiente, pues no todos los que comen alto en grasa tienen problemas de tensión arterial.
Hasta ahora hemos mencionado tres relaciones que, usadas erróneamente conducen a un sofisma donde se confunde la causa contribuyente con la causa suficiente. Expresar que fumar ocasiona cáncer en los pulmones quedaría mejor expresada si aseveramos que fumar puede ocasionar cáncer pulmonar o, en su defecto, que fumar es una de las principales causas del cáncer pulmonar.
[adsense_id=»1″]
Otro posible error surge de no distinguir entre las causas remotas de las causas inmediatas. ¿Recuerdan eso de «por falta de un clavo se perdió la herradura; por falta de una herradura se perdió el caballo; por falta de un caballo se perdió el jinete; por falta de un jinete se perdió el mensaje; por falta de un mensaje se perdió la legión; por falta de una legión se perdió la batalla, por falta de una batalla se perdió la nación «? Es como intentar demostrar que por no tener un clavo perdimos la guerra. Otro sofisma puede surgir de confundir un fenómeno temporal con uno casual. Es el caso de sofisma post hoc, un error que ocurre luego de que una persona arguye que debido a que Y ocurrió después de X, Y sucedió a causa de X. Esto no es necesariamente cierto. Otra posibilidad de errar en nuestro raciocinio ocurre cuando juzgamos que debido a que dos sucesos ocurren simultáneamente, hay una posible relación de causa y efecto entre ellos. Pero también podemos fallar cuando nos precipitamos a extraer una conclusión, etc.
Ver: técnicas de estudio, introducción.
Ediciones 2010-2013, enero 2014
This post is also available in:
Español
