Politicos colombianos

Políticos colombianos es un viejo relato que he rescatado de otros apuntes, sobre escenas de mi pasado y su relación con dichos personajes.
Cuando examino la literatura disponible sobre el proceso 8.000 y veo involucrado a Alberto Santofimio Botero,uno de mis ídolos de infancia,retorno a la provincia en alas de la intermitente memoria: los adultos decían que iba a ser presidente de la República, que es man era el orgullo del Tolima, el mejor orador nunca visto…

Tiempos aquellos cuando Alfonso López Michelsen y su «gallo colorado», le apostaban a la presidencia (y el directorio liberal municipal me regaló un poncho blanco lleno de letreros políticos rojos) y don Tulio Mejía (conservador de raca mandaca)era a juro que me hacía gritar «que viva el partido conservador»…(yo lo burlaba, gritando a voz en cuello, «que viva el partido conser….liberal»).

Siendo infante no comprendía vainas extrañas como los auxilios parlamentarios; para mi inocencia papá tenía plata, tal vez era muy exitoso con la droguería que costeaba los pantalones de pana o los tenis Croydon.

Cada mes, se iba para Bogotá y se demoraba de un día para otro. Al regresar nos traía unos quesos rojos, amarillos(rarísimos a ojos nuestros acostumbrados a comer cuajada y queso campesino), un mercado de ensueño y nos compraba lo que necesitaramos y pagaba deudas…
Si bien es cierto le pedía unas botas de oro a mi taita y él me correspondía con unas Grulla o unas Verlón, seguía creyendo en una inexistente abundancia.
Ahora ya se de que vivíamos durante esos años.
Con toda la rabia que pudiera sentirle al Señor Santofimio por los hechos que se le imputan, en silencio le doy gracias a él y a Alfonso Uribe Badillo, porque hasta las becas para poder estudiar salieron de ahí y la grabadora Silver y hasta un par de fotos…
Hoy, algunos de estos políticos colombianos han fallecido y otros están en la cárcel; la clase política no ha aprendido la lección histórica de respetar los bienes públicos y la credibilidad de dichos caciques anda de capa caída.Se necesita un revolcón en el sustrato cultural de los líderes y de los políticos todos, para que piensen primero en las causas nacionales y regionales antes que en sus propias causas y bolsillos.

Leer: Colegio San Luis Gonzaga de Cali, relato

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