Restos Simon Bolívar

Los restos de Simon Bolívar.
Finalizando el año de 1842 se trasladaron de Santa Marta hacia Caracas los restos del Libertador Simon Bolívar.
Como algunos recuerdan era la expresa voluntad de Bolívar que sus restos yacieran en Venezuela.

El presidente Páez solicitó fondos al Congreso de su país y se dirigió al presidente Herrán. El 4 de agosto por medio de decreto presidencial se ordenó la entrega de los despojos mortales del Libertador, siendo encargados de primera mano el señor gobernador de Santa Marta (el general Posada), así mismo el obispo Luis José Serrano, Joaquín de Mier (dueño de la quinta donde falleció Bolívar), entre otros.
Por Venezuela vinieron a recibir los restos el expresidentes José Vargas, el general José María Carreño, Mariano Ustáriz y Manuel Cipriano Sánchez.
Parte del acompañamiento consistió en un bergatín de guerra inglés, otro holandés, la goleta venezolana «Constitución» y una corbeta francesa.

El 20 de noviembre de 1842, a las cuatro de la tarde, se exhumó el cadáver de Simón Bolívar. Los asistentes a la catedral (donde yacían los restos), vestidos rigurosamente de luto. El Dr. Próspero Reverend, el médico de cabecera del Libertador y quien había hecho la autopsia respectiva, y Manuel Ujeta (jefe político aquel diciembre de 1830 cuando falleció Bolívar) fueron llamados a reconocer los restos de nuestro ilustre personaje.

Se levanta la lápida de mármol de la bóveda, tres cañonazos y los coros respectivos (entonando cantos fúnebres) de la iglesia hacen su irrupción. El cofre mortuorio se componía de dos capas, una interna de plomo que contenía los restos y una externa de madera en mal estado. Desecharon la de madera podrida y tomaron la urna de plomo para ponerla en una caja de madera nueva mandada a hacer para el evento.
Los despojos del libertador fueron vistos de la siguiente manera: el cráneo aserrado horizontalmente; las costillas por ambos lados cortadas oblicuamente (para examinar el pecho); quedaban restos de sus botas una casi entera y la otra desecha.
El día 21 hubo funeral en propiedad y en horas de la tarde fue transportado el féretro al embarcadero. Todo en medio de una ceremonia fastuosa y memorable. El día 22 de noviembre partieron las embarcaciones hacia Venezuela.[1]

Temas relacionados: la gran Colombia.
[1] ARBOLEDA Gustavo. Historia contemporánea de Colombia tomo II (Administraciones de Herrán y de Mosquera) 1841-1849. Bogotá 1919, Librería Colombiana de Camacho Roldán & Tamayo, Casa Editorial de Arboleda & Valencia.

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