Sexualidad siglo xvii

Veamos algunos aspectos de las sexualidad en el siglo XVII, sobre todo desde la perspectiva de la mujer, del matrimonio y de las costumbres.
Es claro que el marido manda sobre las mujeres, hijos, sirvientes, como lo hiciera el rey sobre sus súbditos; la mujer sigue siendo el ser débil, inferior moral, intelectual y físicamente; lo anterior bosquejado en una sociedad aparentemente puritana, la integridad sexual y el estado civil de una persona, daba a la mujer respetabilidad y prestigio social. Y si tenemos en cuenta que las mujeres tenían muy difícil hacer vida independiente del varón, conseguir marido era crucial.

Edad

El mínimo legal para casarse, al menos en Inglaterra eran los 12 años para las damas y 14 años para los señores.

Legalidad

La validez legal del matrimonio lo fijaba una ceremonia llamada Spousals y luego, casi siempre venía una ceremonia religiosa (amonestaciones). Ahora bien, podía celebrarse sin testigos y seguía teniendo validez legal, por eso no sorprende parejas que se casaban a escondidas para burlar la prisión a que los tenían sometidas sus familias que buscaban matrimonios convenidos o arreglados por encima del libre albedrío de los contrayentes.

Libertad

Entre más pobre era la mujer que deseaba casarse, mayor libertad tenía en la elección de su cónyuge. Para todos las demás el amor vendría después de la boda.
La mayor virtud de las mujeres casaderas había de ser la capacidad de administrar una casa de manera eficiente.

El único espacio donde le era posible expresar libremente su sexualidad a la mujer era en el seno del matrimonio(al que debían llegar vírgenes) aunque con severas restricciones, pues el símil que se empleaba era el amor de Cristo por la Iglesia para hablar de relaciones de pareja, lo cual dejaba la pasión y la entrega lujuriosa de lado y le daba prelación al formalismo, a la necesidad y a las apariencias.

Infidelidad

Al menos en la Inglaterra de Cromwell la infidelidad era castigada con la muerte, por lo menos sobre el papel pues en la práctica pocas veces se dio este tipo de ajusticiamientos. Y seamos claros, se esperaba que las mujeres fueran infieles por naturaleza; era deber de sus sabios maridos no dar lugar a que esto sucediera, impidiendo el despertar de su sensualidad.

Flirteo

Los puritanos de las islas británicas pretendían detener el coqueteo entre los sexos, prohibir los desfiles y suprimir las danzas (algo para ellos abiertamente inmoral). Pese a esto. hay algunas cifras preliminares que hablan de un 25% de mujeres embarazadas antes de la boda; esto podía considerarse una falta leve, porque para las mujeres era importante saber si podían tener hijos y de esa forma podían confirmarlo.

Con la restauración de los Estuardo volvió el libertinaje sobre todo en las clases altas.

Hijos y bautizos

Tener un hijo daba prestigio, permitía perpetuar el linaje; la infertilidad era considerada castigo divino y hasta defecto social si se quiere.
De ahí que la ceremonia de bautizo fuera tan importante en la vida de las parejas legítimamente constituidas; era la forma de enterar a la comunidad de manera oficial que el matrimonio había dado sus frutos.

Dar a luz, en los círculos aristocráticos, también se convertía en todo un acontecimiento social al que asistían las amigas de la mujer.
Pocos divorcios o separaciones se veían (aunque se daban por adulterio demostrado o extrema crueldad; la mujer podía heredar pero los cónyuges no podían casarse de nuevo); se hablaba de la nulidad del matrimonio (para lo que se entraba a demostrar impotencia, frigidez; en esta figura la mujer no podía heredar nada). La mejor forma de una mujer ser libre e independiente socialmente hablando, era por medio de la viudez.

Erotismo y literatura

La literatura erótica y pornográfica existía aunque velada por metáforas, eufemismos, dobles sentidos, juegos de palabras y alusiones intelectuales al placer de los sentidos, al goce físico como tal. Había así mismo algo que se ha dado en llamar literatura femenina, donde por lo general, la mujer hace las veces de voyeur, pues el falocentrismo se robaba el protagonismo.

En los poemas del conde Rochester, John Wilmot, se confirma esta clase de aseveraciones y la doble moral imperante, que siempre tendía a favorecer a los varones. En todas las descripciones y giros idiomáticos no menciona a su mujer Corinna, con la que hace el amor (tipo de experiencias que cuenta en sus versos) sino que queda reducida al papel de juguete, como genital femenino con piernas y cabeza, no un ser humano valioso o digno de amar.

Significado de Congreso

La palabra congreso, en algún momento de este siglo, era algo más que una reunión para deliberar sobre investigaciones, estudios o intereses comunes. Significó una ceremonia donde los cónyuges debían demostrar su capacidad de apareamiento sexual en presencia de testigos. Esto de acuerdo con el diccionario de la Academia francesa en 1694, el diccionario de Richelet Pierre de 1727 y aún en el diccionario de Trévoux de 1771.

Ediciones 2013-15-18-2020-21

Leer también: Historia de la sexualidad humana

Referencias en la web
Maridos insuficientes (inglés)
Lenguaje del sexo en el siglo XVII (inglés)
Congreso, evento sexual (francés)
Expectativa sexual para un caballero británico del siglo XVII

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