El jinete polaco es un novela espectacular para mi sensibilidad aunque a la mayoría de mis conocidos les asusta por su cantidad de hojas. Es una historia bien contada, bella, interesante, con una historia de amor latente desde el comienzo hasta el fin, con una honda nostalgia de un mundo perdido.Su autor, Antonio Muñoz Molina.Editorial Planeta, 1991. Su mundo ideal, Mágina, España.Unos de los protagonistas: Nadia Galaz, Ramiro Retratista, Florencio Pérez, Pedro Expósito (su bisabuelo), etc. Los invito, de corazón a que la lean. Pero la razón de ser de este artículo radica en que le dediqué un par de fragmentos a alguien que se marchó del país, como quien hace una ofrenda de amor, en un post que había titulado novela para una despedida. Ahora al traerlo hacia este blog, me arrepentí del nombre…Al fin y al cabo todo lo que hice para retenerla conmigo fue inútil…y ya no está a mi lado…
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«Deseo que se lleve desde aquí, estos trocitos de «El jinete Polaco» del Escritor Antonio Muñoz Molina, Editorial Planeta, Barcelona 1991.(Ya que en su equipaje de 40 kg no caben):
..él, torpe, enconado, silencioso,rebelde,escribiendo diarios de furiosa desdicha en cuadernos de apuntes y odiando la ciudad donde vivía y la única clase de vida que había conocido y que legítimamente tenia derecho a esperar en nombre de otras vidas que le fueron anunciadas por las canciones,los libros y las películas,y mucho antes , cuando era niño, por las voces de la radio y los nombres de ciudades que veía en los mapamundis…
…procaces, estremecidos,inocentes,con una mutua desvergüenza que les fortalecía la ternura, cómplices en el delirio y en la risa, callados de pronto, mirándose tensamente a los ojos, con asombro y pavor,como testigos de un prodigio simultaneo que los traspasaba, vencidos luego el uno sobre el otro, bruñidos de sudor,gastados de caricias…
…Ellos me hicieron, me engendraron, me lo legaron todo, lo que poseían y lo que nunca tuvieron, las palabras, el miedo, la ternura, los nombres, el dolor, la forma de mi cara, el color de mis ojos, la sensación de no haberme ido nunca…
…Aunque no quiera estoy volviendo, aunque habite idiomas extraños y me esconda en ellos en una falsa identidad y camine por ciudades cuyos nombres solo han leído en las bandas iluminadas de aquella radio…aunque Nadia no este tendida a mi lado en la oscuridad y me estreche por la espalda y me diga al oído cuéntame cómo eran, cómo vivían, cómo se imaginaban la forma del mundo, cómo pudieron entender y aceptar que tú te marcharas, de dónde pudieron obtener el coraje y la inocencia necesarias para sobrevivir sin rencor y no ser manchados por el sufrimiento…Pues no les basta mirarse y saber quiénes son con una certeza y un orgullo que hasta ahora habían conocido,como si fueran cada uno el único espejo posible de la cara del otro y también la única figura que sus ojos han deseado mirar: quieren encontrarse en el tiempo en el que aun no se conocían y en el mundo en que ninguno de los dos había nacido…hubo desde el origen un impulso de predestinación o un azar que sin que ni ellos ni nadie lo supiera los protegía y los preservaba, los fortalecía en el infortunio, en la soledad, en la equivocación y el destierro, nacidos cada uno en un extremo del mundo y sin la menor posibilidad no ya de conocerse sino de poseer algo en común….
Leer : ¿Que es historia?
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