Enrique Iv de Castilla-historia-biografia

Enrique IV de Castilla, llamado también Enrique el Impotente. Valladolid 25 de enero de 1425-Madrid 11 de diciembre de 1474, hijo de Juan II de Castilla y de María de Aragón. Teniendo quince años se casó con Blanca de Navarra [1], matrimonio que al parecer no se consumó y fue disuelto en 1453. Un año más tarde accede al trono.

«A mediados del siglo XV la población de la Corona castellana apenas llegaba a los cuatro millones de habitantes. Población sin embargo que la elevaba al primer puesto de la península. Ni Portugal ni Aragón se acercaba siquiera a esa cifra….La mayor ciudad de la corona era sin embargo Sevilla, que no llegaba a los 50.000 habitantes. Algo alejadas en número de pobladores estaban Toledo y Córdoba, en torno a los 30.000…»[2]

En 1455 contrajo nupcias con Juana de Portugal[3] quien tuvo una hija llamada Juana la Beltraneja [4], nacida en 1462 y que se convirtió en la heredera directa de Enrique IV. La nobleza [5] se opuso a que una advenediza aspirara al trono y pedían a Alfonso XII como heredero y logró esto del rey Enrique IV, en Cigales [6], septiembre de 1464. Al año siguiente seguía en inconformismo de la aristocracia hasta el punto de hacer un muñeco semejando al rey Enrique IV de Castilla y burlarse de él a vistas del populacho y espetándole: « ¡A tierra, puto!» y otras denegreces en la llamada Farsa de Ávila.

Empieza una guerra civil entre los apólogos del rey Enrique IV y los defensores de Alfonso XII [7].El rey trató de negociar el matrimonio de su hermana Isabel [8] con un hermano del Marqués de Villena [9] tratando de ganarlo de nuevo para su causa, pero, lastimosamente para el rey, el maestre falleció. En tanto la nobleza rebelde se tomó Segovia.[10]Isabel[11] escapó del alcázar de Sevilla donde estaba recluida y marchó a la fortaleza de Arévalo donde estaba encerrada su madre [12], afectada de un trastorno mental. Lo irónico del caso radicó en que Alfonso XII, rival de Enrique IV su hermanastro, falleció de improviso, y, la única posibilidad de arreglo con los revoltosos era declarar a Isabel como Princesa de Asturias o heredera al trono. En el tratado de concordia entre los hermanos [13] también se acordó que esta solo se casaría con el beneplácito del rey Enrique IV [14]. La intención del rey era casarla con el rey Alfonso V de Portugal y que Juana [15] (la Beltraneja) lo hiciera con el hijo de Alfonso.[16]En tanto procedía a negociar con su homólogo de Portugal, confinó a su hermana Isabel I de Castilla en Ocaña. En diciembre de 1468, cumpliéndose el aniversario del fallecimiento de Alfonso XII Isabel solicitó permiso para ir a Avila a celebrar la respectiva Misa.[17]

[1] Trataba Juan II de apaciguar los exasperados ánimos del infante Juan, consorte de Navarra y heredero de Aragón.
Nota: a nivel histórico se tiende a confundir impotencia con cualquier otro desorden sexual como el homosexualismo, por ejemplo.
[2] Díaz Villanueva Fernando. ISABEL LA CATOLICA. EDIMAT Libros S.A., Madrid España 2005, página 22.
[3] Juana de Avis y Aragón.
[4] Las habladurías de los nobles le imputaban tal criatura a Beltrán de la Cueva, un advenedizo que en 1458 era mayordomo de palacio, en 1461 hacía parte del Consejo Real, sustituyendo al Marqués de Villena, siendo un año más tarde nombrado Conde de Ledesma y Maestre de la Orden de Santiago.
[5] Jalonada por Estúñiga y el Marqués de Villena (Juan Pacheco) y donde concurrieron hasta los obispos de Sevilla y Toledo.
[6] Una localidad cercana a Valladolid.
[7] La crema y nata de la sociedad.
[8] Una adolescente de quince años.
[9] Pedro Girón, maestre de la Orden de Calatrava.
[10] Año de 1467.
[11] Apoyando sin ambages a su hermano Alfonso XII.
[12] La reina viuda Isabel de Braganza.
[13] Tratado de los Toros de Guisando.
[14] Por esos meses su esposa lo había abandonado, huyendo con su amante Pedro de Castilla y su autoridad moral seguía menguando.
[15] «la muchacha» según la llamaba Isabel I.
[16] De esta manera Isabel se convertiría en reina de Portugal y el hijo de Alfonso en rey de Castilla.
[17] Díaz Villanueva Fernando. Op., Cit., páginas 24-35.

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