He hecho un experimento SEO al indexar etiquetas y categorías, con su respectiva descripción propia en el escenario 1; en el escenario 2, no he añadido esta característica y no he permitido la indexación de estas.
El meollo del asunto no radica en la velocidad de indexación que lo da la frecuencia de rastreo; está en darle un valor añadido al sitio tanto para las personas como para los spiders, en la posibilidad de ser encontrado por otras variantes.
Me quedo con la opción 1 del ejercicio aplicado durante 2 meses en mi blog principal con una salvedad: las etiquetas no han de ser genéricas ni mucho menos de una palabra para destacar en un target o nicho, funcionan mejor las concretas de 2 o más palabras. Claro que también me quedo con hasta 5 de estas figuras, máximo 6 cuando es necesario, si bien 2 o 3 funcionan de mil amores.
Ver también: consultor de marketing online , reducir la tasa de rebote, cómo evitar el contenido duplicado
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