La oposicion en Colombia

¿A qué se reduce la oposición en Colombia? Al polo democrático Alternativo, ( el partido verde no es oposición al gobierno de Uribe y los promeseros del partido de la U).

En estos 8 años hemos visto a nuestros pobres cada vez más pobres, el drama de los desplazados en todo su fulgor y sin soluciones a mediano plazo, la corrupción máxima en todas las esferas del poder (y sin organismos de control que se atrevan a investigar ni a juzgar al ejecutivo), los escándalos derrumban a los segundos y terceros al mando pero no tocan al presidente de los Colombianos, mucho dinero para la guerra (somos el país más violento de toda latinoamérica) y pocos resultados tangibles, pues nuestros índices de desarrollo no existen o si los hay, están en rojo…

A los ricos y a las multinacionales en este país les va bien, a la clase media y al pueblo, mal…pero eso no importa, seguímos votando a favor del partido gobernante y sus aires paternalistas (se creen los dueños del poder y convocan a gobiernos de unidad nacional para «seguir adelante»-no nos queda a ese paso sino el despeñadero-) sin atrevernos a cuestionar sus actuaciones ni mucho menos sus promesas.

El partido liberal no es oposición; el partido conservador no es oposición ni mucho menos cambio radical…son lagartos hambrientos de puestos..caterva de vencejos…y sus seguidores no lo han entendido. Pardo, Sanin, Vargas Lleras (¡qué gran decepción!) necesitan poder, son máquinas electorales que hipnotizan e idiotizan a sus seguidores y en situaciones donde el país necesita cuestionamientos serios y autocrítica, ellos se van detrás del partido uribista, colgando «jeta» y recibiendo limosnas burocráticas.

Si bien, como ya dijimos, Mockus no es oposición al régimen, es al menos la alternativa más digna y honesta que nos queda en esta disyuntiva, para enfrentar el mediano plazo con optimismo. El voto en blanco ni mucho menos la abstención son propuestas coherentes que solucionen nuestra crisis. Si tan solo el 40% de los abstencionistas se levantaran a una voz y acudieran a las urnas para escoger la opción más limpia, verde y sin doblez en esta segunda vuelta presidencial, le calmarían los bríos a una camarilla política mañosa y vividora, sin escrúpulos a la hora de dilapidar el presupuesto nacional y el porvenir de nuestros hijos. Pero si así no fuera, entonces los ciudadanos corrientes que no militamos en ningún partido, debemos denunciar los atropellos y desmanes que a diario se cometen contra los humildes por parte de la clase política colombiana, nos toca volvernos oposición esgrimiendo nuestras ideas y llamando las  cosas por su nombre.

Mientras combatamos a la delincuencia y a los alzados en armas (sean estos de derecha o de izquierda) sin tratar convenientemente a las causas que generan estos alzamientos, estamos «en la olla». El país requiere inversión y desarrollo sostenible, empleo (el que dan la pequeña y la mediana empresa, no las multinacionales) digno y estable, educación y oportunidades. Ahí radica el malestar de muchos. Pero es como si armando a los ciudadanos o matando a los pordioseros se solucionara el fenómenos de la mendicidad en nuestra sociedad. Para nada. Es atacando las causas, no los efectos como hallamos salidas. Pero aún el polo Democrático Alternativo calla. ¿Dónde está la oposición? ¿Quien defiende al pueblo colombiano?

Post publicado en Junio 2010

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