El costo de los ajustes

El costo de los ajustes para mejorar suele ser alto frente a no hacer nada por incrementar los índices de rendimiento. Eso hemos hecho con Pc web al recortar la longitud de las urls, que nos permite ganar casi 7 caracteres en nuestra dirección de cada artículo publicado. De momento y hasta nueva orden, los algo menos de 200 artículos aquí puestos quedan algo huérfanos en las búsquedas hasta un nueva indexación que intento apurar publicando reiterativmente. Calculo que unas 72 horas después el grueso de las páginas estará indexada con el nuevo formato y las ganancias en las respectivas posiciones. Es un traumatismo leve y temporal por un resultado más grande a mediano plazo. Por favor paciencia a mis lectores y, recomiendo usar el buscador de la página para hallar las nuevas direcciones de las páginas en formato antiguo (tipo //pcweb.info/2010/11/titulo del articulo), que ahora serán tipo //pcweb.info/titulo del articulo.

Ver: Caicedonia, Diana Uribe en Ibague, la marca, fuente de poder

Novela histórica

La novela histórica me atrapó, considero sin temor a equivocarme, desde cuando aprendí a leer y pasaba tardes completas sentado en el marco de la ventana de mi habitación imaginando los relatos del Antiguo Testamento de forma más fluida.

Pero tal vez algo de culpa en que el género me agrade, radica en la lectura casual que hice de Shinué El Egipcio, el episodio del Bismark, El Etrusco, Yo Claudio, Sangre Azteca, etc. Creo que el encanto de la novela histórica radica en que te dice episodios reales de personajes y tiempos concretos, adosados e hilvanados con ficción alrededor de los mismos, dentro de la misma línea, me explico, no basta con saber que un héroe nació y vivió en tales parajes y nada más, es lógico suponer que tuvo una familia, que estudió alguna cosa por elemental que fuese, se tuvo que haber enamorado o encaprichado de una afición, etc. Detalles, minucias, algo de infidencia así solo fuese fantasía direccionada por un argumento histórico.

La virtud que tiene la ficción, pero sobre todo la novela histórica, es que invita a soñar, se aprende historia y enriquecemos nuestro vocabulario. No sucede igual con el cine, otro lenguaje diferente que a veces intenta presentar argumentos extraídos de nuestra amadas novelas históricas, que si bien puede alimentar nuestra imaginación, la limita, pues entrega su «producto» listo para consumir: ejemplo, un árbol de cerezo con sus frutos a medio madurar, leído puede sugerirnos una imagen particular que si lo vemos como el director nos lo quiere hacer ver en su película. Y así sucesivamente.

La novela histórica se niega a morir pese a los adelantos tecnológicos y los vocingleros geeks que se arraciman frente a sus computadoras. Y no muere porque historias tiene su encanto y a todos los niños y a quienes no perdemos esa particularidad curiosa de los niños, nos agrada que nos narren sucesos, que se explayen los comentarios en torno a un personaje real, que existió, sudó, comió y acertó en contadas ocasiones, pero también se equivocó en otras tantas.

Policia de Stuttgart

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La policia de Stutgart seguramente es un cuerpo de seguridad muy eficiente en condiciones normales y presta sus servicios con unos índices de fiabilidad promedio o superior a la media. Pero este jueves 30 de octubre 2010 se le fue la mano, exageró, abusó de la fuerza, maltrató civiles, personas como usted y como yo, gente que protestaba pacíficamente por la construcción de una nueva estación de trenes, que implica una tala masiva de árboles en el parque Schlossgarten y un mundo de euros en su construcción.

Para disolver la manifestación, la policia de Suttgart recurrió a los siempre presentes gases lacrimógenos, gas pimienta, porras y a los cañones de agua; el asunto es que se ensañó empleando los mismos e hirió a más de 100 manifestantes, de aproximadamente 1.000 ciudadanos (donde habían ancianos y niños) que hacían sentir su voz de protesta, es decir, lastimó casi al 10% del total de los manifestantes. Vaya tíos. Las imágenes mostradas por los noticiarios alemanes son alarmantes, narices rotas, ojos  y mucosas irritadas, niños golpeados y cosas así. Lo otro criticable de la policía de Stuttgart, en este caso concreto, es que sus voceros salgan a defender sus actuaciones, diciendo que es no solamente legal sino conveniente este tipo de violencia desmedida contra civiles indefensos. Terrible.

Ver también: Protestas militares en Ecuador

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