El enfrentamiento de opiniones entre Rush Limbaugh y Sandra Fluke es noticia por estos días en los medios noticiosos del mundo. ¿Quien es Rush Limbaugh? este señor es un periodista y locutor de radio muy famoso en los Estados Unidos por sus actitudes conservadoras (rayanas en lo ridículo a mi juicio); su programa se llama The Rush Limbaugh Show. ¿Quien es Sandra Fluke?
Es una estudiante de derecho de 30 años de la Universidad de Georgetown. ¿Porqué se desató la tormenta mediática? Sandra Fluke se atrevió a opinar que los servicios del Estado o en su defecto las organizaciones como universidades, empleadores, etc., pagaran los servicios de anticoncepción (el control natal) de las mujeres dentro de un seguro de salud dispuesto para tales fines. Ojo: pero también del uso de los anticonceptivos a nivel medicinal más allá de los embarazos (algunos ayudan a prevenir quistes en los ovarios por ejemplo).El locutor de radio arremetió llamándola prostituta (en inglés dijo «Slute» y «prostitute», refiriéndose a ella), e insinuando que si los contribuyentes deberían pagar porque mujeres como Fluke tuvieran sexo (a las mujeres a las que se le paga por tener sexo son prostitutas de acuerdo con su razonamiento), entonces que por lo menos compartiera los videos (donde tuvieran sexo) para que todos pudieran verlos, pues todos los contribuyentes serían proxenetas.
De inmediato la opinión pública, los candidatos presidenciales y el mismo Obama arremetieron contra el presentador. Y no solo eso. Los mismos anunciantes del programa radial tan cotizado se están retirando (van 9 hasta el momento), lo que habría obligado a que Rush Limbaugh, se disculpara por los términos (adjetivos) empleados contra la estudiante, primero el sábado y luego el lunes. Los señores de Premiere Radio Networks Inc., de Clear Channel, empresa que transmite el programa (cuya audiencia se estima en 15 millones de personas, pues es retransmitido por unas 600 estaciones), salió a defender la libertad del señor Limbaugh de expresar sus opiniones aunque cree que por intentar presentar con humor las mismas pudo haberse excedido un poco.
Actos groseros como estos no deberían permitirse en los medios masivos de comunicación, pues perjudican no solo la reputación de una persona sino de todo un género que pretende ser silenciado por la actitud machista y «puritana» de un señor intolerante de las opiniones ajenas.
This post is also available in:
Español
Los comentarios están cerrados.