Capacidad creadora

¿CÓMO PUEDE MEJORARSE LA CAPACIDAD CREADORA?
Hay que señalar, en primer lugar, que la capacidad creadora no tiene ninguna correlación con el nivel de inteligencia. Así, es posible ser superdotado y ser poco creativo y tener un nivel de inteligencia medio y ser un gran creativo.

Sin embargo, de la misma manera que no es posible aumentar el nivel de inteligencia, parece ser que tampoco es posible aumentar el potencial creador que todos llevamos dentro. Pero lo que sí es posible hacer en uno u otro caso es mejora el rendimiento. Es decir, aprender a aprovechar al máximo toda nuestra capacidad, lo cual no se suele hacer normalmente. Así las cosas, el tener más o menos ideas brillantes y felices no dependerá ni de la inteligencia que uno tenga ni de la suerte, sino de una cuestión de método, sistematización y trabajo que ayuden a romper las barreras que obstaculizan el pensamiento creador.

Para mejorar la capacidad creativa

Considérese un genio creativo; escuche su voz interior; sálgase de lo acostumbrado; cambie de escenario; dé con la segunda (o tercera) respuesta adecuada; aprenda a tocar el violín (cualquier actividad que le permita cambiar de ambiente le permite estimular la creatividad); llevarse la contraria (revisar las convicciones más profundas); desactivar la parte crítica del cerebro; convencerse de que hay una solución por lo menos; organizar la presentación acrítica de ideas; escribir de noche (la creatividad está asociada con las ondas cerebrales “zeta”[1] que son mayoría en las horas previas y posteriores al sueño); pasar de las ideas a la acción.
Luego hay que activar la imaginación ejercitándola con pequeñas cosas. Un ejemplo: inventar nuevos productos inverosímiles para nombres de diseñadores. ¿No le suena unos condones Giucci o unos limpiones Pierre Cardin?

Crear también puede definirse como un proceso de Bisociación (Arthur Koestler), donde se reúnen dos hechos o ideas desconectadas entre sí, para formar una sola idea. ¿Cómo? Empiece creando cadenas de palabras así no tengan conexiones lógicas entre ellas.

Otra técnica para generar ideas puede ser imaginar cómo lo resolvería la mayor autoridad del mundo en la materia…o qué tal pensando en cosas de poca importancia aparente respecto del problema entre manos.

O si estimulamos el pensamiento lateral “mediante la discontinuidad”, por medio de la libertad de pensamiento, quedando deliberadamente expuesto a nuevas influencias, pasando de un problema a otro o usando analogías para provocar ideas…

FASES DEL PROCESO CREADOR

Se han hecho intentos por parte de algunos autores, tales como Wallas, Tuska, Rossman, de explicar teóricamente los distintos pasos del proceso creador, pero sin llegar a un acuerdo acerca del número de ellos que pueden existir.

Así, mientras unos afirman que son cuatro, otros hablan de cinco, siete… pero sin que las diferencias, en cuanto a contenido, entre una división y otra, sean muy significativas.

En cualquier caso, lo importante es que cualquiera de los métodos pone de relieve cómo el nacimiento de ideas encaja en el proceso global de la resolución de problemas.

Estos mismos procesos son los que han experimentado los grandes creadores, ya que cuando han recapitulado a cerca de cómo llegaron a una idea que después afectan a la humanidad entera, vemos que básicamente han seguido los mismos pasos:

Preparación o trabajo preliminar

En esta primera fase se hace una recogida exhaustiva de información. Todo lo que puede afectar al problema queda registrado.

Los conocimientos y experiencias previas sirven para combinar y matizar los diversos elementos de la información que se recibe. Todos los factores se combinan tratando de hallar la solución ideal al problema. Las ideas empiezan a fluir, pero ninguna de ellas es la adecuada. Esto hará que se «abandone» el problema, pasando la mente a ocuparse de otras cosas.

Incubación

Esta fase tiene una duración variable. Aunque conscientemente, debido a la frustración sentida por no poder resolver satisfactoriamente el problema (ha habido un abandono), a nivel subconsciente las cosas marchan por otro camino, ya que se sigue ocupando del tema. Es posible que, incluso, en algunos momentos éste vuelva a hacer se consciente y nos sorprendemos a nosotros mismos pensando en el problema, pero nuevamente volverá a sumergirse en las profundidades del subconsciente. Este período al que Hamard denomina estado mental de «descanso de hipótesis u «olvido de las hipótesis», repetimos que puede durar desde minutos hasta años.

Iluminación

De pronto, en un momento determinado aparece la inspiración. Nuestra mente se ilumina (de aquí el nombre de esta tercera fase) y vemos con claridad el problema y la solución al mismo. Aparece ante nuestros ojos como algo claro, como si lo tuviéramos delante y es la solución «ideal». Sin embargo, después podrán surgir modificaciones y mejoras, pero el problema básicamente está resuelto.

Verificación o evaluación

En esta fase es cuando habrá que comprobar la validez del descubrimiento o la idea. Una vez calmada la euforia inicial es cuando hay que confirmar que no se ha dejado seducir por un falso señuelo y que la idea sirve, en efecto, para dar una respuesta adecuada al problema, tratando de analizar, a su vez, las posibles mejoras que pueden dar a su idea.[2]

Tenga presente que todo el mundo presenta resistencia al cambio y, sobre-depende de los demás, que generalmente estamos propensos a los bloqueos culturales y a un bajón en la motivación (o su contrapartida).
Leer también: Ser creativos,
[1] La meditación y la respiración profunda, el biofeedback, entre otras técnicas también generan ondas zeta.
[2] Pudieramos definir otra suerte de etapas alternativas para generar ideas; qué tal si primero analizamos los problemas, los definimos en concreto y de alguna manera este paso (que es un acto creativo) insinúa la solución. Aquí se podría aplicar el principio de Pareto (80/20): El 80% de nuestros problemas son de confusión, el 20% de mejoras.
1- ) Enfoque el problema con perspectiva.
2- ) Planteee el problema con precisión.
3- ) Concrete los objetivos (que han de derivar del planteamiento del problema).
4-) Consiga los datos (Sólo cuando sepa cuáles son los pertinentes; asegúrese que sabe lo que busca)
5- ) Presente varias soluciones.

Ediciones: 1-)Marzo 2010; 2-) marzo 2013; 3-) 1/11/2013

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