La carrera de la información ha tenido varios participantes y relevos. Los antiguos usaban la paloma mensajera, el caballo (por el sistema de postas) y los atalayas[1].
Pues la paloma mensajera alcanzaba una velocidad de unos 45 kilómetros por hora, el caballo unos 60 kilómetros por hora y los atalayas entre 100 y 300 Km. /h. La distancia que podía recorrer una paloma mensajera era de hasta 2.000 Km. (pobres animalitos), el caballo hasta 3.000 Km., los atalayas hasta 4.800 Km. Pero los tres podían mover muy poca información y la reciprocidad era nula. Los problemas que podía tener una paloma mensajera era la intercepción por halcones; el caballo, posibles ataques y robos; los atalayas, que solo eran fiables si habían buenas condiciones atmosféricas.
Luego llegó el ferrocarril y arrasó con los sistemas vetustos. Los primeros trenes lograban hasta 80 Km. /h, la distancia que podían recorrer era de hasta 9.300 Km. (línea transiberiana); el volumen de información que podían transportar era mucha, aunque no manejaba la reciprocidad y tenía como problemas la rotura o bloqueo de las vías.
Vienen a continuación los medios de respuesta inmediata.
En primer lugar aparece el telégrafo (con hilo y sin hilos), que lograba una velocidad de 300.000 Km. /h, con alcance mundial, mucha información y reciprocidad, pero que tenía entre sus problemas, la distancia del receptor.
Luego viene la radio con la misma velocidad del anterior y con cobertura interplanetaria y mucho volumen de información pero con nula reciprocidad (salvo que tenga un receptor –emisor); dentro de sus problemas se señala la interferencia y “ruido”.
Aparece en la lista el teléfono tan rápido como los dos anteriores, de alcance mundial, mucha información y reciprocidad, pero que cuenta dentro de sus problemas la cobertura (telefonía Móvil).
La televisión tiene una velocidad de 300.00 Km. /h, cubre una distancia interplanetaria, maneja mucha información, no tiene reciprocidad y dentro de sus graves problemas está en las interferencias (televisión analógica).
En la cima del curubito viene Internet, con la misma velocidad de los medios de respuesta inmediata; distancia mundial; información, mucha; reciprocidad, si; problemas, fallo de servidores.[2]
Ver también tienes un e-mail
[1] Sistema de espejos, hogueras y semáforos ópticos.
[2] Bibliografia consultada:
Salas Carlos. Hacia la comunicación global, en Revista Muy Historia Número 11/2007, G y J España Ediciones, S. L., S. En C., Madrid.
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