Dos días en Madrid con Google

Narremos los dos días en Madrid con Google. Por fin logré tomar el vuelo hacia la capital española en horas de la tarde hora colombiana. No me hice ilusiones de dormir porque quería ver o sentir algo con el cambio horario en alta mar, supuse.

Pues la mejor forma de pasar el tiempo durante un vuelo tan largo es ver cine y escuchar música.Mezclé y alterné las dos opciones. Fue la noche más corta de mi vida yo creo. Se oscureció pronto y aclaró con prontitud. pero mi reloj biológico iba a su ritmo y con el iba yo también.

Llegamos sobre las 7 am a nuestro destino.Para mí era la 1 de la mañana. En migración no hubo problema alguno, simplemente seguí y pregunté por una casa de cambio para tener Euros en vez de dólares. Luego, me decidí por un tren de cercanías, 2 Euros hasta el centro y de ahí si, tomar un taxi. Ahorré algunos Euros. Por supuesto montar en tren para mi, que no estaba habituado fue toda una novedad, no solo por la comodidad, velocidad sino infraestructura, desconocida en el centro de Colombia, donde vivo.

Andaba supremamente nervioso porque de pronto me extraviara en el trayecto. No, tuve un taxista muy diligente que me llevó de manera óptima hasta la entrada del Hotel NH Jousten Ribera del Manzanares. Por supuesto mis compañeros ya estaban en la sede del evento. Como es costumbre en mí, tomé el teléfono y con Google voice llamé a la casa para reportar que había llegado. No había caído en cuenta que si en Madrid eran las 8 de la mañana en mi hogar era la 1 de la mañana. Con voz adormilada contestó mi pareja y le conté con todo el entusiasmo que me quedaba que ya estaba en el destino. Pensé que a ella no le emocionaba como a mí,pero esto solo duró hasta cuando reaccioné sobre la hora de mi llamada. Dias después pedí disculpas por olvidarme del cambio horario.

Ingresé a hacerme aseo y por obvias razones me demoré debido al sistema de los grifos. En un momento casi cocino al vapor mis partes nobles porque no daba cómo sacar agua fría (mi preferida).Pero al  final lo logré y marché, caminando hacia la locación asignada, no sin antes avisar por whatsapp que ya estaba en la ciudad, a mis compañeros de expedición .No me querían dejar entrar porque no tenía invitación o identificación:

-Señorita, acabo de llegar de otro país, por favor ayúdeme, solo vine a esto.

-No, es que nadie puede entrar sin estos requisitos.

Me alejé de ahí hacia la puerta, decidido a buscar Internet de alguna forma,cuando me llamaron que fuera con alguien a buscar la reunión respectiva. Ingresé, nadie me reconoció, ni siquiera el guía del foro de Google. Bueno, fui avanzando hasta que una niña hermosa del evento preguntó que si yo era Ángel, el que se había quedado del vuelo. Y listo. Formalmente ingresado, escarapela, me ofrecieron pasa bocas y bebida. Tenía mucho sueño pero también mucha ansiedad de integrarme. Afortunadamente ví a Daniel, un secuaz, un buen sujeto de Argentina con el que he podido compartir algunas historias y que lee mis relatos. Para personas sensibles como él es que produzco este tipo de secuencias.

Volví a ver y a saludar a viejos conocidos, fotos van y fotos vienen. Por la tarde noche salir a un sitio donde había  mucha comida y bebida, también mucho pero mucho calor. Nos acostamos tarde y debíamos madrugar.

Puse el despertador. Olvidé un pequeño detallito, en mi móvil seguía con la hora colombiana. Tremendo susto. Pero logré estar medianamente a tiempo. Algunos de mis compañeros no tenían hospedaje para cuando acabara el evento,yo sí aunque no tenía mediana idea como llegar hasta allí. Con otros dos colombianos nos fuimos hasta allí usando Google maps. Logramos alojamiento para uno de ellos y nos instalamos.

Continuará.

Leer también: Odisea día uno del viaje a Madrid, un colombiano en problemas; preparando mi viaje Ibagué-Bogotá-Madrid, relato y anécdotas.

This post is also available in: Español