Diagramar en conjunto la evolución de los homínidos nos ayuda a entender la complejidad y fragilidad misma de nuestra existencia.
El comienzo
Los primeros mamíferos se originaron a partir de un grupo de reptiles primitivos hace aproximadamente 200 millones de años y coexistieron con los dinosaurios durante 130 millones de años. La extinción de los dinosaurios fue seguida por una rápida radiación adaptativa de los mamíferos. La evolución de los primates [1] comenzó cuando un grupo de pequeños mamíferos, semejantes a las musarañas, trepó a los árboles. La mayoría de las tendencias en la evolución de los primates parecen estar relacionadas con adaptaciones a la vida arbórea.
Los dos grupos principales de primates vivientes (Subórdenes) son los prosimios [2] (loris, galagos, lémures y tarseros) y los antropoides[3](monos del Viejo Mundo [4], monos del Nuevo Mundo[5] y hominoides [6])[7]. El análisis presentado hasta el momento sugiere que los gibones, orangutanes, gorilas y chimpancés (antropomorfos)[8] constituyen nuestros parientes vivos más cercanos.[9]
Homínidos
Los primeros miembros del grupo de los homínidos, los australopitecinos [10], se originaron hace más de 4,2 millones de años. Eran pequeños, tenían cráneos simiescos y caminaban erectos. Las especies descriptas hasta el presente incluyen a A. anamensis y A. afarensis, que constituyen el tronco ancestral, y dos linajes divergentes: australopitecinos gráciles -como A. Africanus- y robustos -como A. robustus, A. boisei y A. Aethiopicus-. Los australopitecinos robustos han sido actualmente asignados al género Paranthropus.
El origen de los humanos anatómicamente modernos está en discusión. Se proponen dos modelos: el modelo del candelabro y el modelo de Arca de Noé. La mayor parte de las evidencias, que incluyen el análisis genético, sugieren que los humanos modernos evolucionaron a partir de una población africana que migró hace aproximadamente 100 mil años y que, a medida que se expandía, fue reemplazando a las poblaciones europeas y asiáticas del género Homo [11] establecidas previamente.[12]
Véase:Origen de la tierra y el hombre , Los Fósiles
Notas y piés de página
[1] Son un orden (grupo taxonómico en que se dividen las clases) de los mamíferos.
[2] Los prosimios modernos son mayormente animales arborícolas de tamaño pequeño a mediano y de hábitos nocturnos. En general, se alimentan de insectos o combinaciones de hojas, frutos y flores.
[3] Entre los antropoides, los monos son generalmente más grandes que los prosimios, tienen cráneos más redondeados y, en general, se los considera más inteligentes, aunque ésta es una cualidad difícil de medir. Todos los monos tienen visión estereoscópica completa y son capaces de discriminar los colores y todas las especies tienen hábitos diurnos. Las hembras muestran cuidado parental y los machos pueden desempeñar funciones de protección del grupo. Primates superiores.
[4] Catarrinos.
[5] Platirrinos.
[6] En total tres súper-familias.
[7] O dicho de otra manera más expresiva: antropomorfos, monos y humanos.
[8] Los antropomorfos actuales comprenden cuatro géneros: Hylobates (gibones), Pongo (orangutanes), Pan (chimpancés) y Gorilla (gorilas). Los antropomorfos, con excepción de los gibones, son de mayor tamaño que los monos y, si se compara el volumen del cerebro con el tamaño corporal, el cerebro es también más grande. Todos los antropomorfos son capaces de suspender sus cuerpos de las ramas cuando están en los árboles aunque, entre los antropomorfos actuales, solamente los gibones se mueven principalmente por braquiación, es decir, balanceándose sostenidos de un brazo y luego del otro, con el cuerpo en posición vertical. Se cree que la suspensión vertical ha desempeñado un papel importante en la transición ocurrida desde estructuras corporales asociadas con la posición horizontal característica de los monos del Viejo Mundo y de algunos primates inferiores, hasta la estructura corporal que llevó finalmente a nuestra posición erecta.
Los antropomorfos tienen brazos relativamente largos y piernas cortas y descansan el peso de la parte frontal de sus cuerpos en sus nudillos. Como resultado de esto, aun cuando se encuentren en cuatro patas, sus cuerpos se mantienen parcialmente erectos. Los gibones, orangutanes, gorilas y chimpancés parecen constituir nuestros parientes vivos más cercanos. La gran cantidad de homologías existentes entre estos simios y nuestra especie pone de manifiesto que hemos compartido con ellos un antepasado común más reciente que con ningún otro grupo de primates actuales.
Tradicionalmente, hasta la década de 1980, los humanos eran situados en una familia diferente a la de los orangutanes, gorilas y chimpancés. En las actuales clasificaciones -basadas en recientes análisis de numerosos datos morfológicos, cromosómicos y moleculares- humanos, chimpancés, gorilas y orangutanes forman la misma familia Hominidae, todos descendientes de una especie ancestral próxima. Forman una rama o clado monofilético en el que se distinguen las subfamilias que integran los orangutanes (Ponginae) y la que integran gorilas, chimpancés y humanos (Homininae). Esta clasificación, en la que nuestra especie constituye una unidad taxonómica conjuntamente con los simios africanos, destaca que los integrantes de este grupo comparten un ancestro común más reciente que con cualquiera de los restantes grupos de primates.
La superfamilia Hominoidea, incluye a los gibones, a los grandes simios y a los humanos. Nótese que, en la actual clasificación, humanos, chimpancés, gorilas y orangutanes forman una rama representada por la familia Hominidae, el cual incluye a las subfamilias Ponginae (orangutanes) y Homininae (gorilas, chimpancés y humanos). Esta clasificación, en la que nuestra especie constituye una unidad taxonómica conjuntamente con los simios africanos, representa la existencia de un ancestro común más reciente entre los integrantes de este grupo que entre cualquiera de ellos y los restantes grupos de primates.
Las relaciones evolutivas existentes entre gorilas, chimpancés y humanos constituyen un problema difícil de resolver, dado que el parecido a nivel molecular es muy alto. Estudios recientes han permitido situar el momento de la separación entre los linajes de humanos y chimpancés en 4,6 a 5,0 millones de años y la divergencia entre el linaje de gorila y el de humanos-chimpancés 0,3 a 2,8 millones de años antes.
[9] “Hace mucho tiempo que se advierten los parecidos físicos entre el hombre y los monos antropoides. De hecho, son tan grandes que no permiten ninguna duda razonable sobre su afinidad. Los parecidos surgen tanto si se estudia la estructura general del esqueleto como la anatomía muscular o la disposición de los órganos viscerales, los datos sobre reacciones serológicas y procesos metabólicos, o incluso la estructura del cerebro mismo.
…Por regla general, los fósiles homínidos de los que se dispone hasta hoy día en muestras adecuadas, se dividen en dos géneros. Cada uno de ellos exhibe características según las cuales eran erectos y andaban en dos pies. Ambos comparten una serie de características con respecto al cráneo, que indican la altura supraorbital, el contorno de la frente y la conformación del hueso mastoideo. También la dentición tiene aspectos parecidos. Los dientes son relativamente pequeños y están organizados en arcos parabólicos de curva armoniosa. Los caninos tiene forma de espátula y no existen vacíos diastémicos. Pero si existe una diferencia de importancia abrumadora para el comportamiento. Mientras que el cerebro de algunos australopithecinos era apenas más grande que el de los grandes monos, el del hombre era invariablemente mayor, y en casi todas las especies mucho mayor.”CLARK GRAHAME. La Prehistoria. Alianza Editorial, Madrid , 1981.
[10] Los australopitecinos eran pequeños, tenían cráneos simiescos y caminaban erectos. Las especies descriptas hasta el presente incluyen a A. anamensis y A. afarensis, que constituyen el tronco ancestral, y dos linajes divergentes: australopitecinos gráciles tales como A. africanus, y robustos, tales como A. robustus,A. boisei y A. aethiopicus. Los australopitecinos robustos han sido actualmente asignados al género Paranthropus.
Lucy, la “primera familia” (una notable colección de fósiles, representada por trece individuos) y otros homínidos fósiles bien conocidos, fueron descubiertos en el Triángulo de Afar, en Etiopía. Johanson sostiene que representaban una especie distinta a los previamente conocidos y los denominaron Australapithecus afarensis. Los fósiles atribuidos a la misma especie fueron descubiertos por el grupo de Leakey en Laetoli a 1.600 km de distancia, junto con un grupo de pisadas.
[11] La primera especie representante del género Homo es H. habilis, primer constructor de herramientas, que aparece hace 2 millones de años.
Otra especie posterior es H. erectus, que vivió desde hace unos 1,6 millones de años hasta hace unos 300 mil años, o quizás 25.000 años. En esta especie se advierte un aumento de la talla y especialmente, del tamaño del cerebro, que alcanza en promedio 1.000 cm3, variando de 700 a 1.200 cm3 (valores que se superponen en parte con el intervalo de volúmenes cerebrales de los humanos modernos). El hacha de mano es la herramienta más representativa de este grupo. Algunos grupos, al menos ocasionalmente, ocuparon cavernas y, en etapas posteriores, dominaron el fuego, dos desarrollos que probablemente estén relacionados. Se ha sugerido que la habilidad de utilizar el fuego puede haber sido la clave del éxito de esta especie, ya que les habría permitido solucionar el problema de proveerse de calor en los climas más fríos de las nuevas regiones colonizadas.
[12] Tomado de CURTIS HELENA & BARNES N. SUE. BIOLOGÍA. 6ª EDICIÓN ESPAÑOLA. Editorial Médica Panamericana.
Ediciones 2011-2020