Para el 2014 se espera empezar a reemplazar los ratones de laboratorio con monos trasgénicos, en las pruebas con fármacos y terapias destinadas a humanos.
Como bien se sabe, hasta ahora, se empleaban ratas para tratar de estudiar cómo reaccionan durante una enfermedad, cómo responden al tratamiento, etc.
Pero este tipo de decisiones no está exenta de controversia ética, pues, de alguna forma los monos trasgénicos son primates (parientes genéticos nuestros) y este tipo de manipulación pudiera dar lugar a seres humanos genéticamente manipulados. Y seguramente las organizaciones defensoras de animales tendrán algo qué decir al respecto.
Otro campo de investigación que seguramente se desarrollará más aceleradamente a partir del uso de estos monos trasgénicos, es el de la neurociencia (enfermedades cerebrales) y los test en circuitos neuronales complejos. Enfermedades como el autismo, la esquizofrenia y el Alzheimer su pudieran replicar con éxito para su estudio e implementación de tratamientos eficientes de control.
Vale la pena seguir de cerca la investigación de los científicos Erika Sasaki y Hideyuki Okano de la Universidad Keio en Tokio.
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