Navidad 1 guerra mundial, tregua 1914

Navidad 1 guerra mundial, tregua 1914. Hay historias románticas, tiernas que nos cuentan los mayores, otras que llegan a nosotros vía la prensa o la misma historia.Personalmente me conmovió saber esta si bien la había dejado en el olvido hasta ahora que decidí hacer un resumen al respecto.

La Primera Guerra Mundial duró más de cuatro años, comenzó en el verano de 1914, Italia entró en la guerra en 1915 y terminó en noviembre de 1918.

Fue una guerra larga y agotadora que acabó con los grandes imperios europeos. Los primeros meses fueron muy duros, pero hubo un momento en que las hostilidades se interrumpieron: sucedió el día de Navidad de 1914. Cuando unos soldados franceses, ingleses y alemanes decidieron detenerse por un solo día, confraternizaron antes incluso de jugar un partido de fútbol.

Llamamientos para la tregua de Navidad de 1914

En el mes de diciembre de 1914, se exigió a muchos sectores una tregua en la guerra, y el Papa Benedicto XV también la pidió. Estos llamamientos no fueron escuchados oficialmente, pero en vísperas de Navidad sin haber recibido ninguna autorización, los soldados alemanes, franceses e ingleses decidieron detener las hostilidades.

El 25 de diciembre de 1914 los soldados de las facciones enfrentadas se saludaron con cariño, también hubo quienes decidieron tomar una fotografía y quienes intercambiaron un pequeño obsequio, pero también y quienes decidieron jugar un partido de fútbol, que en Inglaterra era ya era muy popular, pero se estaba convirtiendo en un verdadero deporte en todas partes.

El partido de fútbol jugado en la tregua navideña de 1914 En Navidad, la guerra se detuvo y dos equipos salieron al campo en un partido cerca de la ciudad belga de Ypres.

Se jugó en lo que se llamó una tierra de nadie, es decir, el espacio que delimitaba las dos trincheras. Ese día pasó a la historia, ese juego aún más. Porque aunque parezca verdadera retórica pero los soldados en esos momentos se olvidaron de todos y empezaron a correr tras una pelota.

El 1 de enero de 1915, tras recibir una carta escrita por un médico que seguía a las tropas inglesas, se habló por primera vez de ese juego. Luego estaban los que decían que oficialmente había un desafío entre las formaciones de Tommy y la de Fritz, es decir, entre los británicos y los alemanes.

A lo largo de los años ha habido muchas versiones, hay quienes informaron que los alemanes ganaron ese partido 3-2, pero también quienes declararon que el partido no se jugó en realidad porque el terreno no lo permitía.

Puede que nunca exista una verdad absoluta, pero esta historia sigue siendo maravillosa. Pensar en soldados que se detienen en Navidad y juegan un partido de fútbol es una idea maravillosamente romántica, teniendo en cuenta que las hostilidades se reanudaron al día siguiente.

Aclaración

Fue una iniciativa tomada desde abajo , por los soldados de las trincheras, que espontáneamente salieron a la luz en algunas zonas del frente occidental el 25 de diciembre de hace cien años para ir a saludar y desear a los «enemigos».

Cuando la noticia se difundió gracias a las cartas de los soldados a las familias, los jefes militares de ambos bandos se apresuraron a prohibir otras iniciativas similares: el general Horace Smith Dorrien, comandante del segundo cuerpo de ejército de la Bef, la fuerza expedicionaria británica en Francia, llegó a amenazar con el consejo de guerra para los culpables de confraternización.

Hablando de lo sucedido fueron el primer periódico estadounidense, el New York Times, que dio a conocer la noticia ya el 31 de diciembre, y solo más tarde los periódicos británicos más propensos a la autocensura.

El 8 de enero de 1915, el Daily Mirror fue más valiente que el Times, que había enmascarado la noticia haciéndola pasar por un reportaje deportivo: salió el periódico de hecho, con una fotografía de grupo de soldados británicos y alemanes en la portada.

En Alemania, las cartas de los soldados del frente se publicaron en cambio solo en unos pocos casos raros y siempre eligiendo aquellas con el contenido menos peligroso debido al impacto esperado en la opinión pública.

Moraleja

El «milagro» de la Navidad de 1914 , de dos adversarios que olvidan el odio para unirse en un abrazo fraterno, quedó como un hecho casi aislado (luego hubo otros episodios de «vive y deja vivir» pero nunca tan llamativos) y bien pronto se desvaneció en mito, tanto más cuando el sentimiento popular de los europeos hacia la Gran Guerra cambió de signo: ya no la gloriosa gesta de armas, sino la matanza insensata, que había acabado con una generación.

Por tanto, la tregua navideña fue vista como la demostración de que los hombres son fundamentalmente buenos y de que gobiernos estúpidos e irresponsables los habían empujado a la guerra, tanto que en cuanto tuvieron libertad para hacerlo eligieron la paz y la hermandad.

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