Negocios son negocios

Negocios son negocios (en nuestro inglés atravesado, business are business), describe situaciones habituales en las que se ven involucrados los comerciantes y las empresas en su pugna por el poder y los dividendos.
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Desde la cándida mirada de Hill y Stone en su libro La Actitud mental positiva, con su consigna. “si no tiene dinero…¡Utilice el DOP!”, algo así como el dinero de otras personas, empleando un rígido código de conducta para reintegrar los préstamos, hasta actitudes más rastreras como la empleada por Cornelius Vanderbilt en 1860, cuando descubrió que sus propios socios se habían confabulado contra sus intereses…, cosa que no era raro que ocurriese. Y entonces les escribió una carta: “Señores: Ustedes han tratado de provocar mi ruina. Yo no les llevaré a los tribunales, porque los pleitos son largos. Los arruinaré.
Sinceramente, Cornelius Vanderbilt.”
Y los arruinó. ¿Para qué creen acaso que sirve el poder? (si le preguntaran eso al difunto Darío Echandía les contestaría una babosada).
O qué tal la reacción de J. Pierpont Morgan cuando su socio, el juez (tener socios en la justicia siempre ayuda) Gary le comentaba que algo que se proponían no era legal; Morgan contestó indignado: “Mire usted, a mi no me hace falta un abogado para que me diga lo que no puedo hacer legalmente. Yo le pago para que me diga cómo puedo hacer legalmente lo que yo quiero”. Eso es combate de esgrima frente a pelear a lo criollo, con piedra, madrazo y garrote.
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Por eso no siempre es conveniente imitar lo que hacen los grandes, salvo que uno cuente con recursos para ello.
En cierta ocasión Henry Rogers y William Rockefeller compraron la Anaconda Copper Company sin poner de su bolsillo un solo dólar.
Para empezar dieron un cheque (chimbo o sin respaldo, le diríamos nosotros a un cheque sin fondos como ese) de 39 millones de dólares a Marcus Daly en pago de sus propiedades de la anconda, pero debía depositarlo en un banco, en el National City Bank, sin cobrarlo hasta una fecha X. Después, hacen una sociedad de papel con el sonoro nombre de Almagamated Copper Company donde nombran a empleados suyos como directores. Esta empresa de papel compra la Anaconda Cooper Company. ¿De donde sacó el dinero? De su imprenta. Mandó imprimir títulos de su empresa y pagó 75 millones de dólares con esos títulos.
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Luego los señores Rogers y Rockefeller pidieron un crédito por 39 millones de dólares al National City Bank con el cual cubren el cheque girado con antelación, garantizándolo con los papelitos impresos de la Almagamated. ¿Y después? Lanzan al mercado acciones de la almagamated por valor de 75 millones de dólares, dinero con el cual pagan el crédito al banco y se guardan 36 millones que se ganaron en el negocio. ¡Ay, el mundo de las finanzas!
Porque negocios son negocios[1] (business are business), ¿no le parece?
Leer también: Definiciones de contabilidad , Invertir dinero , importancia del entusiasmo
[1] Nombre que corresponde también a una comedia.

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