Vamos a repasar como concebía la gravedad sir Isaac Newton.
Entre los años de 1665 y 1666 hubo una gran peste que asoló a Cambridge, donde Newton era fellow en el Trinity College. Hubo que cerrar dicho establecimiento y Newton se refugió en Lincolnshire, donde concretó la ley de gravitación universal.
Partiendo de la consideración de que la tierra atrae a los cuerpos, Newton se planteó si dicha atracción existía en la luna o, mejor, si la gravedad era un fenómeno local, exclusivo de la tierra o de sus proximidades, o si era un fenómeno de carácter universal. La deducción a las que llegó Newton fue, que la ley de atracción era una ley universal. Todos los cuerpos del universo se atraen entre sí con una fuerza inversamente proporcional al cuadrado de su distancia y directamente proporcional al producto de sus masas.
Si ay b son las masas de los dos cuerpos y r es la distancia entre sus centros, la ley de Newton se expresa mediante la fórmula siguiente:
F= (G) (axb)/r²
Newton estimó el valor de la constante G (llamada constante de la gravitación universal) partiendo de una evaluación de la masa de la tierra, pero fue el físico y químico Cavendish (1731-1810), quien, 100 años más tarde, determinó con precisión su valor midiendo la fuerza de atracción entre dos pequeñas esferas de masa y distancia conocidas:
G=6,67 x 10 elevado a la -11 Nm²/kg²
Este pequeño post sobre la gravedad en Newton, nos permitirá entender a cabalidad las aseveraciones que haremos en nuestro siguiente artículo.