Poemas de amor

Poemas de amor es una antología de textos poéticos que me gustan y hoy deseo compartirlos con ustedes:
GEOGRAFIA DE DESEOS IMPOSIBLES
Recorriendo tus valles y montañas
Y navegando por tus húmedas
Caricias
Viajo feliz hasta el final del sueño.[1]
Ver también: Postal sin retorno
[1] Poema de José Félix Bazante.

DESEO
Deseo[2], es un poema de la poetisa cundinamarquesa, Claudia Eugenia Abello Gómez:
Flotas en mí/ presintiendo instantes/ casi prohibidos/ y al latir de tu cuerpo/ siento que somos uno/ y vuelvo/ sin fortuna a imaginarte.
[2] En tanto voluntad de de conocer y poseer una cosa. El punto inicial de todo logro. Viene del latin desidium, “placer erótico”, término derivado a su vez del sustantivo que alude a pereza, desidia, estar desocupado.

HAS VUELTO A MÍ[3]
Has vuelto a mí,
Sencilla y llana
Como todas las cosas humildes.
El aire de tus pasos
Entreteje sonrisas
Para toda la tarde.
Del azul de tu falda se han prendido mis sueños…
Para reconciliarme contigo
(Tú y mi corazón de niño)
Me ha sido necesario recurrir al olvido.
Y angosta
Nos ha resultado la calle
Para que pase el recuerdo…
[3] Poema de Luís Eduardo Bobadilla.

Inútil fue el amor.
Inútiles el llanto,
La palabra…
Ya la rosa,
Los pájaros,
El agua
Y aquella exactitud
-luminosa-
En el sueño,
Han reconstruido sus muertes.
Ponte un poco de silencio
Y toca el dolor de mis manos.
Ve que inútil fue el amor.
Y el llanto…
Y la palabra…[4]
[4] ELEGIA ÚLTIMA. Poema de Luís Eduardo Bobadilla.

Buscábamos significados…
Cuantas veces, amor,
Logramos descifrar las tardes
Y cuantas otras,
Sobre la tenue piel de las mañanas
Hicimos soportable el lento paso
De las noches invernales.
Para amarnos siempre fuimos uno:
Como tallos que se nutren de la misma luz,
Como penas que respiran de la misma sombra.
Amor, debes saberlo ahora:
Mi descubrimiento de Dios
Finca sus raíces en ese tiempo simple en que aprendí a nombrarte.[5]
[5] María Mercedes Cadena.

¡Qué lluevan dioses!!!
Estoy listo
Para recibirlos en su ocaso.
Mi vientre hambriento
Pide a gritos sangre añeja.
La savia laxante
De la mentira de los tiempos.[6]
[6] Poema de Daríen Giraldo H. Del libro: Hurgando en la niebla.

URBE SIN TI
Son más de un millón seiscientos mil / metros cuadrados/ y más de siete millones de habitantes.
¿Cómo hallarte / entre tantos pitos / tantos postes / tantas soledades?[7]
[7] Maria Mercedes Lafaurie.

EN MI CUEROPO
En mi cuerpo / he encontrado el tuyo/ y en los dos/ la palabra precisa/ y el instante.
Solo tu piel/ me da la idea/ del desierto/ y en sus arenas/ encuentro aquellos ojos.
Agua fundamental/ fuente/ y herida/ que se prolonga/ cuando te encuentro/ y huyes/ en la mirada/ de los otros.[8]
[8] Poema de Orindo Perdomo Guerrero, del Huila.

Alianza

Seremos / el uno para el otro/ hasta que el odio nos separe,/ amor.[9]
[9] Poema de Gloria Posada.

ESPERA
Vivo muriendo en la espera/ de esa hora que no marca/ tu reloj.[10]
[10] Poema de Maria Isola Salazar Betancourt.

JUNTOS LOS DOS[11]
Juntos los dos reímos cierto día…
¡Ay, y reímos tanto
Que toda aquella risa bulliciosa
Se tornó pronto en llanto!

Después, juntos los dos, alguna noche,
Reímos mucho, tanto,
Que quedó como huella de las lágrimas
Un misterioso encanto!

Nacen hondos suspiros, de la orgía
Entre las copas cálidas
Y en el agua salobre de los mares,
Se forjan perlas pálidas! [12]

[11] En otra versión manuscrita fechada de mayo 17 de 1884,figuraba como “Nota perdida”; también ha aparecido como “Risa y llanto”
[12] Tomado de José Asunción Silva. Obra completa. Edición crítica de Héctor H. Orjuela. Consejo Nacional para la cultura y las artes, México 1992.
….
ESTRELLAS FIJAS
Cuando ya de la vida
El alma tenga, con el cuerpo, rota,
Y duerma en el sepulcro
Esa noche, más larga que las otras,
Mis ojos, que en recuerdo
Del infinito eterno de las cosas,
Guardaron solo, como de un ensueño,
La tibia luz de tus miradas hondas,
Al ir descomponiéndose
Entre la oscura fosa,
Verán, en lo ignorado de la muerte,Tus ojos…destacándose en las sombras. [13]
[13] Poema de Jose Asunción Silva

DESPEDIDA
Desmonto. Mientras bebemos vino:
¿Adonde irás? El mundo me ha engañado:
A mi colina del medio día me vuelvo.
Ve, vete .No pregunto más:
Nubes blancas sin fin, nubes.[14]
[14] Poema de Wang Wei, en traducción de Octavio Paz.

RETORICA
La belleza no está / en lo que dicen las palabras / sino en lo que, sin decirlo, dicen:
No desnudos sino a través del velo / son deseables los senos.[15]
[15] Poema (epigrama) de Vallana, en traducción de Octavio Paz.

LLLAMARÉ[16] / hasta que las puertas de tu ciudad, /fortificada con estatutos inviolables, / me acojan como habitante/ de la vida que en ti se desenvuelve/ igual que la lluvia del silencio /sobre tu cabeza.
Seré el mejor ciudadano/ de la ley de tus labios, / porque sé que riges/ con mandamientos/ de cereales y luciérnagas.
Gradualmente me impregnaré de ti:
Hasta que sea humo tu voz, / aceite en tus ojos/ y levante sobre mis hombros tu futuro.
Cuando llegue el otoño/ te descubriré al rostro de los hombres/ para que en tus vasos alimenticios/ vengan a nutrirse de esperanza.
[16] Hace parte del poema Cirabel, del poeta Homero Aridjis.

PRIMER POEMA DE AUSENCIA
¿Dónde estas, / tus cauces de pájaros/ a quien alimentan, / qué designios cumplen fuera de mí?
Ahora sé/ que no pudimos detener la luz entre los dedos/ y que tus estatutos de gracia/ fueron inútiles para salvarme.
De pronto me has dejado solo/ para medir la tierra.
¿Dónde estás, / qué causa generosa te entretiene?
Pido aquí / tu boca en dos cortada, / el decisivo hallazgo de saberte.
Estoy húmedo, encogiéndome, / se ha devuelto sin ti/ mi crecimiento.
Cómo puedo hablarte, / toco el polvo/ y no te encuentro.
¿Dónde llueves, / cuál es el pasto donde acampas?
Contesta, se han agotado mis ponencias.
Si tú mueres nada existe. [17]
[17] Poema de Homero Aridjis.

CUARTO POEMA DE AUSENCIA
Puede ser que yo sea otro /y que tenga nuevas posesiones, / pero tú estarás perdida.
Volveremos a encontrarnos / en el pasado o en el futuro, / mas nunca en el presente.
Ya no habrá más tiempo de recuperarte, / tú te cumplirás siempre/ y yo seguiré con mi despilfarro.
De todos los días que vienen / ninguno es para mí, / no quiero uno solo, / porque estarás perdida.
Veo pasar manos y ojos/ con la misma indolencia que miro pasarme.
No estarás sola, / tienes un mundo que te acompaña, /una prolongación de instantes bien vividos, / aunque para mí estés perdida. [18]
[18] Poema de Homero Aridjis.

Estos poemas de amor me han ayudado a comprender un poco este sentimiento y a compartirlo con mis amigas..
Ver también: Poemas a Cristobal Colon
Ediciones 2013-18

Poemas de regreso

Estos poemas de regreso, tal vez nunca me la regresen…como efectivamente sucedió pero me ayudan a llorar mi desconsuelo por no tenerla a mi lado.

Mi puerto (Clara Tatiana Buritica).

Aquí estoy/soy tuya. /Sola para ti/me quedo.
Extraviada ando por la vida/esperando tu regreso/en mi puerto/Soy tuya/vuelve al llanto/al lugar que es refugio/de los espíritus/que suben al cielo/cuando se abrazan.

Puerta a la caricia (Piedad Figueroa Arévalo)

Espérame/al final de la tarde/donde es posible/abrir la puerta/a la primera caricia/llévame en tus manos/que tienen la medida perfecta/de mis sueños.
Hazme navegar/sobre las olas/de tu piel/que sabe/a canela encendida.

Poema 4 (Nadia Krupskaia García Rivera)

La tarde trepa a mi cielo sin nubes/consumo un cubo de tiempo en mi café.
No he parado de batirlo/aún no se disuelve y ya quiero irme.
Se hace tarde para salir del pasado…/y sigo aquí/esperando que estés en mi presente.

Sueño (María Mercedes Lafaurie)

Sueño con el día en que tú/en busca de ti mismo/llegues a mi puerta/y por fin te encuentres…

Encuentros y apariciones (Poema de Darío Jaramillo Agudelo)
I
Afuera el frio viento,/el ocre del sol en el crepúsculo,/el azul de un solo tono en el cielo,/y tú lejos, y tú lejos.
II
Dónde estás ahora que te suspiro/y te veo bajo el aire húmedo de un puerto caminando,/los ojos posados en un edificio que se pierde en la niebla/color ámbar,/el ruido de la música y los carros,/a lo lejos una sirena,/y yo aquí,mas lejos,/sin saberte con certeza, inventándote siempre.
III
¿Porqué no tu boca aquí,/porque no sobre mi piel tu aliento, por que no adentro yo de tus abismos?

Vagó toda la noche por calles desiertas
Maldiciendo
Alguien lo llamó por un nombre que no era el suyo
Pero sabía que era a él a quien llamaban[1]
[1] Tomado del Libro de ARANGO José Manuel. Este Lugar de la Noche. IX, página 17.

Vals
Tenía el alma de naranjas verdes,
Y presentía el cenit, jugando a Dios.
Y nos amábamos,
Como paisanos hoscos
Que se necesitan en el extranjero…
No obstante canjeó nuestras trompetas,
Por pasas, higos y piedrecillas de quebrada.
Y los oráculos fallaron amiga.
Si hasta la canción se desgranaba
Con magia en los sentidos.
Ella eligió.
Y jugando a Dios,
Sola, solita ella quedó.[1]
[1] Tomado de mi Libro: Puros cuentos, canciones de Amor

Balada.
Echada la suerte que disipó su aroma,
Agonicé errabundo por collados y puertos
Bebiendo tiempo en secos pensamientos e
Indagando al viento su fortuna.
No sabía.
Resignado ya y confinado en un asilo
Aguardaba ansioso la hoz que segara mi desdicha.
Y la vi pasar:
Tristeza de mirada triste, distintas ambiciones
Rodando cuesta arriba, colisión de estrellas
En mi corazón[1].
[1] Tomado de mi Libro: Puros cuentos, canciones de Amor

Incendio
(Como Ave Fénix), poema de Mara Agudelo.

Me incendiaste…

Cuando regreses por las cenizas
Solo hallarás la sombra de mi vuelo.

Ver otros poemas para una despedida

Poemas aztecas

Aquí van dos poemas aztecas que espero les guste.

La vida es sueño, un poema azteca traducido del nahualt, muy interesante y que aquí, comparto:
«Solo venimos a dormir,/ sólo venimos a soñar; ¡no es verdad, no es verdad / que venimos a vivir en la tierra!
Como hierba en cada primavera, / nos vamos convirtiendo:/ está reverdecido, echa sus brotes, / nuestro corazón.
Algunas flores produce nuestro cuerpo, / y por allá queda marchito».

Sigo haciendo antologías sobre los aztecas; prosigo con el bello poema «sed de inmortalidad»:

«Me siento fuera de sentido,
lloro , me aflijo y pienso,
digo y recuerdo:
Oh, si nunca yo muriera
si nunca desapareciera…
¡Vaya yo donde no hay muerte,
donde se alcanza la victoria!
Oh, si nunca yo muriera,
si nunca desapareciera…»

Ver también: poemas para una despedida, mitologia azteca