Periodo babilónico,historia, judaismo

Periodo babilónico. Concluyendo la Edad de Hierro II empezaría el motejado Periodo Babilónico.

Pero antes de eso narremos lo que los hebreos dieron en llamar la cautividad en Babilonia.

Los babilonios llevaron cautivos a Joaquín, sus familiares y dignatarios cortesanos (mas el clero del templo destruido, así como a expertos en fortificaciones. ..

El jefe de la guardia dejó algunos para viñadores y labradores de entre la gente pobre.(2 de Reyes 25:12, Biblia de Jerusalén)), diez mil personas según 2 de Reyes 24:14-16, aunque según Jeremías 52:28-30, fueron 3.023 personas en una primera fase, lego 832 más, para un total de 4600 personas.

Entre los prisioneros figuraba Ezequiel, cuyo nombre significa Dios Fortifica; en estos primeros años estuvo de parte de Nabuconodosor.
De todas formas, la proporción de deportados en función de la cantidad de habitantes existentes en Judá antes de la destrucción de Jerusalén, unos 75.000 en total (20% de los cuales correspondería a su capital), jamás superaría el 25% del total poblacional.

Esta élite despojada, menguada su autoestima, elaboró un sentimiento de pecado que solicitaba perdón (Pero debido a que la destrucción del Templo imposibilitó los sacrificios que debían hacerse allí según la legislación judía, las nuevas formas de culto oscilaron hacia la oración y la homilía.), sublimando aspectos de sus creencias para alcanzar la redención, que colocara a Israel en posición preferente de nuevo por parte de la divinidad y condujera al aplastamiento de los enemigos nacionales.

(Y creó para sí misma una modalidad de profecía de consolación, donde pueblos enemigos de los judíos como los babilonios caen y son desolados, sencillamente por haber destruido Jerusalén, o mejor aún, por haberse querido elevar por encima de Jehová).

Y Babilonia, hermosura de reinos, gloria y orgullo de los caldeos, será como Sodoma y Gomorra, a las que trastornó Dios. Nunca más será habitada, ni se morará en ella de generación en generación; no levantará allí su tienda el árabe ni los pastores tendrán allí su majada, sino que dormirán allí las fieras del desierto y sus casas se llenarán de hurones; allí habitarán los avestruces y allí saltarán las cabras salvajes. En sus palacios aullarán las hienas y los chacales en sus casas de deleite. Su tiempo está a punto de llegar; no se prolongarán sus días. (Isaías 13:19-22, RV 1995 Edición de Estudio).

O como dice otro profeta: Yo pagaré a Babilonia y a todos los moradores de Caldea todo el mal que ellos hicieron en Sión delante de vuestros ojos, dice Jehová. (Jeremías 51:24, RV 1995 Edición de Estudio)).

El hecho físico de la deportación obligó a preservar la unicidad de costumbres y la distinción como pueblo particularmente elegido, para no ser absorbidos cultural y religiosamente por los imperios que los sometían. El legalismo de la religión israelita fue el factor preeminente, ensalzándose la labor del único poder que no perdía vigencia: el sacerdocio.
Jerusalén no fue destruida pero fue sometida a un tributo fuerte. Un tío de Joaquín, Sedecías(Mattania, de 20 años. O Matanías), fue nombrado gobernador de los residentes allí.


Los egipcios (liderados desde hacía tres años por Haibria (Hofra, o Jofrá) desde años anteriores reanudaron sus actividades de patrocinar la rebeldía en Palestina; Sedecías cambió de bando ubicándose de nuevo al lado de los egipcios.

(En este cambio le estorbaba la labor de Jeremías y lo hizo encarcelar. Enviados de Ammón, Moab, Tiro y Sidón se reúnen en Jerusalén para negociaciones secretas que acabaran con el dominio babilónico.)

Nabuconodosor reestableció el control de Mesopotamia en Occidente (Siria, Palestina y pueblos fenicios), al mando de un ejército que rondaba los 120.000 hombres.Sitió y arrasó Jerusalén (abriendo brechas en sus murallas).

La clásica técnica babilónica incluía incendiar las murallas, pero la sequedad de la tierra y la pobreza de arbustos y árboles los obligó a usar sistemas más clásicos. Aunque haciendo honor a la verdad, el hambre tuvo mucho que ver con la rendición. Nabuconodosor incendiaría el templo de Salomón:

«Con el templo quedó probablemente destruida también el Arca de la Alianza, el sagrario antiquísimo que acompañaba a las doce tribus de Judea e Israel desde la época de su vida nómada. De la cual, en cualquier caso, no se vuelve a saber nada en los periodos que le siguen.» (EISELE Petra, Babilonia, historia de la mítica ciudad, Colección Clío, Editorial EDAF, Madrid 1989, página 64).

No contento con esto hizo incendiar la ciudad entera; capturó a Sedecías que había huido (lo apresaron en Jericó. En su presencia asesinaron a sus hijos, luego fue cegado (No como retaliación personal, el derecho babilónico así castigaba a los traidores) y llevado cautivo a Babilonia. Con ellos fue transportada la nobleza y las clases superiores.

El pueblo, el campesinado y pequeños artesanos permanecieron en el país. Paradójicamente se considera que la historia judía prosigue en Babilonia (con la clase culta, que tuvo ocasión de vivir unida, reforzando sus lazos familiares y de comunidad) y no con la masa del pueblo restante.

Ezequiel hacía un año había variado su discurso por uno que contemplaba el retorno y la restauración de su pueblo.
Quedó como gobernador de Judá, Godolías (Geldayá, antiguo funcionario judío de los gobiernos de Josías y Joaquím.

Su sede gobierno fue Mispá) quien a los pocos meses fue asesinado por los nativos inconformes.(De pronto patrocinados por los amonitas, moabitas y edomitas quienes nunca vieron con buenos ojos la reconstrucción de Israel).

Nuevos grupos de exiliados buscan refugio en Egipto dando paso a la conformación de los judíos egipcios que durante los seis siglos posteriores protagonizarían sucesos relevantes para las dos culturas.Dentro de este grupo se cuenta Jeremías, quien al parecer marchó a la fuerza.

Vivió hasta el fin de sus días en la colonia militar de Elefantina. Los judíos allí establecidos desde los tiempos de Josías construyeron un templo a su dios YHW (diferente trascripción del supremo dios de los otro judíos que lo escribían YHWH) en lugar de una sinagoga normal, violando la pretensión del poder establecido en Jerusalén que se arrostraba la exclusividad y el monopolio del Templo.

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