¿Qué es el pecado?

¿Qué es el pecado? Cuando hablamos del pecado, nos referimos a una acción que resulta en la transgresión de cualquiera de los márgenes que una determinada religión establece. Una acción, ya sea desde el pensamiento o desde un acto físico, ha sobrepasado los límites pactados, denominando pecador a quien se responsabiliza de dicha acción.

Una definición sencilla de acoplar, debido a que se trata de un término que escuchamos en lo cotidiano. Al consultar la biblia, precisamente, en  Juan 3:4, encontraremos que “Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley”, lo que nos permite corroborar la definición previa sobre el pecado.

Ya hemos acordado una definición base para el término. Ahora bien, nos corresponde desglosar una variedad importante de términos relativos al pecado, los cuales, junto a un determinado adjetivo, cambian de manera importante su significado. A continuación, todas las definiciones de pecado que existen. 

Original

El pecado original hace referencia a la primera transgresión que la humanidad habría cometido ante los ojos de Dios. Este evento data en la historia de Adán y Eva, la primera pareja creada por Dios, la cual habría desobedecido su mandato por primera vez en la humanidad, siendo este el denominado pecado original.

Por ello, algunas personas también lo denominan como pecado ancestral, y muchas doctrinas como la cristiana y la católica sostienen que este acontecimiento marcaría para siempre a la humanidad. En consecuencia, el pecado se encuentra en todos los seres humanos, producto de la ingesta del fruto del árbol prohibido. 

A través del pecado original, se pretende explicar la razón por la que la humanidad comete el pecado, así como el origen de este comportamiento. Debido al pecado original, las personas deberán acarrear con:

  1. La vejez y la muerte, como fin de la vida carnal. El ser humano pierde la sanidad perenne, sufriendo de enfermedades y viéndose expuesto a los peligros.
  2. La maldad forma parte de uno de los impulsos de la humanidad, por lo que gran parte de las personas se verán tentadas a cometer el pecado, lo que matará para siempre a sus almas.
  3. Los humanos habrían sido expulsados del edén, siendo condenados a habitar en un territorio hostil, donde deberán coexistir con los problemas como la enfermedad, el egoísmo y la supervivencia.

Para vencer el pecado original, algunas religiones como la cristiana hacen uso del bautismo, lo que enmarca el renacimiento de la vida espiritual, así como la primera santificación. Con ello, la persona puede redefinir su relación con Dios, logrando convertirse en uno de sus hijos.

Qué es el pecado original
Qué es el pecado original

Mortal

El pecado mortal, también llamado pecado grave o serio, es una violación completamente deliberada de los mandamientos de la ley de Dios. El término es usado para referir un acto que ha sobrepasado la moral de Jehová, suponiendo una transgresión crítica a uno de sus principios.

Cuando una persona comete pecado mortal, se dice que esta ha ofendido terriblemente a Dios, lo que acarrea una serie de consecuencias. Para que un pecado sea considerado mortal, este debe ocurrir bajo tres circunstancias en específico, las cuales se presentan de la siguiente manera:

  1. Conocimiento: La persona reconoce la gravedad de sus actos, por tanto, su pecado es totalmente consciente.
  2. Voluntad a favor: A su vez, la persona se encuentra a favor del acto de pecado que comete.
  3. Delito grave: Se refiere a un acto de daños críticos, como lo puede ser un asesinato, un aborto, incesto, robo, etc. 

Cuando una persona comete pecado mortal, se dice que su alma muere, lo que la separará por completo del reino de Dios. Ello supone su ruptura irrecuperable de su relación con Dios, llevándola hacia su perdición luego de su muerte carnal. 

Venial

El pecado venial es un pecado que, en comparación con el pecado mortal, se considera una infracción leve ante la moral de Dios. También se le conoce como pecado leve, y se le caracteriza como un acto de negligencia o desvío ante los mandatos del reino de Dios. Estos pecados son aquellos que se perdonan a través de un acto penitencial.

El término venial es un término que proviene del latín venialis, el cual hace referencia a la gracia y el perdón. En cuanto a su etimología, se refiere a lo redimible y lo perdonable, por lo que, a pesar de suponer una transgresión a la ley de Dios, este puede ser perdonado en un determinado momento.

Cuando una persona comete pecado venial, esta no se separa de Dios de manera permanente y tampoco experimenta la muerte experimental. La consecuencia implica un debilitamiento del espíritu, así como una pérdida en la conexión que siempre mantienen con Dios.

Para que el pecado se considere venial, este debe haber sido cometido sin el conocimiento del pecador, así como sin su consentimiento. En otras palabras, la persona no debería ser consciente de que está pecando, tratándose más bien de un error. Solo así, podrá considerarse que un pecado ha sido venial.

Biblia

Según la biblia, el pecado es la práctica que de violar los mandamientos de Dios, pues el pecado, en esencia, consiste en la violación de la ley. Esto, según la lectura de Juan 3:4; mientras que Juan, 5:17 nos indica que toda muestra de injusticia puede ser considerada pecado, aunque existe un pecado que no lleva a la muerte.

Cuando una persona entiende cuál es el camino de lo correcto, sus acciones ya pueden considerarse pecado cuando esta no sigue dicho camino. Esto, según la lectura de Santiago 4:17 específicamente. 

El término pecado, desde su etimología, hace referencia a “errar el blanco”, lo que advierte que una persona se ha desviado de su camino hacia Dios. Como hemos visto, un pecado puede ocurrir de manera consciente o inconsciente, pues todo dependerá de las circunstancias del mismo.

Según la doctrina cristiana, el pecado puede ser erradicado a través de la búsqueda de Cristo, mientras que la católica sugiere la importancia de una relación plena con Dios. Solo así el pecado puede ser anulado por completo, no solo de la carne, sino también del espíritu de la persona. 

De muerte

El pecado de muerte es una forma de referirse al pecado mortal. Se trata de una transgresión grave sobre los lineamientos de Dios, la cual es penada seriamente a través de la muerte espiritual y el abandono completo de la relación con Dios. Cuando una persona peca de muerte, se dice que ha cometido un error grave ante los ojos de la iglesia.

Para que el pecado deba considerarse un pecado de muerte, este debe ser realizado de manera consciente, bajo la voluntad de la persona y transgredir los principios de la moral de Dios, como por ejemplo, el respeto al prójimo, el amor sincero, el respeto por los bienes ajenos, etc.

Sin embargo, el pecado de muerte no hace referencia a una acción en específico, sino más bien a cualquier acto que viola los lineamientos de Dios, lo que típicamente conocemos como los 10 mandamientos de la ley de Dios. A diferencia de un pecado venial, el de muerte no puede ser perdonado. 

Social

El pecado social se refiere a un acto que un individuo realiza de manera unilateral, el cual termina por perjudicar a otro, o también, a un grupo de personas. Este tipo de pecado viene enmarcado principalmente por una desobediencia de cara a la justicia  de una sociedad, es decir, los derechos entre sus individuos.

Cuando una persona transgrede el derecho de otra, está cometiendo un derecho del tipo social. Si bien esta definición no proviene de ningún precepto teológico, la iglesia católica sostiene que los pecados sociales son el resultado de un cúmulo de pecados en las personas, los cuales pasan a proliferar en la sociedad.

Estructural

El pecado estructural no es más que la conjunción de los pecadores, quienes actúan ante una misma intención y por ende, pecan de manera estructural. No se trata de un individuo, sino de un colectivo, el cual transgrede ya sea a una persona o a un grupo respectivamente. El resultado, el denominado pecado estructural.

En la lectura de la biblia es posible encontrar una variedad de historias en las que se ilustran diferentes ejemplos sobre el pecado estructural. Uno de los ejemplos más clásicos es la adoración de un becerro de oro por parte de los israelitas cuando Moisés se encontraba en el monte Sinaí. 

De esta manera, el pecado estructural puede presentarse en diferentes escenarios como, por ejemplo, manifestaciones violentas, incesto, estafas, etc. Toda acción llevada a cabo por al menos dos o más personas puede considerarse un pecado estructural, siendo este la concentración del pecado social llevado a lo colectivo. 

El pecado estructural supone un problema importante para la sociedad, ya que esto da lugar a la proliferación de acciones que atentan contra el bienestar humano, al tratarse de una cantidad de personas orquestando comportamientos negativos. 

Sus consecuencias

Uno de los elementos más conocidos del pecado es la consecuencia misma. Cuando una persona irrumpe en los mandamientos de Dios, su alma enfrentará ciertas penas, penas que dependerán de la magnitud de sus acciones. Las consecuencias que una persona enfrenta cuando peca son:

  1. Perturba su relación con Dios: La relación con Dios es el principal aspecto que puede verse afectado tras pecar. Mientras una persona se sumerja en el pecado, más lejana se verá su relación con el padre de los cielos. También dependerá el tipo de pecado cometido, es decir, si se trata de un pecado mortal o un pecado venial.
  2. Arrebata el gozo: El gozo se refiere a los niveles más altos de euforia gracias a que existe un vínculo poderoso con Dios (o Cristo, según sea el caso). Cuando una persona peca, pierde gozo, y en tal sentido, su bienestar puede inclusive verse afectado por ello.
  3. Provoca la muerte espiritual: Cuando el pecado abunda en el corazón de una persona, esta se aproxima a la muerte espiritual. Ello significa que su relación con Dios ha terminado, dejando a su espíritu por completo en la deriva. 
  4. El pecado trae más pecado: El pecado solo genera más pecado, por lo que quienes se sumergen en este, difícilmente podrán salir y reconciliar su relación con Dios tal y como lo era en un principio.

De omisión

El término omisión se refiere al acto de no realizar una determinada acción, lo que acarrea ciertas consecuencias. Cuando hablamos de pecado de omisión, nos referimos al pecado que acontece en el momento en el que alguien deja de cumplir con su deber ante la moral de Dios.

En el momento en el que una persona omite una conducta y da paso al pecado, está cometiendo un acto por omisión. Este tipo de situaciones ocurren cuando una persona no ayuda a su prójimo, no actúa según la moral, o en otras palabras, no reconoce su deber como un siervo de Dios. 

El pecado de omisión es lo opuesto al pecado de obra, siendo este último aquel que acontece cuando una persona comete un acto negativo de manera activa. 

Capital

El pecado capital es una forma de referirse a uno de los siete pecados capitales, también llamados cardinales en ciertas ocasiones. Es una lista de los diferentes deseos más primitivos que existen en la conducta humana, los cuales han sido denotados, según el cristianismo, como capitales. 

La idea de esta clasificación es crear un margen en lo que al comportamiento humano se refiere, tratando de moldear las ideas cristianas hacia un estilo de vida sano, basado en la moral de Dios. Es así como los pecados capitales han sido señalados a fin de ser reconocidos como conductas erráticas, con la finalidad de que sean omitidas. 

Los pecados capitales son:

  1. Soberbia
  2. Envidia.
  3. Ira.
  4. Pereza.
  5. Avaricia.
  6. Gula
  7. Lujuria.

El uso de la palabra “capital” para referir a estos pecados se usa debido a que estos representan la base de otros pecados. Por ejemplo, la envidia puede ser la razón por la que una persona roba. Los pecados capitales son, así, la satisfacción de los deseos más primitivos, lo que llega a suponer una transgresión, no solo ante Dios, sino ante las personas.

Por esto, se dice que aquellas personas que se dejen llevar por los pecados capitales, perderán su cualidad humana, convirtiéndose en seres cada vez más propios de sus impulsos y remotos de su capacidad reflexiva. 

Imperdonable

El pecado imperdonable es aquel en el que una persona rechaza el milagro de Jesús, así como su mensaje y su obra. En la lectura de la biblia, podemos observar que muchos de sus milagros eran cuestionados por los fariseos, quienes se mostraban escépticos ante sus poderes, argumentando que se trataba de fuerzas demoníacas.

De este mismo modo, una persona que cuestiona la existencia de Jesús en la actualidad, está cometiendo un pecado imperdonable. En este sentido, todo acto que pretenda erradicar las ideas de que Jesús fue el mesías, así como de su milagro en la vida del ser humano, puede considerarse un pecado imperdonable.

Personal

El pecado personal es aquel que es llevado a cabo por una persona, bajo su entera voluntad y conciencia. Se trata de una acto libre que, de manera individual, alguien realiza ya sea hacia otra persona o un grupo. Es denominado personal porque depende únicamente de una persona y sus decisiones.

Estos pecados son, naturalmente, contrarios a la moral de Dios, por lo que suponen una transgresión a sus mandatos. Quien comete pecados personales, ofende, en tal sentido, la imagen de Dios, afectando su relación y, así, su vida espiritual. 

Fuentes

  1. Agustín, P. (2010). El pecado personal no solo es “personal”. Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Recuperado de: http://repositorio.puce.edu.ec/handle/22000/1477
  2. (2021). Pecados Capitales. Wikipedia. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Pecados_capitales
  3. Iraburu, J. (2021). Pecados mortales, veniales y de omisión. Catholic. Recuperado de: https://es.catholic.net/op/articulos/59145/cat/865/pecados-mortales-veniales-y-de-omision.html

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