Eleonora Brigitte von Breuning nació el 23 de abril de 1772 y falleció el 13 de junio de 1841. La inmortalidad en su vida, radica en que fue amiga y al parecer, amor platónico de Ludwig van Beethoven.
Tenía otros dos hermanos: Cristóbal (13 de mayo de 1771-1841); Esteban ( o Steffen, nacido el 17 de agosto de 1774 y muerto el 4 de junio de 1827, casado en dos ocasiones, una con Julia Vering, quien falleció once meses después de casarse con tal solo 20 años; su segunda boda sería con Constance Ruschowitz, con quien engendraría a Gerhard, confidente de los últimos años de Beethoven y más tarde médico como su tío Wegeler; Lorenzo, también llamado Lenz 177-1798, alumno y amigo de Beethoven).
Cuando Ludwig cumplía 12 años es profesor de música de Eleonora Brigitte von Breuning, mujer que tenía 10.
La familia Von Breuning acogió a Beethoven casi como un hijo. Se dice que el compositor del Claro de Luna amaba a Lorchen (Eleonora) y al parecer era correspondido.
En 1791, para el año nuevo ella escribe: ” /¿Puede tu felicidad/ igualar del todo a la mia?/ Entonces se podría este año /alcanzar el fin supremo. Al señor Ludwig van Beethoven, Vuestra amiga: Lorchen Breuning.
El 1 de noviembre de 1792 (Bonn) de nuevo escribe, encima del álbum de su amigo, tres versos de Herder: “Que la amistad, con el bien, Cruce como la sombra de la noche, Hasta que se apague el sol de la vida”. Vuestra verdadera amiga, Eleonora Breuning.
En julio de 1793 Beethoven le dedica a Lorchen las 12 variaciones para clavicémbalo o piano y violín sobre el “se vuol ballare” de Las bodas de Fígaro, publicadas bajo el opus 1. En una primera carta Beethoven le habla de esta dedicatoria, mientras que en una segunda misiva le dice: “Adiós, amiga mía. Me es imposible nombraros de otro modo, por indiferente que yo pueda seros. Creed, no obstante, que os venero a vos ya vuestra madre, tanto como antes…”.
El 29 de diciembre de 1825 ella le escribe una carta a Beethoven: “Querido Beethoven, ¡desde hace tanto timepo querido!: Era mi deseo que Wegeler os escribiera de nuevo. Ahora que este deseo se ha cumplido, creo que debo añadir todavía dos palabras, no solo para hacer volver aún más vuestro recuerdo, sino para renovar una petición urgente….”
El mismo genio de la música escribiría años después, el 7 de octubre de 1826, a su amigo Wegeler (marido de su amor de juventud): “Tengo siempre presente la figura de tu Lorchen; te lo digo para que veas cuan querido me es todo el amor y la felicidad de mi juventud”.
Al parecer esta relación no tuvo futuro por los orígenes plebeyos del músico, algo que le daría otros contratiempos parecidos a lo largo de su existencia.
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Bibliografia consultada:
Jean y Briggitte Massin, Ludwig van Beethoven, traducido por Isabel Asumendi, Turner Musica (Ediciones Turner), Madrid, 1987
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