Freud y Moises-estudio-ensayo-crítica

Freud y Moisés recoge apuntes extraído de las lecturas hechas en los libros del ilustre psicoanalista opinando sobre la figura de Moisés.Como ya es costumbre, junto dos textos complementarios que había escrito previamente en la plataforma blogger.

Este ambivalismo de la epopeya mosaica, es recurrente (de proponer dos versiones de los hechos), tal vez obligándonos a derivar la existencia de dos fuentes antagónicas, una madianita y una propiamente hebrea; o tal vez a proponer la existencia de dos protagonistas con el celebérrimo nombre de Moisés .

Veamos las justificaciones a esta afirmación:Éxodo 6:26-27 (BJ), reconoce tácitamente la existencia de dos sujetos llamados Aarón y Moisés respectivamente:[1]Estos son, pues, aquel Aarón y aquel Moisés a quienes dijo Yahveh:

«Sacad a los israelitas de la tierra de Egipto en orden de campaña.»Cuando Moisés estaba en la montaña del pacto (sea cual sea su nombre real, Horeb o Sinaí) y tardaba en bajar, reunióse el pueblo contra Aarón; y dijéronle: «Alza, haznos dioses que vayan delante de nosotros; que este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, —no sabemos qué le haya acontecido». 32:1. LXX.[2] Se sigue insinuando la posibilidad de existencia de otro Moisés.

Así mismo, textos con más de 400 años de antigüedad sobre éstos del Pentateuco terminado, corroboran esta información:Oseas 12:13 (TE- 2000).

«Después El Señor por medio de un profeta sacó a Israel de Egipto, y por medio de otro profeta los salvó».

Claro que es prudente esclarecer que las otras versiones no son tan dicientes respecto a este versículo porque lo homologan al mismo profeta (y que del libro de Oseas no tenemos la total certeza que haya sido terminado en vida del profeta ni siquiera inmediatamente después).

Las dos facetas entonces de este adalid (o los dos sujetos con ese nombre) serían (de acuerdo con Freud)[3]:

En primera instancia, un Moisés atonista crédulo y ferviente quien viendo que en su país no funcionó la nueva forma de hacer política desde la religión monoteísta, decidió movilizar a los judíos y formar no solo una nueva religión sino una nueva nación, a la muerte de Akenatón (años después).

Este dirigente egipcio asesinado por el pueblo, al intolerar el exclusivismo asfixiante y tiránico de su líder; un cabecilla iracundo, colérico e impaciente.[4].

El referente sería la tradición que asocia a Moisés como precursor del Mesías y éste en un recuerdo distorsionado del asesinato de Moisés. Según Éxodo 7:1 (DHH)

«Entonces el Señor le dijo a Moisés: —Mira, voy a permitir que actúes en mi lugar ante el faraón, y que tu hermano Aarón hable por ti». Dice así mismo el pié de página, que literalmente traduce que hará de El (Moisés) un dios y a Aarón su profeta. TE- 2000 dice: «…Mira yo te he constituido en Dios del Faraón, y a Aarón tu hermano será profeta o intérprete tuyo.» Algo parecido cuenta la RV 60, BJ, NVI y La N-C.

Su familia y séquito se convertirían en los llamados levitas- y no al revés-, con funciones sacerdotales más no por ello sacerdotes, más bien como clase aparte, escogida, siendo una minoría culturalmente superior al resto.

En segunda instancia, un Moisés madianita (de la región de Qadesh (Massah y Maribah, quien vivió generaciones más tarde y fue el que transformó el concepto de Atón en Yahvé, un dios volcánico)[5], benigno y paciente. El argumento para esta afirmación, surge fundamentado en la introducción de distinciones dentro de la legislación férrea establecida.

Como concesiones y concertaciones de un sumo negociador. Véase Ezequiel capítulo 20 que habla de las declaraciones divinas respecto a que su ley no era buena (escudándose en la obstinación de su pueblo que rechazó en dos ocasiones la ley perfecta).

Además según Éxodo 18:10-12, existían afinidades religiosas entre el pueblo de Madián y el hebreo (es posible que hasta adoraran la misma divinidad y que la religión embrionaria de Israel surgiera de aquel pueblo).

Su epicentro ritual fue Cades[6] Barnea, ubicada en el desierto del Sinaí (o desierto de Sin, divinidad lunar), donde se presume se adoraba a una divinidad lunar así en el proceso de consolidación intrínseco a nivel religioso, haya adoptado premisas solares (cual era el caso de las potencias divinas supremas de los egipcios).

Los arqueólogos lo han identificado con un magnífico oasis: Ein el-Qudeirat, en el Sinaí oriental. Excavaciones en sus alrededores (zona geográfica próxima a la descrita en términos globales) indican que estaba vacío de población humana en el bronce final y solo hasta el siglo X se fundó el asentamiento israelita.

De este modo, no hay evidencia de un «rey de Arad, cananeo en Arad mismo.[7] La cronología histórica desmiente esta versión sublimada y religiosa puesta en el Pentateuco, salvedad hecha, que el Éxodo hubiera pasado en tiempos de David (año 1.000).

Seguimos creyendo que los ejes esenciales del cuento se podían haber manejado desde el año 800 a.C. en los Oráculos de los profetas Amós[8] (2:10; 3:1; 9:7)[9] y Oseas[10] (11:1: 13:4)[11], pero que no se pueden atribuir a una época concreta de la historia universal. Según Deuteronomio 1:46 permanecieron allí muchos días.

Volviendo al circuito cerrado del texto hebreo, hay evidencia literaria de una actividad judicial y legislativa allí: empecemos por el anterior nombre del sitio, Mispat o «fuente del juicio», según Génesis 14:7 (BJ). O con la bendición de Leví (y de Moisés se decía que era Levita) en Deuteronomio 33:8-11[12] que hilvana las funciones sacerdotales de enseñanza y emisión de juicio con Masá y Meriba (zona circundante a Cades).

[1] RV 95, RVA coinciden con esta versión.
[2] RVA, RV 95, RV 60, RV 2000, RV 1865, NVI, N-C, TE-2000, DHH y LBLA también coinciden en la idea.

[3] Tal vez apoyándose también en la oscura referencia de Eusebio, quien citando a Artán, historiador Judío del siglo III a.C., habla de la existencia de un primer Éxodo en la XIII Dinastía. La tradición supone que el otro remezón migratorio ocurrió en la Dinastía XVIII.

[4] Al escuchar estos adjetivos uno se cuestiona las descripciones hechas de la deidad incipiente de los primeros judíos: celoso, implacable y estricto. ¿Serían cualidades divinas o cualidades de la personalidad del líder Moisés, quien en principio fue quien los sacó de Egipto? Si Moisés fue erigido en dios para el Faraón, ¿porqué no serlo para su pueblo?

[5] En Egipto no habían volcanes ni tampoco en las montañas del Sinaí; existían en los límites con Arabia, en la famosa zona de Madián, donde ubicaríamos al hipotético monte Sinaí (cima de la serranía del monte Horeb, la «montaña de Elohim» como en Éxodo 18:5, o el monte Farán como Deuteronomio 33:2 o Habacub 3:3).

Se arguye que estos dos nombres hacen parte del ambivalismo de la narración sobre Moisés, como se supone que habrían existido dos personajes prototípicos, cada uno llamó a su manera el famosos monte de la revelación. Del mismo modo se explicaría el doble nombre del suegro de Moisés.

Era un dios (algunos conjeturan que un demonio) sangriento que rondaba en la noche y se ocultaba del día. Yahvé, en épocas tempranas se asociaba al grupo de las divinidades fecundadoras de la tormenta, el trueno y el rayo, como manifestaciones de supremo poder (Éxodo 19:16) (19:19), (1 de Reyes 19:11).

El fuego del señor cae sobre el holocausto de Elías (1 de Reyes 18:38). Tiene símiles primigenios en Enlil, Anu y Baal; pero el monoteísmo asociado a su nombre es rastreable y semejante al henoteísmo egipcio desde la escuela de Hermópolis, pasando por la teología Menfita y su culto al dios Ptah, la escuela teológica Heliopolitana, el mismo culto a Amón-Ra; qué no de decir de la adoración a Atón (primer monoteísmo de certeza histórica).

Su poder absoluto lo vuelve caprichoso, como cualquier mortal embriagado de dominio.

[6] «santuario» «desierto del fugitivo»También, una persona (casi) sagrada, devoto (masculino) (por prostitución) a la idolatría licenciosa.

[7] MAZAR Amihai,La Edad de hierro I, en AMNON Ben-Tor La Arqueología del Antiguo Israel, Ediciones Cristiandad, Madrid 2004, página 470. La Biblia menciona cómo el rey cananeo Arad atacó a Israel (Números 21:1-3). La arqueología ha descubierto que en este asentamiento (Tel Arad) hay restos de una gran ciudad del Bronce Antiguo (10 Has) pero no del Bronce final (1550-1150 a.C.), cuando el valle se hallaba abandonado y así todo el valle de Berseba. Para la Edad del hierro (periodo del rey David, Salomón, etc…) aparece un fuerte.

[8] Si el libro terminado coincide con la época de actividad profética de Amós, cosa que dudamos, porque según AUSEJO Serafín en su Diccionario de la Biblia (Barcelona Editorial Herder, octava edición, 1981, página 83) la edición definitiva fue elaborada (por amanuenses) después del destierro. Puede querer decir entonces que sobre fragmentos o un cuerpo informe de apuntes atribuidos al profeta, se editó (corrigió y suprimió partes con las que no se estaban de acuerdo, así como se incluyeron otras notas que se creyeron completarían ideas) la edición legada a Occidente. ¿Quién nos garantiza que no son casualmente los detalles sobre Moisés y sobre la Ley, que eran los que se necesitaba justificar dentro de la estructura doctrinal, para que las generaciones posteriores al Pentateuco creyéramos pié juntillas todo su discurso?

[9] (BJ) «Y yo os hice subir a vosotros del país de Egipto y os llevé por el desierto cuarenta años, para que poseyeseis la tierra del amorreo.» « Escuchad esta palabra que dice Yahveh contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que yo hice subir del país de Egipto:» « ¿No sois vosotros para mí como hijos de kusitas, oh hijos de Israel? – oráculo de Yahveh – ¿No hice yo subir a Israel del país de Egipto, como a los filisteos de Kaftor y a los arameos de Quir?»

[10] Se sabe poco de la edición definitiva del texto; se supone, por lo dicho internamente en ese libro, como si el mismo profeta lo hubiera redactado en el tiempo que dice haber vivido: año 750 aproximadamente antes de la Era cristiana. Pero si la constante en los textos bíblicos es la redacción a varias manos (grupo de escribientes en épocas y latitudes disímiles), ¿por qué Oseas habría de ser la excepción? Creemos que tampoco se salvó del alud reformista impulsado por Josías, y que presumiblemente sobre material oral o fragmentos mínimos atribuidos al profeta, se ultimó el libro cual nos llegó a Occidente.

[11] (BJ) « Cuando Israel era niño, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo.» « Pero yo soy Yahveh, tu Dios, desde el país de Egipto. No conoces otro Dios fuera de mí, ni hay más salvador que yo.»

[12] Para Leví dijo: Dale a Leví tus Urim y tus Tummim al hombre de tu agrado, a quien probaste en Massá, con quien querellaste en las aguas de Meribá, el que dijo de su padre y de su madre: «No los he visto.» El que no reconoce a sus hermanos y a sus hijos ignora. Pues guardan tu palabra, y tu alianza observan. Ellos enseñan tus normas a Jacob y tu Ley a Israel; ofrecen incienso ante tu rostro, y perfecto sacrificio en tu altar. Bendice, Yahveh, su vigor, y acepta la obra de sus manos. Rompe los lomos a sus adversarios y a sus enemigos, que no se levanten.

El encuentro de Moisés con su suegro en Éxodo 18 en la región, da a entender que por imperfectas que fueren, ya había un cuerpo de leyes y que lo requerido era un procedimiento judicial más correcto y una pedagogía de la ley.

La breve historia sobre la curación de las aguas en Mará (Éxodo 15:23-26) menciona la promulgación de estatutos.[1] Esta clase de sucesos reafirma que respecto a la alianza mosaica habían dos tradiciones, una madianita-israelita radicada en Cades y la “oficial” (la que se impuso con posterioridad) radicada en el Sinaí.

Este dualismo fundamental continúa después en la forma de los nombres de Dios, Elohim y Yahvé, los dos reinos, el de Judá e Israel; y en la contravención significativa de la religión oficial y la profética.En el Antiguo Testamento, por fuera del llamado Tetrateuco (cuatro primeros libros del Antiguo Testamento), se cita el desierto del Sinaí sin comentario alguno como la estación número 15 de las 42 del recorrido.

¿Qué pasó con el don de la Ley? ¿Y con el rol de Moisés? El nombre Sinaí figura en los siguientes poemas, cuya datación no conocemos: Deuteronomio 33:2[2]; Jueces 5:5[3] y Salmos 68:9-18 (Ver también Deuteronomio 26:5-9, 6:21-24, Josué 24:2-13) pero también sin conexión a la Ley o a Moisés.

¿Conocían estas leyendas los autores preexílicos? Tal vez no pero los postexílicos sí. (Nehemías 9). Los profetas clásicos primitivos guardan absoluto silencio sobre los acontecimientos del Sinaí: Isaías 11:16[4]; Jeremías 32:21[5]; Oseas 11:1[6], 12:10[7] y 13:4[8]; Amós 2:10 (ya reseñado), 3:1[9], 9:7 (ya reseñado) y Miqueas 7:15.[10]

Estos mismos señores callan sobre el posible protagonismo de Moisés y sus hermanos en estos “lances”: Oseas 12:4 y Miqueas 6:4; sobre el tiempo en el desierto: Jeremías 2:2-6, Oseas 2:26 y 13:5; por último Amós 2:10. Del mismo modo siguen callados sobre la alianza de Yahvé con sus padres: Jeremías 7:22. 11:7, 31:32; 34:13; Ezequiel 20.

En ningún momento citan la proclamación de los mandamientos por parte de Moisés en el Sinaí.Otros relatos hablan de su periplo entre Egipto y Canaán estando ausente los mismos sustantivos mencionados. (Jueces 11-14-18) y donde se transmite la explosiva conclusión de que Cades era la meta del viaje, la base para la ocupación de Canaán (Números 12:16-14, 55; 32:8; Deuteronomio 9:23 y 14:6-7).

El líder israelita (si realmente se le podía endilgar tal ciudadanía) fue llamado dos veces a rescatar a Israel de la servidumbre, la primera vez en 3:1-17[11] y la segunda en 6:2-13. Es significativo asimismo traer a colación el parecido estructural y el vocabulario mismo entre la misión de Moisés y el llamado de Jeremías[12] (Jeremías 1:1-19): los dos se excusan de su torpeza para hablar y Dios promete estar con ellos y pondrá palabras en su boca.

Moisés se declara en propiedad «incircunciso de labios (o de lenguaje)» y entonces Aarón entró a ser su intérprete o intermediario (¿o sería que Moisés no entendía la lengua hebrea o si lo hacía tenía un acento pésimo y requería ayuda de alguien que hablara fluido?).En el desarrollo del personaje se siguen manejando cantidades prototipo como los tres meses que está oculto el niño, y las siete hijas del sacerdote madianita.

[1] Luego llegaron a Mará, porque era amarga. Por eso se llama aquel lugar Mará. El pueblo murmuró contra Moisés, diciendo: « ¿Qué vamos a beber?»Entonces Moisés invocó a Yahveh, y Yahveh le mostró un madero que Moisés echó al agua, y el agua se volvió dulce. Allí dio a Israel decretos y normas, y allí le puso a prueba. Y dijo: «Si de veras escuchas la voz de Yahveh, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, dando oídos a sus mandatos y guardando todos sus preceptos, no traeré sobre ti ninguna de las plagas que envié sobre los egipcios; porque yo soy Yahveh, el que te sana.»

[2] (BJ) Dijo: Ha venido Yahveh del Sinaí. Para ellos desde Seír se ha levantado, ha iluminado desde el monte Parán. Con él las miríadas de Cadés, Ley de fuego en su diestra para ellos.

[3] (RV1865) Los montes se derritieron delante de Jehová, este Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.

[4] (BJ)habrá un camino real para el resto de su pueblo que haya sobrevivido de Asur, como lo hubo para Israel, cuando subió del país de Egipto.

[5] (RV1865) Y sacaste tu pueblo Israel de tierra de Egipto con señales y portentos, y con mano fuerte, y brazo extendido, y con espanto grande.

[6] (BJ) Cuando Israel era niño, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo.

[7] (BJ) Yo soy Yahveh, tu Dios, desde el país de Egipto: aún te haré morar en tiendas como en los días del Encuentro.

[8] (BJ) Pero yo soy Yahveh, tu Dios, desde el país de Egipto. No conoces otro Dios fuera de mí, ni hay más salvador que yo.

[9] (RV1865) OID esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel: contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así.

[10] (RV1865) Yo le mostraré maravillas como el día que saliste de Egipto.
[11] (BJ)…Ahora, pues, ve; yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto.»
[12] Siendo considerado Moisés proto-profeta por excelencia, su misión sería presentada al estilo de un gran profeta pre-exilíco como lo fuera Jeremías.

Ver también: Moises, esposas y teofanía