Londres 43-1216 historia

Sigo con la historia de Londres, esta vez años 43-1216 de nuestra era.

Numerosos vestigios de origen romano (muralla, santuarios de Mitra…) atestiguan una importante actividad comercial, cuya intensidad creció tras la conquista de Bretaña por Claudio, en el año 43 de nuestra era. Ocupada por Aulo Plaucio, y llamada desde entonces Londinium (forma latinizada del toponimo celta señalado en etimología de Londres), la ciudad se desarrolló sobre la futura Cornhill, en la salida septentrional de un puente situado en el eje de la actual Gracechurch Street, un poco aguas abajo del puente de Londres sobre el Támesis.

Puerto , a la vez fluvial y marítimo, primera encrucijada de las calzadas de la provincia romana, Londinium se convirtió en un centro muy activo del tráfico internacional, desde los tiempos de Nerón.
Es Tácito quien para el año 60 de nuestra era la menciona como un epicentro comercial.

La revuelta de Boudicca, o Boadicea (una reina, soberana de la tribu de los Iceni), obligó al gobernador C. Suetonio Paulino a evacuar la ciudad, que fue incendiada el año 61 por cuenta de los britanos. Despoblada por la huida o el asesinato, nuevamente incendiada hacia el 120 de nuestra era, se recuperó rápidamente bajo la protección del Cripplegate Fort, incorporado a finales del siglo II a la muralla de la ciudad. El nuevo muro marcó de hecho los límites de la «City», en cuyo interior se alzaron una basilica de 500 pies de longitud, construida en el limite septentrional del forum, un templo a Mitra y dos termas. Ocupada por el «archipirata» Carausio de 286 a 293 y luego por su prefecto del pretorio Alecto de 295 a 296, fue salvada de la destrucción por Constancio Cloro, como lo testifica un medallón de oro encontrado en Beaurains, cerca de Arras, en 1922. En él aparece la ciudad de Londres bajo la forma de una mujer que saluda al césar vencedor.

Fue reforzada con bastiones construidos con los restos de tumbas o monumentos de piedra de épocas anteriores, elocuente testimonio de la inseguridad reinante en el siglo IV.

En 407, las legiones evacuaron la ciudad, que debió quedar semi-desierta durante los siglos V y VI. En 604 fue la sede de un obispado, provisto de su correspondiente catedral: San Pablo. pero en 616, coincidiendo con la muerte de Etelberto, rey de Kent, su primer titular,Mellitus (m. 624) fue expulsado por la reacción no creyente.Suplantado por Canterbury como metrópoli religiosa de Inglaterra, Londres se desarrolló básicamente como centro comercial gracias a la convergencia de las vias romanas, que hacían afluir a los comerciantes, como lo testifca la obra de Beda el Venerable y los vestigios de alfarería de Ipswich y de la región renana, descubiertos en 1962. Base de las expediciones de saqueo danesas a partir de 871-872, fue reconquistado Londres en 886 por el rey anglosajón Alfredo el Grande, que reforzó sus defensas. La ciudad, desprovista de toda autonomía municipal, ya que su administración dependía de un funcionario real, el bailío del puerto, y dividida en «sokes» o jurisdicciones privadas concedidas por el rey a eclesiásticos o laicos de alto rango, fue con frecuencia sede del Witan sajón.

Londres fue durante mucho tiempo el centro animador de la resistencia a la invasión danesa; no admitió a la ciudadanía urbana a ningún mercader de esta nacionalidad hasta la ascensión al trono del rey Canuto II el Grande, en 1017. Atrajo también a los comerciantes de Colonia y a otros mercaderes alemanes; en el siglo xi, Londres fue uno de los centros principales del comercio de la Europa noroccidental.

Londres, que pudo escapar a las consecuencias nefastas de la conquista normanda gracias a su pronta sumisión al vencedor de 1066, alcanzó en esta época mayor superficie y población. Bien defendida por la Torre blanca, edificada por orden de Guillermo I el Conquistador, que hizo de este edificio fortaleza, palacio real y prisión a la vez, la ciudad figuró desde entonces como la auténtica capital política y económica del reino.
sus notables, «los grandes barones de la ciudad» obligaron a Enrique I a poner en sus manos el arrendamiento de impuestos tanto de la ciudad como del condado de Middlesex, y autorizarles para nombrar sus propios sheriffs. Participaron en la elección de Esteban I en 1135, se asociaron bajo juramento para eliminar a la emperatriz Matilde en 1141; durante la ausencia de Ricardo Corazón de León, ayudaron a Juan sin Tierra (1167-1216) a desplazar, en 1191, al canciller William Longchamp (m. 1197), asumiendo el título de summus rector totius regni. En recompensa por estos servicios, la burguesía londinense obtuvo, ese mismo año, autorización para convertirse en municipio. La medida fue abolida por Ricardo, a su regreso de Palestina; no obstante, la ciudad fue regida en adelante por un mayor (major, alcalde) elegido, si bien obligado a prestar juramento a la corona, y por veinticuatro aldermen (uno por barrio), escogidos obligatoriamente entre los mercaderes de la ciudad, en virtud de la carta promulgada en 1911 y confirmada en 1215 y 1221. A partir de 1249, estas elecciones eran ya de por vida. En virtud de los artículos 12 y 14 de la Carta Magna de 1215 (suprimidos más tarde), el rey tenía la obligación de consultar a la ciudad antes de imponer nuevos impuestos a sus súbditos. En 1216, Londres acogió favorablemente al príncipe real Luis de Francia. Tal vez esta actitud explique el hecho de que la corona suspendiera por dos veces el «municipio» (en 1239 y 1257).

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