Pensando en la vejez

Hace muchos años vengo pensando en la vejez, no como escenario utópico sino necesario y real para mi vida y la de mis seres queridos.En ese orden de ideas, vivir saludablemente es crucial para que esta sea llevadera durante la etapa cumbre. Ya sé que la mayoría de enlatados y encurtidos debidos a las sales y aditivos han de ser proscritos de mi dieta, que las bebidas gaseosas, café, té y semejantes, solo deben existir en los estantes de las tiendas, al igual que las bebidas alcohólicas, los cigarrillos y las drogas.

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He comprendido que las papas fritas, los productos alimenticios listos para usar o que lleven algún tipo de aditivos químicos, al final me van a enfermar o a acentuar los síntomas de males como migrañas,procesos cancerígenos, etc. Es decir, no puedo eludirlos al 100% pero si la mayor parte de estos. Mi mente ha captado que el consumo de agua pura y de fibra en mis comidas, no solo sacian el hambre y la sed sino que depuran el organismo. Y pudiera extender la lista casi hasta el infinito (Ver también radicales libres). Pero no, lo que en realidad quiero decir sobre pensar en la vejez tiene que ver con el sucio dinero, sobre como enfrentar los gastos de esta etapa de nuestras vidas.

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Es claro que el sistema de pensiones está en entredicho hace mucho y hasta en rojo sus cifras, por eso mueven cada rato la fecha de jubilación en todos los sistemas y cada vez hablan de porcentajes menores del sueldo como mesada (ya van en el 65% del promedio del salario). Y esto es así porque el dinero de los fondos de pensión, son la caja menor de muchas instituciones más grandes o el dinero que se invierte por política estatal en negocios quebrados.

Es preciso abrir los ojos y no ilusionarse con que este ingreso pensional vaya a ser la gran panacea, puesto que será muy inferior al salario final de una persona. Hay que tener alternativas. La bolsa de valores y los fondos de inversión pudieran ser opciones dignas de considerar pero hay que estar encima, pues sus vaivenes son raudos y al menor descuido, adiós capital.La gente debe olvidarse de inversiones muertas, a largo plazo en estos mercados; hay que saber cuando entrar pero también cuando salir (es lo que la mayoría ignoramos).Tener un negocio puede constituir salida siempre y cuando sea eso y no un trabajo adicional. El asunto es,en últimas, visionar con tiempo el plan B y llevarlo a cabo con tesón y disciplina. Ahorrar es el primer paso, pero sin dejar los fondos ociosos.

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Y pensando en la vejez no puedo olvidarme de apostarle todo al futuro, máxime sabiendo que la vida no la tenemos comprada y que cada día es un regalo del destino. Por eso creo que hay que sonreír y arrancarle momentos felices hoy a la vida en tanto discurrimos hacia nuestras metas; por eso valoro la compañía de mi pareja hoy no suceda que mañana sea tarde para hacerlo; por eso gozo con las pequeñas satisfacciones que mi hijo pueda depararme. Es factible que mañana no despierte y todo el castillo de naipes se vaya al piso.

Y al igual que el Vendedor más grande del mundo, estoy aprendiendo a desligar trabajo de casa y viceversa (y eso que trabajo desde el hogar), para ser altamente productivo en los dos casos y acicalar estos espacios de la mejor forma.

Leer también: el juego del dinero, educación y dinero

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