Luna y cultura es un resumen de lo que ha significado la luna para nuestros antepasados.
Para los seres humanos, de los cuerpos celestes visibles sin necesidad de telescopios, es la luna la que se nos parece ser la más cambiante. En los primeros tiempos la llegada de la luna nueva era saludada con gran alegría, por considerar que la luna renacía de entre los muertos; la luna llena, a su vez, era motivo de celebración y merma de la ansiedad, mientras que el eclipse de luna generaba temor.
En religión y mitología la luna tiene una variedad de roles. Es personificada por una divinidad masculina o femenina o, como el sol,ser considerado un objeto que ha sido lanzado al cielo por algún ente sobrenatural. Puede ser conjeturada como bienintencionada o malintencionada, mujer u hombre, perseguido o perseguidor, una divinidad de la destrucción o del nacimiento y el crecimiento.
Desde los albores de la civilización se asoció a la luna con la menstruación en las mujeres, dando lugar a que se reconociera la luna como guardiana del ciclo femenino y el nacimiento. En relación con la lluvia, el rocío y las mareas, la luna puede promover el crecimiento de la vegetación o traer funestas inundaciones.
De otro lado, la luna ha servido para medir el tiempo desde las sociedades de cazadores. En los climas tropicales, donde el inclemente sol se manifiesta en todo su esplendor, la luna se considera benéfica, sobre todo por los nómadas y conductores de caravanas.
Como un dios masculino, la luna aparece como el toro fuerte del cielo que cuida de sus vacas, las estrellas, o como la divinidad sacrificada, el hijo o amante de la diosa madre. En su rol divino, la luna trae medicina y alivio, facilita el parto, contribuye a la putrefacción de los cadáveres y recibe a los muertos.
Las fases de la luna, dieron pie a que se pensara que la luna moría y renacía, convirtiendose en parte de los rituales funerarios y de resurrección. El posterior descubrimiento de que la luna es el cuerpo celeste más cercano a la tierra, dio lugar a que se pensara que la luna era la morada de las almas, como una estación a la inmortalidad. Pero eso no fue todo.
El imaginario cultural asoció las fases de la luna con el ciclo de fertilidad de las mujeres y, por tanto, se establece un nexo con la luna como triple divinidad, que preside no solo el nacimiento y la muerte sino tambien con la iniciación.
La luna se convirtió en parte de la triada compuesta por Hekate, la diosa del inframundo y, Artemisa, la diosa cazadora cuyos perros eran las estrellas. a veces incluso la diosa Isis se sumaba a la agrupación. En este sentido las cualidades de la luna eran la fertilidad, la humedad, el cambio, la oscuridad y la magia.
En la china antigua, donde todo el universo se repartía entre dos tipos de energía, la luna se consideraba Ying (contrario al sol, que era Yang).
Las gentes tendían a creer que la luna creciente era una suerte de presagio, mientras que el menguante era algo peligroso.
La oscuridad de la luna era el momento para la recogida de hierbas para ser usadas en hechizos y maldiciones. La luna nueva o llena era en cambio el instante preciso para hacer magia blanca. Como araña, hilandera o tejedora, la luna se asemeja a las tres parcas que giran y tejen el destino del hombre.
La luna está a menudo vinculada con el sol, bien sea como padre, hijo, esposa, hermana o hija. A veces, dependiendo de la cultura, la luna y el sol son gemelos, siendo la luna la más débil y por tanto la encargada del inframundo mientras que el sol cabalga en lo alto.
Frecuentemente ambos son considerados como los barcos que cabalgan a través del éter como en el océano. A menudo, el sol viaja en un carro tirado por cuatro caballos blancos. La luna es tirada por dos caballos blancos, o por un toro, un ciervo, o un gallo.
El animal de la luna es generalmente el toro, por aquello de la media luna que evoca los cuernos, o la liebre, por su fertilidad; el oso, del mismo modo se asocia con la luna, al despertar de su hibernación, siendo como el ciclo muerte-resurrección, así como cambien se asocia a la luna con el caracol y la rana, puesto que se retira vuelve a aparecer o por ser una criatura acuática.
Leer también: mesolítico y neolítico religión; religión minoica; luna en la astrología occidental.
Ediciones 2009-17-18-21