Factores económicos que afectan el marketing

Factores económicos que afectan el marketing. Los factores económicos desempeñan un papel importante en la configuración de las estrategias y actividades de marketing de las empresas. Estos factores afectan al poder adquisitivo y al comportamiento de los consumidores, al panorama competitivo y a las condiciones generales del mercado. Relaciono aquí, algunos factores económicos que pueden afectar al marketing:

Factores económicos que afectan el marketing
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Crecimiento económico

El estado general de la economía, incluidos factores como el crecimiento del PIB, las tasas de empleo y el gasto de los consumidores, puede influir en las estrategias de marketing. Durante los periodos de crecimiento económico, los consumidores tienden a tener un mayor poder adquisitivo y pueden estar más dispuestos a gastar en artículos discrecionales.

Esto puede crear oportunidades para que las empresas promocionen sus productos o servicios e inviertan en esfuerzos de marketing para atraer a los consumidores.

Recesión económica

Por otra parte, durante las recesiones económicas, el gasto de los consumidores puede disminuir y las empresas pueden tener que ajustar sus estrategias de marketing para centrarse en propuestas de valor, descuentos o iniciativas de ahorro de costes.

Las recesiones económicas, que son periodos de contracción económica caracterizados por la disminución del gasto de los consumidores, la reducción de la actividad empresarial y el aumento del desempleo, pueden tener implicaciones significativas para las estrategias y tácticas de marketing.

Durante una recesión económica, los comportamientos y preferencias de los consumidores pueden cambiar, y las empresas pueden enfrentarse a retos como la reducción del gasto de los consumidores, el aumento de la competencia y presupuestos más ajustados. Por lo tanto, es importante que las empresas adapten sus estrategias de marketing para afrontar con eficacia los retos que plantea una recesión económica. Estas son algunas de las formas en que las recesiones económicas pueden afectar al marketing:

  • Cambios en el comportamiento de los consumidores: Durante una recesión económica, los consumidores pueden ajustar sus hábitos de consumo, volviéndose más cautelosos y sensibles a los precios. Pueden dar prioridad a las compras esenciales sobre el gasto discrecional y recortar en artículos o servicios no esenciales. Como resultado, las empresas pueden tener que reevaluar sus mensajes de marketing, sus precios y su propuesta de valor para adaptarse a los cambios en el comportamiento de los consumidores y responder a sus necesidades y preocupaciones.
  • Mayor atención al valor: Durante una recesión económica, los consumidores tienden a ser más conscientes del valor y buscan productos o servicios que ofrezcan el mejor valor por su dinero. Es posible que las empresas tengan que hacer hincapié en el valor y los beneficios de sus ofertas en sus esfuerzos de marketing, destacando cómo sus productos o servicios pueden satisfacer las necesidades de los consumidores y proporcionar soluciones rentables.
  • Presupuestos de marketing ajustados: Las recesiones económicas a menudo conllevan presupuestos más ajustados para las empresas, incluidos los presupuestos de marketing. Las empresas pueden tener que reevaluar su gasto en marketing y dar prioridad a las tácticas de marketing rentables que puedan generar el mejor retorno de la inversión (ROI). Esto puede implicar la reasignación de recursos de marketing a tácticas más específicas y mensurables, como el marketing digital o las redes sociales, que a menudo ofrecen opciones rentables en comparación con las formas tradicionales de publicidad.
  • Mayor énfasis en la retención de clientes: Durante una recesión económica, la retención de clientes se vuelve aún más crítica, ya que la adquisición de nuevos clientes puede ser más difícil y costosa. Las empresas pueden tener que centrarse en crear y mantener relaciones sólidas con los clientes, ofrecer un excelente servicio de atención al cliente y aplicar estrategias de retención como programas de fidelización, ofertas personalizadas y promociones específicas. Retener a los clientes existentes puede proporcionar un flujo de ingresos más estable y ayudar a las empresas a capear la recesión económica.
  • Agilidad y flexibilidad: Las recesiones económicas pueden ser impredecibles, y las empresas deben ser ágiles y flexibles en sus estrategias de marketing para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. Esto puede implicar el seguimiento de las tendencias del mercado, el comportamiento de los consumidores y el panorama competitivo, y la realización de ajustes oportunos en las campañas de marketing, los mensajes y las tácticas para seguir siendo relevantes y responder a las necesidades y preferencias cambiantes de los consumidores.
  • Innovación y diferenciación: Las recesiones económicas pueden brindar a las empresas la oportunidad de diferenciarse de la competencia. Las estrategias de marketing innovadoras, los mensajes creativos, las ofertas únicas y las marcas distintivas pueden ayudar a las empresas a captar la atención del consumidor y diferenciarse de la competencia. Durante las recesiones económicas, las empresas que son capaces de innovar y ofrecer propuestas de valor únicas tienen más probabilidades de captar cuota de mercado y mantener la fidelidad de los clientes.

Renta disponible: Factores económicos que afectan el marketing

La renta disponible de los consumidores, que es la cantidad de dinero que les queda después de pagar impuestos y cubrir sus necesidades básicas, afecta a su poder adquisitivo y a su comportamiento de gasto. Una mayor renta disponible puede conducir a un aumento del gasto de los consumidores, lo que puede crear una demanda de productos y servicios más caros o de lujo.

Las empresas pueden tener que ajustar sus estrategias de marketing para dirigirse eficazmente a estos segmentos de consumidores. Por el contrario, una menor renta disponible puede hacer que los consumidores sean más sensibles a los precios y busquen productos o servicios orientados al valor. En estos casos, las empresas pueden tener que centrarse en estrategias de marketing rentables, como promociones, descuentos o precios asequibles.

Confianza de los consumidores

La confianza de los consumidores, que mide su optimismo o pesimismo sobre el futuro de la economía, puede influir en su disposición a gastar. Una mayor confianza del consumidor puede provocar un aumento del gasto, mientras que una menor confianza del consumidor puede dar lugar a una disminución del gasto. Las empresas deben tener en cuenta los niveles de confianza de los consumidores a la hora de desarrollar estrategias de marketing, ya que pueden influir en el comportamiento de los consumidores, incluida su disposición a comprar, probar nuevos productos o realizar gastos discrecionales.

La confianza se construye con el tiempo a través de experiencias positivas, la reputación de la marca, las opiniones de los clientes, las recomendaciones boca a boca y la comunicación transparente de la marca o empresa. La confianza de los consumidores desempeña un papel importante en la percepción que tienen de la credibilidad, fiabilidad e integridad de una marca. Cuando los consumidores confían en una marca o empresa, es más probable que consideren sus productos o servicios y estén dispuestos a realizar una compra.

Las estrategias de marketing eficaces pueden generar confianza en el consumidor transmitiendo los valores de la marca, demostrando experiencia, proporcionando información relevante y valiosa, y relacionándose con los consumidores de forma genuina y auténtica. Los esfuerzos de marketing dignos de confianza pueden establecer una imagen de marca positiva, crear conexiones emocionales y fomentar relaciones a largo plazo con los consumidores.

Los patrones de compra pueden verse influidos por factores como las preferencias, necesidades, motivaciones, demografía, influencias sociales y confianza en una marca o empresa. Es más probable que los consumidores compren productos de marcas en las que confían, y sus pautas de compra pueden verse influidas por el nivel de confianza que tengan en una marca. Las marcas dignas de confianza tienen más probabilidades de atraer compras repetidas, fidelidad de los clientes y recomendaciones positivas de boca en boca, lo que puede influir aún más en las pautas de compra.

Inflación

La inflación, que se refiere al aumento general de los precios de bienes y servicios a lo largo del tiempo, puede afectar al poder adquisitivo de los consumidores y a los costes de producción de las empresas. Una inflación elevada puede mermar el poder adquisitivo de los consumidores y reducir la demanda de productos o servicios, por lo que las empresas pueden tener que ajustar sus estrategias de marketing en consecuencia.

La inflación también puede repercutir en el coste de producción, como los costes de las materias primas, la mano de obra y el transporte, lo que puede afectar a las estrategias de fijación de precios, la gestión de la cadena de suministro y la rentabilidad.

Alta

Una inflación elevada, que se refiere a un aumento sostenido del nivel general de precios de bienes y servicios en una economía, puede tener implicaciones significativas para las estrategias y tácticas de marketing. La inflación puede repercutir en el poder adquisitivo de los consumidores, en sus preferencias y en los costes de las empresas, lo que a su vez puede afectar a las decisiones de marketing. Estas son algunas formas en las que una inflación elevada puede afectar al marketing:

  • Cambios en el comportamiento de los consumidores: Una inflación elevada puede reducir el poder adquisitivo de los consumidores a medida que aumentan los precios, lo que provoca cambios en sus pautas de consumo. Los consumidores pueden recortar su gasto discrecional y volverse más sensibles a los precios, buscando alternativas más baratas o cambiando sus preferencias hacia productos o servicios más asequibles. Las empresas pueden tener que ajustar sus estrategias de marketing para hacer frente a los cambios en el comportamiento de los consumidores, como la reevaluación de precios, propuestas de valor y ofertas promocionales para alinearse con la sensibilidad de los consumidores a los precios y el cambio de preferencias.
  • Alteración de la demanda de productos y servicios: La inflación puede afectar a la demanda de diferentes productos o servicios, ya que los consumidores pueden dar prioridad a los artículos de primera necesidad frente a las compras discrecionales. Las empresas pueden tener que evaluar los cambios en la demanda de los consumidores y ajustar sus esfuerzos de marketing en consecuencia. Por ejemplo, las empresas pueden tener que cambiar su enfoque de marketing hacia productos o servicios esenciales que se ven menos afectados por la inflación, o destacar el valor y los beneficios de sus ofertas para justificar los aumentos de precios o mantener la lealtad de los clientes.
  • Aumento de los costes de marketing: La inflación puede suponer un aumento de los costes para las empresas, incluidos los costes de marketing. Los costes asociados a la publicidad, las promociones, la compra de medios de comunicación y otras actividades de marketing pueden aumentar a medida que suben los precios de diversos insumos y servicios. Las empresas pueden tener que evaluar cuidadosamente su presupuesto de marketing y asignar los recursos estratégicamente para garantizar la rentabilidad y mantener el retorno de la inversión en marketing. Esto puede implicar dar prioridad a los canales y tácticas de marketing que ofrezcan un mayor rendimiento y explorar alternativas rentables, como el marketing digital o las campañas dirigidas, para optimizar el gasto en marketing.
  • Retos de fijación de precios: La alta inflación puede plantear retos a las empresas a la hora de fijar y ajustar los precios de sus productos o servicios. La rápida evolución de los precios en el mercado puede dificultar a las empresas la determinación de estrategias óptimas de fijación de precios. Las empresas pueden tener que evaluar cuidadosamente las condiciones del mercado, el panorama competitivo y los comportamientos de los consumidores para fijar precios que sean percibidos como justos y razonables por los consumidores, manteniendo al mismo tiempo la rentabilidad. La comunicación transparente con los consumidores sobre los cambios de precios, las propuestas de valor y los factores de coste puede ser crucial para mantener la confianza y la lealtad de los consumidores.
  • Centrarse en el valor y la diferenciación: En épocas de alta inflación, los consumidores pueden ser más conscientes del valor y buscar productos o servicios que ofrezcan el mejor valor por su dinero. Es posible que las empresas tengan que hacer hincapié en el valor y los beneficios de sus ofertas en sus esfuerzos de marketing, destacando cómo sus productos o servicios pueden satisfacer las necesidades de los consumidores y proporcionar soluciones rentables. La diferenciación mediante propuestas de valor únicas, estrategias de marketing innovadoras y una marca distintiva puede ayudar a las empresas a destacar entre la competencia y captar la atención del consumidor en un entorno sensible a los precios.
  • Planificación a largo plazo: La alta inflación puede crear incertidumbre en el entorno empresarial, y las empresas pueden necesitar adoptar una perspectiva de planificación a largo plazo en sus estrategias de marketing. Esto puede implicar analizar cuidadosamente las tendencias del mercado, los comportamientos de los consumidores y el panorama competitivo para tomar decisiones de marketing informadas que puedan soportar las presiones inflacionistas a largo plazo. Las empresas también pueden tener que considerar la diversificación de su oferta de productos, la exploración de nuevos mercados o segmentos de clientes, y la creación de estrategias de marketing resistentes que puedan adaptarse a las cambiantes condiciones económicas.
  • En resumen, una inflación elevada puede tener implicaciones significativas para las estrategias y tácticas de marketing. Las empresas deben evaluar cuidadosamente los cambios en los comportamientos de los consumidores, los patrones de demanda, los costes y los retos de fijación de precios, y ajustar sus esfuerzos de marketing en consecuencia. Hacer hincapié en el valor, la diferenciación y la planificación a largo plazo puede ayudar a las empresas a superar los retos de la alta inflación y mantener la fidelidad de los clientes y el éxito empresarial.

Tipos de cambio

Para las empresas que se dedican al marketing internacional, los tipos de cambio pueden influir significativamente en sus estrategias de marketing. Las fluctuaciones de los tipos de cambio pueden afectar al coste de importación o exportación de bienes y servicios, a las estrategias de fijación de precios y a la rentabilidad. Las empresas deben tener en cuenta los riesgos e incertidumbres de los tipos de cambio a la hora de planificar sus estrategias de marketing, incluidos los precios, el posicionamiento de los productos y la selección de mercados.

Panorama competitivo

Los factores económicos también pueden afectar al panorama competitivo, ya que los cambios en la economía influyen en el comportamiento de los competidores. Por ejemplo, durante una recesión económica, los competidores pueden adoptar estrategias de precios agresivas, promociones u otras tácticas de marketing para ganar cuota de mercado. Las empresas deben ser conscientes de esta dinámica competitiva y ajustar sus estrategias de marketing en consecuencia para mantener su competitividad.

Economía y marketing

La economía y el marketing son dos disciplinas estrechamente relacionadas que estudian cómo las personas toman decisiones y se comportan en el mercado.

La economía proporciona el marco teórico y las herramientas analíticas para comprender los factores que influyen en la demanda de los consumidores, la oferta de los productores, el equilibrio del mercado, la elasticidad de los precios, el excedente del consumidor, el excedente del productor y el bienestar social.

El marketing aplica estos conceptos y métodos para diseñar, aplicar y evaluar estrategias que creen valor para los clientes y las partes interesadas. El marketing también tiene en cuenta los aspectos psicológicos, sociales y culturales del comportamiento del consumidor que no se reflejan en los modelos económicos. Integrando la economía y el marketing, los directivos pueden optimizar sus decisiones y alcanzar sus objetivos con mayor eficacia y eficiencia.

Ley de los rendimientos decrecientes en marketing

La ley de los rendimientos decrecientes es un concepto económico que también puede aplicarse al marketing. Sugiere que hay un punto en el que la eficacia de una actividad o inversión de marketing empieza a disminuir, y es posible que nuevos incrementos de esa actividad o inversión no generen rendimientos proporcionales. En otras palabras, a partir de cierto punto, los beneficios o resultados incrementales obtenidos de los esfuerzos adicionales de marketing pueden disminuir.

La ley de los rendimientos decrecientes puede manifestarse en diversas actividades y estrategias de marketing. Lo entenderemos mejor con algunos ejemplos:

Publicidad

En publicidad, la ley de los rendimientos decrecientes puede aplicarse a la frecuencia y el alcance de los anuncios. Al principio, aumentar la frecuencia o el alcance de un anuncio puede aumentar el conocimiento de la marca, el compromiso de los clientes o las ventas.

Sin embargo, a partir de cierto punto, los consumidores pueden sobreexponerse o cansarse del mismo mensaje, lo que reduce la eficacia del anuncio. Es posible que un mayor aumento de la frecuencia o el alcance no genere el mismo nivel de resultados e incluso podría provocar efectos negativos, como la fatiga del anuncio, molestias o una disminución del rendimiento de la inversión.

Marketing por correo electrónico:

En el marketing por correo electrónico, la ley de los rendimientos decrecientes puede aplicarse a la frecuencia y el volumen de los correos electrónicos enviados a un público determinado. Al principio, el envío regular de correos electrónicos a clientes o clientes potenciales puede aumentar las tasas de apertura, las tasas de clics y las conversiones. Sin embargo, a medida que aumenta la frecuencia de los correos electrónicos, los destinatarios pueden sentirse abrumados, darse de baja o ignorarlos, lo que reduce la participación y la eficacia de la campaña.

Redes sociales

En el marketing en redes sociales, la ley de los rendimientos decrecientes puede aplicarse a la frecuencia y la calidad de las publicaciones en redes sociales. Al principio, publicar con regularidad y ofrecer contenidos valiosos puede aumentar la participación, el alcance y la fidelidad a la marca. Sin embargo, a partir de cierto punto, publicar con demasiada frecuencia o proporcionar contenidos de baja calidad puede reducir la participación, el alcance e incluso el sentimiento negativo de los seguidores. Es importante encontrar un equilibrio y mantener la calidad de los contenidos en las redes sociales para evitar que disminuyan los beneficios.

Asignación del presupuesto de marketing

La ley de los rendimientos decrecientes también puede aplicarse a cómo se asignan los presupuestos de marketing entre los diferentes canales o tácticas. Al principio, la asignación de recursos a diferentes canales o tácticas de marketing puede dar lugar a rendimientos positivos, ya que se complementan entre sí y generan sinergias. Sin embargo, a partir de cierto punto, es posible que el aumento de la inversión en un canal o táctica concretos no produzca rendimientos proporcionales y que sea más eficaz asignar recursos a otros canales o tácticas que ofrezcan mayores rendimientos potenciales.

Para mitigar el impacto de la ley de los rendimientos decrecientes en el marketing, las empresas deben supervisar y medir cuidadosamente la eficacia de sus actividades de marketing, analizar periódicamente los datos y los resultados y tomar decisiones basadas en datos. Las pruebas y la experimentación también pueden ayudar a identificar el nivel óptimo de los esfuerzos de marketing que generan los mejores resultados sin encontrar rendimientos decrecientes.

La flexibilidad y la adaptabilidad de las estrategias de marketing, basadas en los cambios del comportamiento de los consumidores, las condiciones del mercado y los indicadores de rendimiento, pueden ayudar a las empresas a optimizar sus esfuerzos de marketing y maximizar el rendimiento de la inversión.

Referencias

Investopedia; Libro Handbook of marketing

Leer también: Estrategias de marketing innovador para aerolíneas; ¿Los gastos de publicidad y marketing son fijos o variables?; Ideas de marketing para clubes nocturnos

Ediciones: 2020-22-23

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