¿La leche es mala para el colesterol?

¿La leche es mala para el colesterol? Es muy probable haber escuchado a una persona hablar sobre su colesterol alto, o sobre sus niveles de colesterol, etc. Este compuesto es una sustancia que se encuentra en el plasma sanguíneo, la cual juega un papel muy importante en la salud cardíaca, por lo que es vital aprender a mantenerla en los valores más normales.

Le leche es mala para el colesterol
Le leche es mala para el colesterol

Como muchos sabrán, la alimentación es uno de los factores más influyentes sobre el colesterol. Aquellos alimentos que contienen grasas saturadas, como pueden ser huevos, carnes rojas, queso, mantequilla, pueden aumentar los niveles de colesterol progresivamente. La leche, en específico, también puede jugar un papel en lo que respecta al colesterol.

¿Tienes problemas con tus niveles de colesterol y no sabes si es prudente ingerir leche? En los próximos apartados, vamos a comprender cómo la leche incide sobre los niveles de colesterol en el organismo, y cuáles son las mejores alternativas que tenemos a nuestro alcance para, no dejar de tomar leche, pero tampoco, aumentar nuestros valores de manera dañina.

Colesterol HDL y Colesterol LDL

Antes de comenzar, es importante saber que existen dos tipos de colesterol en nuestro organismo. El primero, es el colesterol HDL al cual denominaremos el “colesterol saludable”, y el segundo, el colesterol LDL, es el “colesterol dañino”.

  1. Colesterol LDL: Es una molécula que termina por depositarse en la pared de las arterias, afectando la circulación y provocando, progresivamente, ateroesclerosis. La función de esta molécula se orienta a transportar colesterol a las células para emplearlas como síntesis de membranas.  
  2. Colesterol HDL: Es una pequeña sustancia, densa y además orgánica con un alto valor proteico, la cual se encarga de transportar colesterol a los tejidos del hígado. Su función es limpiar el colesterol LDL de las placas de depósito arterial, donde serán posteriormente trasladadas al hígado para ser eliminadas. 

Encontraremos que algunos alimentos aumentan los valores de colesterol HDL, y otros, el del colesterol LDL. La idea, con todo esto, es aprender a balancear correctamente estas dos variables a través de la alimentación y de actividad física inclusive. Aclarado este punto, es momento de trasladarnos a nuestro punto principal: la leche y el colesterol.

¿Cómo afecta la leche los niveles de colesterol?

La respuesta no es breve o tan sencilla como parece. Lo primero es saber que no existe evidencia del tipo científica que indique que la leche aumenta los niveles de colesterol. No obstante, lo más recomendable, sobre todo para las personas con niveles altos de colesterol, es ingerir leche descremada (también llamada desnatada), ya que esta presenta un menor índice de grasas lácteas, sustancias que aportan en grasas saturadas, aumentando así el colesterol malo.

Se trata, esencialmente, de una medida más preventiva que otra cosa, pues no existe relación clara entre los niveles de colesterol y el ingerir leche por los momentos. El lácteo, en tanto menos grasas posea, será mucho mejor, no solo para personas con el colesterol alto, sino para la población general, ya que siempre debemos trabajar en el balance de nuestro colesterol.

Tipos de leche según su índice de grasa

Existen tres tipos de leche según su índice de materia grasa. A saber, estas se categorizan de la siguiente manera:

  1. Entera: La cual contiene entre 3.5% y 4.0% de materia grasa.
  2. Semidescremada: Con un índice de 1.8% y 2.0% de materia grasa.
  3. Descremada: Con apenas 0.8% a 1.0% de materia grasa.

En términos concretos, estos son los valores que encontraremos en cada producto. Como se observa, estos índices no son tan elevados como para provocar sobre peso, ya que algunas personas creen que la leche puede ser factor en el aumento del peso corporal. Se debe a estos valores que se recomienda la leche descremada para personas con altos niveles de colesterol.  

Otros aportes de la leche a la salud

Hipótesis afirman que la leche también puede aportar grandes beneficios para personas con problemas de hipertensión. Sin embargo, al igual que en el caso del colesterol, esto no ha sido confirmado en la comunidad científica.

Si una persona necesita reducir el índice graso en su alimentación, deberá considerar la leche descremada, pues esto le permitirá controlar más su ingesta de grasa. En consecuencia, podrá observar una reducción de su nivel de grasa en el organismo. No obstante, esto no nos permite establecer una relación directa entre la leche y la hipertensión, pues solo se está descartando la materia grasa de lo que se ingiere.  

De forma global, se recomienda que las personas mayores a 9 años, tomen al menos tres porciones de leche al día. Si bien se conocen los grandes aportes a nivel de calcio que proporciona la leche, no existe una relación más certera del resto de aportes que el organismo necesita y el lácteo.  

Necesidades alimenticias individuales

Es un hecho que cada persona tiene sus propias necesidades nutricionales. No podemos comparar el caso de un niño de 5 años con el caso de un adolescente de 15. De esta forma, encontramos que cada historia presenta diferentes ambiciones en lo que respecta a su alimentación, razón por la que la ingesta debe obedecer, de manera primordial, a los requerimientos de cada paciente respectivamente.  

Finalmente, ¿la leche es mala para el colesterol?

La leche, como todo alimento que pueda contener altos índices grasos, puede aumentar de manera progresiva el valor del colesterol malo. Por esta razón, la mejor práctica será examinar los índices de materias grasas que se está consumiendo (en caso de tratarse de una dieta planificada), y, en función de los valores de colesterol diagnosticados, medir siempre lo que se va a comer o tomar.

Del mismo modo en el que una persona puede sustituir la leche entera por la leche descremada, podrá encontrar otros sustitutos como lo es el caso del arroz entero por el arroz integral. La clave nos lleva a, finalmente, saber manejar los alimentos que se consumen en función de sus niveles de materia grasa, y de esta forma, salvaguardar la salud misma a lo largo del tiempo.

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Referencias: Wikipedia

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