Juan de la Cosa-biografia-historia

Juan de la Cosa.(Santoña[1], España, h. 1449-¿?, 1510[2]) Cartógrafo y piloto español.
Curiosamente De las Casas le llamaba “el vizcaíno” (aunque en su tiempo a casi todos los pilotos del Cantábrico se les llamaba así), no hay mayores argumentos a favor de esta propuesta de sitio de nacimiento.

Estaba avecindado en el puerto de Santa María cuando Colón dispuso de su primer viaje al que ofreció contribuir con una carabela[3], yendo embarcado en ella como maestre[4], buque que perdió en un escollo, pero no por culpa suya, al parecer, pues fue indemnizado por los Reyes católicos, y si bien Colón lo reconvino por ello, en su segundo viaje (1493-94), lo llevó como cartógrafo.
Hizo un tercer viaje a América, esta vez como piloto de la expedición de Alonso de Ojeda (1499-1500), viaje en el que estaría acompañado de Américo Vespucio. En dicho recorrido reconocieron el litoral de Venezuela desde Paria hasta el cabo de la Vela, exploración que continuó al año siguiente reconociendo las costas de Tierra Firme y llegando hasta Nombre de Dios (estrecho de Panamá), en la flota mandada por Rodrigo Bastidas (y en la que también figuraba como primer piloto). Preso Bastidas, al que se acusó de haber hecho cambios de oro con los naturales, para lo que no estaba autorizado, regresó el arrojado piloto a España donde manifestó a la reina que cuatro buques portugueses habían sacado esclavos y productos del Litoral, comisionándole la soberana para que marchara a Lisboa (1503) y reclamara ante el rey por aquel hecho, y al propio tiempo le confió una flotilla y le nombró alguacil mayor de aquellos territorios, de los que presentó planos en la corte, si bien es cierto que por aquel entonces el nombramiento era nominal, puesto que el dominio no había sido aun establecido de hecho. El gobierno portugués, no solo se negó a atender a sus reclamaciones sino que lo encarceló, recobrando la libertad muy pronto., seguramente debido a las reclamaciones de España.

Trasladose inmediatamente a Segovia donde estaba la corte (octubre de 1503) y manifestó a Isabel de Castilla que no sólo los portugueses habían hecho el viaje citado, sino que habían mandado gente a lugares que no les pertenecían, entregándole varios planos hidrográficos.
En 1504 marchó con cuatro buques a vigilar las costas de Tierra Firme hasta el golfo de Urabá, misión que cumplió a cabalidad evitando las usurpaciones portuguesas y estudiando a fondo aquellos lugares, que debían ofrecer pingues recursos, ya que del 5º que correspondía a la corona entregó al tesorero 50.000 maravedises, recibiendo en recompensa de aquel servicio una pensión igual a dicha cantidad. Al regresar en 1507 a España se le encargó la vigilancia de las costas españolas desde San Vicente a Cádiz, con el encargo de apresar toda embarcación portuguesa que volviera de América, pero como aquel crucero no diera resultado, volvió a America, con dos carabelas en unión de Bastidas, recogiendo como fruto de aquel viaje 300.000 maravedises. Vuelto a la península (1508) obtuvo de doña Juana la Loca que le confirmara el nombramiento de alguacil mayor de Urabá con carácter hereditario.
En noviembre de 1509 armó un navío y dos bergantines[5] para realizar su séptimo viaje a América, en el que tocó primero en Santo Domingo, donde encontró a Ojeda que, nombrado capitán general de Nueva Andalucía, diputaba con Nicuesa acerca de los límites de sus respectivos gobiernos, y nombrado árbitro por ambos para decidir la cuestión, restableció la paz entre ellos fijando como límite el río Grande del Darién. Al año siguiente tuvo que sincerarse de las acusaciones de los portugueses que le echaban en cara el haber atravesado, según ellos la línea que les pertenecía. Propuso a Ojeda que fundasen la primera colonia de aquellas regiones y no molestara a una tribu de indígenas belicosos que ocupaban el lugar donde existe hoy Cartagena. Desoyendo tan prudente consejo, Ojeda les atacó y se internó hasta una ranchería, que los indios defendieron con gran denuedo, matando a varios españoles con sus flechas envenenadas, hasta rodear a Ojeda, a quien salvó Cosa a costa de su vida, pues murió en aquel combate.
Su muerte fue cumplidamente vengada. Ojeda con sus tropas y las de Nicuesa, destruyó los ranchos de la tribu y degolló a centenares de indígenas. En premio de los servicios prestados por Cosa, la viuda conservó la pensión que se le había señalado, y el rey, además le entregó la suma de 45.000 maravedises. Como cartógrafo fue una verdadera eminencia en su tiempo, y entre los mapas que se le deben figura en primer lugar la Carta de marear o Mapamundi, que hizo en 1500 y presentó a la reina doña Isabel, el cual fue el primer Mapamundi conocido, en el que figuran las partes conocidas de Europa, Asia, África y América, siendo además de un verdadero monumento geográfico una obra de arte gráfica, pues lo trazó en una hoja grande de pergamino ovalada y está artísticamente iluminado. El barón de Humboldt para demostrar la importancia de esta obra, que lleva la leyenda: Juan de la Cosa lo fizo en el Puerto de Santa María en el año 1500, recuerda que los mapas más antiguos de América, que no figuraban en las ediciones de Tolomeo ni en las cosmografías del siglo XVI, datan de 1527-29 y están en la biblioteca del Duque de Sajonia Weimar.[6]

[1] Santander, España. Según otros en Orduña (Vizcaya).
[2] Falleció en una lucha contra los indios en el litoral del golfo de Urabá, el 28 de Febrero.
[3] Carabela: Del port. o gall. caravela.
1. f. Antigua embarcación muy ligera, larga y angosta, con una sola cubierta, espolón a proa, popa llana, con tres palos y cofa solo en el mayor, entenas en los tres para velas latinas, y algunas vergas de cruz en el mayor y en el de proa. DRAE. Real Academia española 1992.
[4] El maestre era el segundo a bordo después del capitán en los asuntos económicos.
[5] Los bergantines eran buques de dos palos y vela cuadra o redonda.
[6] Enciclopedia Universal Ilustrada europeo americana. Espasa Calpe S.A. Madrid 1979

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Hernando de Talavera-historia-biografia

Hernando de Talavera. Monje jerónimo nacido en Talavera de la Reina (Toledo), probablemente en 1428 y muerto en Granada el 14 de Mayo de 1507.

Al parecer era hijo de padres conversos (cristianos nuevos), nobles de mediana fortuna. Desde pequeño se le inculcó devoción católica, aprendiendo gramática y latín precozmente.
Cursó en Salamanca arte y teología, graduándose a los veinticinco años de bachiller y a los treinta de licenciado.
En 1465 toma el hábito de la orden, ingresando al Convento de San Leonardo del Alba. No fue extraño que con el tiempo llegara a prior del Monasterio del Prado, gracias a su entrega y carisma. Era tanta su fama que Isabel la católica le eligió para su confesor.
Encomendóle la reina y también el rey Fernando, del cual igualmente fue confesor, algunos asuntos importantes, siendo no solamente el consejero espiritual, sino también un partícipe activo en los asuntos de Estado[1].
Los reyes agradecidos por la deferencia de fray Hernando de Talavera le propusieron para el obispado de Salamanca, cargo que rehuyó; no obstante quedando vacante el obispado de Ávila, decide aceptarlo. Luego de la Conquista de Granada será nombrado como su primer Arzobispo, en 1493, dedicándose de lleno a la labor de ganar a los moros para el catolicismo.
Respecto a su protagonismo en la gesta del Descubrimiento de América podemos relatar lo siguiente: Cristóbal Colón había adquirido de Fran Antonio de Marchena, prior del Convento de Santa María de la Rábida, en Palos, una carta para fray Hernando de Talavera, impetrando su amigable intercesión para con los reyes; pero fray Hernando miró el plan de Colón como extravagante e imposible. No obstante fue él, el encargado de juntar una asamblea de astrónomos, cosmógrafos y sabios para estudiar y juzgar el proyecto presentado por Colón, que al final juzgaron inviable.[2]
[1] Por ejemplo las paces con Portugal y el asunto de Juana la Beltraneja.
[2] Enciclopedia Universal Ilustrada europeo americana. Espasa Calpe S.A. Madrid 1979.

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