Abraham e Isaac-biografia-historia-biblia

Abraham e Isaac. Veamos un articulo que he dado en llamar Abraham e Isaac pues relata y coteja los últimos años de la vida del patriarca Abraham y la vida de su hijo Isaac, tomando como referente no solo los textos bíblicos y los targum, sino los relatos de otras civilizaciones vecinas.

Isaac

Isaac (Itzjac), el heredero de Abraham, tenía un nombre que según la Biblia vendría a significar «risa o uno que ríe», «Que Dios ría o sea benévolo»; lo difícil de digerir es que en 31:42 (RV 1960) se habla de «Temor[1] de Isaac»como nombre alternativo del Dios de Israel: ¿Temor de risa? ¿Temor de uno que ríe? Mejor aún ¿sería este el nombre real de este hijo de Abraham?

Adalides de la historia.

Mirando los versículos siguientes (31:53) deducimos que fue un gran guerrero cuya fama se extendió hasta Mesopotamia.

Es posible que el imaginario colectivo haya elaborado el personaje Isaac enlazando su épica con la del soberano egipcio Tuhmosis III[2], habidas cuentas que había sido hijo de una relación extramarital y de él se dice fue el Napoleón egipcio.

Gobernó las dos tierras por el año 1.469. La opresión que pudo haber sentido bajo la dirección de su tía regente Hatshepsut obtuvo su desquite mediante la profanación de todos los monumentos levantados durante el gobierno de ella y el borrado de su nombre de todos los lugares posibles.

Al menos esa es la versión oficial manejada por autores serios; detallando los datos obtenemos otras conclusiones fundamentalmente distintas: que efectivamente hubo profanación de nombres y martilleos desastrosos en monumentos ubicados en lugares poco accesibles, no así en los establecidos en lugares visibles.

Se mantuvo la alta burocracia nombrada por su antecesora, etc. Es más, su esposa portaba el nombre de la anterior reina: Meritre-Hatseput.

Debió realizar 17 campañas en veinte años en territorio Sirio y Palestino para detener el avance Mittnanni, re-establecer sus feudos en esas fronteras (y conquistar el imperio de los hurritas, sometiéndolos a tributo).

(Los príncipes cananeos, aliados temporalmente[3], se sentían fuertes y pretendían librarse del dominio egipcio; en Megiddo se enfrentaron por primera vez las tropas semitas y las egipcias obteniendo estas últimas una gran victoria; así mismo en Kadesh, luego de seis embates, en el año 1.457).

Egipto se ha transformado en potencia mundial y este imperialismo habría de reflejarse en el universalismo de su religión y su homogenización con las divinidades vecinas; el monoteísmo (obviamente con un poderoso dios egipcio-léase Amón- a semejanza del faraón, que reinara ya no solo en Egipto sino en toda la región) era una consecuencia indirecta de tales contactos culturales y políticos con los pueblos vecinos.

Estableció ciudades fortificadas y tomó como rehenes a los hijos de los gobernantes locales, presionando la fidelidad de sus padres. En dichas ciudades dejaba guarniciones entre 50 y 200 hombres.[4] Gaza se ganó el status de capital del gobierno egipcio en Canaán.

El heredero de la promesa

El entorno geográfico recurrente de su accionar orbita en torno a Berseba, como si etiológicamente su tradición se originara en estos sectores.

Al festejar el nacimiento de Isaac cuenta la tradición que Agar y su hijo se burlaban de él y fueron expulsados de la casa. Como complemento a este capítulo se cuenta de la alianza celebrada entre Abimelec (quien la propuso viendo la abundancia y lo acertado del juicio de su contraparte) y Abraham[5].

«Abraham después plantó un bosque o arboleda en Besabee, y allí invocó el nombre del Señor Dios eterno». (21:33 TE 2000)[6]. Bastante curioso, el patriarca, invocando a la divinidad oculta (o eterna, como deriva la transliteración) cual lo hacían los cananeos, en una arboleda.

En 21:34 dice que Abraham moró en la tierra de los filisteos muchos días, lo que no encaja es que los filisteos residieron en la región costera del Sur del Palestina por el siglo XII a.C., después de la muerte de Moisés, más de 500 años después de los hechos narrados (según la tradición).

Llegado al relato del sacrifico de Isaac (entregar a quien no es hijo natural de uno es menos difícil como acto de fe que hacerlo con el primogénito natural y real de uno)[7], vemos en 22:2 donde se cita «la tierra de Moria[8]» ( tierra de visión o de culto, según otras traducciones), que se asocia con el monte Moria donde Salomón edificó su templo y que según los exegetas corresponde al monte de Sión; 22:14, donde el sitio del sacrificio de Isaac se le llama «Jehová proveerá»[9] , la montaña del Señor, que parece aludir al templo de Jerusalén, que no será construido sino bajo Salomón (según la versión deuteronomista).[10]

Y por si fuera poco, muchos exegetas dirían que también fue el sitio del primer altar levantado por Adán, queriendo justificar la santidad del sitio.

Podemos encontrar paralelismos entre este sacrificio y el relato cadmonita (descendientes de Agenor, «Canaán») de Atamante y Frixo, a la vez que nos ayuda a solucionar cuestionamientos que nos podemos hacer sobre el patriarca, como por ejemplo, si la disputa entre Sara y Agar por sus respectivos hijos y derechos familiares tenía alguna relación con el sacrificio.

El rey beocio, Atamante, se casó con la reina Néfele y engendraron un hijo, Frixo. Pero no satisfecho con esto, por fuera de su relación conyugal (con su amante Ino) tuvo otro hijo, Melicertes. Enterada la esposa de esta aventura de su marido, maldijo a la amante y a su hijo; a su vez, Ino, provocó una situación de hambre en el territorio gobernado por Atamante y sobornó a una sacerdotisa de Apolo, para que dijera que solo sacrificando a Frixo en el monte Lafistio, regresaría la fertilidad a los campos (se acabaría la sequía).[11]

Estando a punto de consumarse el holocausto, Heracles (Hércules, quien casualmente pasaba por allí) le ordena al rey detenerse aduciendo que Zéus odia los sacrificios humanos.

Apareció entonces, como por arte de magia un hermoso carnero (de oro y alado para más señas) para llevarse a Frixo a otras tierras (lejos de su padre, a quien se culpa de la bromita) donde habría de prosperar. Ino y su hijo, tratando de escapar de la venganza de Atamante y su esposa se arrojaron al mar pero Zéus los rescató e hizo dioses. Atamante se enloqueció y fue desterrado.

Hasta el nombre de Frixo, «Horror», recuerda a Isaac.

¿O sea que Agar se vengaría de alguna recóndita manera de las humillaciones de Sara? ¿Qué nexos tendrían las hambrunas que enfrentó el patriarca cuando tuvo que bajar a Egipto o a refugiarse en Gerar, con Agar? ¿Guerras de arrasamiento por parte de su parentela egipcia?

En el capítulo 23 se narra la barahúnda de Abraham, cuando al bajar de la montaña de culto (según TgPsJ) se da cuenta del fallecimiento de Sara[12] (en Quiryat Arbá[13] – que es Hebrón, según BJ) y debe comprar un pedazo de tierra para darle sepultura.

En 23:15, se fija el precio de la cueva de Macpelá (o Kafelá)[14], donde será enterrada Sara[15], en 400 monedas de plata (Dios habla hoy, 1998)[16], y ya sabemos que era imposible la existencia de estas, en ese hipotético periodo de tiempo.

Dentro de la compra se incluyen la caverna, el campo y los árboles del campo y sus contornos.

Cuando se procede a casar a Isaac, se manda al sirviente más viejo[17], para que vaya hasta Aram Naharaím[18], la ciudad de Najor a encontrarle esposa, dentro de sus primas. Se habla que Abraham le hizo jurar que iría a conseguirle mujer entre la familia materna a Isaac.

La costumbre de su familia era que un marido abandonaba su hogar y se fuera a residir con los parientes de su esposa. Abraham prefirió buscarle esposa entre sus propios parientes (patrilocal), como para mantener el patrimonio familiar dentro de su propia familia.

En la mitología griega la primera que rompió la costumbre matrilocal de casamiento fue Penélope con Odisea, quien se la llevó a vivir a Ítaca. Lo curioso es la traducción del procedimiento del juramento.

Las versiones clásicas cotejadas opinan que fue poniendo la mano debajo del muslo. ¿En la rodilla? ¿En la cara interna del muslo? El término hebreo desde el que se traduce muslo, sería yarék; de una raíz que no se usa y significaría, ser suave; muslo (de la suavidad de su carne); por eufemismo, partes generativas; figurativamente, pierna, lomo, costado:-cadera, lado, lomo, muslo, pie, pierna.

¿En las partes generativas o miembro viril y/o testículos? TgPsJ opina que fue en el corte de la circuncisión. Si circuncidar era quitar el prepucio, la cicatriz quedaría en el algún sector del pene.

24:10 menciona el camello como animal de carga junto al asno, cuando por medio de las excavaciones arqueológicas sabemos que fue en el año mil que se masificó su uso como animal de carga y solo hasta el siglo VII era corriente su uso (en caravanas) en las tierras de Judea, en el intercambio comercial entablado con Arabia.

Estos dos apuntes nos hacen pensar, este protopersonaje que intenta justificar el origen del linaje israelita, ¿contemporáneo de David? ¿O es que la pericia documental de los escribas no les permitió describir al personaje Abraham más que con características correspondientes a la vida palestina en el siglo XI?

Rebeca

De la escogida, Rebeca[19] se decía que era de muy hermosa apariencia, virgen y a la que ningún varón había conocido en su lecho. (24:16. TgpsJ); ya había dado de beber al siervo de Abraham y había recibido de él un anillo de oro de medio siclo de peso, que colocó en la nariz de la joven, y un par de brazaletes de diez siclos de oro en sus brazos (24:22. BJ)[20].

Luego, Rebeca le ofreció posada en su casa paterna. Labán[21], su hermano, al ver las joyas recibidas y la crónica de su hermana, le dijo: «Ven, bendito de Yahveh. ¿Por qué te quedas parado fuera, si yo he desocupado la casa y he hecho sitio para los camellos?» (24:31. BJ)[22]

Le invitaron a comer pero se resistió hasta que hubo dado el mensaje.[23] Aceptado el dictamen divino de la unión entre los primos, el siervo pidió permiso para partir, a lo que la familia respondió: «Que se quede la chica con nosotros unos días, por ejemplo diez. Luego se irá. (24:55. BJ). TgPsJ dice: Que se quede con nosotros los días de un año o diez meses y que después se marche.

De todas formas el siervo intercedió y se marcharon sin dilaciones.[24] Al irse aproximando, venía Isaac de la casa de estudio del gran Sem en dirección al pozo donde se había revelado El que Existe por toda la Eternidad. Y él habitaba el país del sur. (24:62. TgN)[25]

Se casó Isaac a los 40 años con su prima Rebeca[26] (o Rivká) cuyo nombre alude a «atar», poco más o menos como si de su belleza quedaran prendados los hombres (la tomó primero y luego la amó, no sabían de novelas rosa) y se consoló por la muerte de su madre.[27]

En siguiente bloque se nos cuenta de la prolífica actividad sexual de Abraham con Cetura (o Quetura)[28], quien le dio seis hijos, entre ellos un tal Madián.

Esta confidencia propone que los hijos de Abraham en Cetura controlaban las rutas comerciales desde el desierto hasta Egipto.
Luego de contar esto nos dicen que falleció el patriarca a la cómoda edad de 175 años.

Prosigue la narración: «Después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a Isaac…» (25:11. N-C) En vida de Abraham, Isaac no destacaba del promedio; solo después de sus cuarenta años y completamente huérfano, las cosas empezaron a mejorar.

Su emplazamiento fue el pozo donde el Señor se le había aparecido a sus ancestros. Pero las dudas respecto a su padre biológico persistían de acuerdo con 25:19 (TgPsJ), solo que el parecido en las facciones a Abraham les hizo afirmar a los vecinos que era del linaje de este.

A Rebeca la belleza no le ayudó a que concibiera de su esposo sino hasta pasados veinte años; de ella le nacerán dos hijos gemelos que se disputarían la primogenitura, pero en tanto los dolores y molestias propias de un parto difícil (que ella ignoraba serían mellizos), persistían, Ella se dijo:

«Siendo así, ¿para qué vivir?» Y fue a consultar a Yahveh. (25:22. BJ). TgN y TgPsJ sugieren que la consulta la hizo en la casa de estudio del gran Sem, donde el Señor le revelaría la razón de ser de su difícil proceso de gestación: tendría dos hijos, donde el mayor serviría al menor. No así PRE, que propone que marcharon realmente fue al monte Moria (sitio donde fue atado Isaac).

Esaú

El mayor, Esaú (O Esav) o Seír, nombre hebreo de vello y otro nombre para Esaú[29]. Este llegaría a ser un cazador experto y consentido de Isaac, porque le gustaba cazar (25:28. BJ y N-C), porque comía de lo que él cazaba ( NVI, RV 1865, RV 2000, RV 60, RV 95, RVA y LXX²), o porque era adulador con él (TgPsJ).

Jacob

Después nació su hermano, agarrado del talón de Esaú. De ahí la procedencia de su nombre según el Génesis, Jacob.[30]La tradición consideraba que era asistente a la escuela de Sem y Éber, buscador de instrucción delante del Señor. (Cf. TgN y TgPsJ).[31]

Jacob, (Ya’aqob). “El que agarra el talón (esto es, el suplantador).” Es una forma abreviada de Ya’aqob-el, «Que Dios proteja». Por semejanza del sonido se confunde con Talón y suplantador.

Pero podría corresponder de mejor manera a Yah-chub, que significa «amado de Yah». Los nombres de Ya-chub y Yo-seph son casi sinónimos. Chub/chob es una contracción de la palabra chabab, que significa “ocultar (como guardar en el pecho), esto es, querer (con afecto), amar.”

El nombre bíblico de Yechubbah significa “oculto.” Otras palabras hebreas similares que contienen el elemento “seph” (tseph / tsaph) tienen significados de “cubrir, abrazar, coronar, del norte (oculto, ensombrecido, oscuro), inundación, observar, expansión.”

Pero el discurso no puede parar ahí; el hecho de tener gemelos disputándose la preeminencia en el vientre materno (25:19-28) nos remite al mito egipcio del nacimiento de Horus (Jacob) y de Seth (Esaú) quienes mucho antes en el tiempo compartieron esta condición de enfrentamiento.

La descripción física de Esaú, siendo de abundante vello rojo (tanto que cuando su hermano lo suplantó debió echarse encima una piel de cabra); los egipcios representaban a Seth como un asno de pelambre rojo y también para adelantarse a su hermano se abrió camino por el costado de su madre.

Ambos (el héroe mitológico egipcio y el hebreo) eran excelentes cazadores y solitarios. Sus padres varones (Osiris[32] e Isaac respectivamente) los preferían a ellos, no así sus madres (Isis y Rebeca); éstas complotan para hacer que sus favoritos roben la primogenitura. (Ver el Juicio de Horus niño y de Seth). Nos impugnamos: Si Dios tenía esos súper-planes, en términos de heredad, para Jacob, ¿por qué simplemente no dejó que naciera primero y asunto resuelto? [33]

Ahora bien, el engaño o negocio-aprovechando el hambre ajena- de las lentejas[34], cuando lo lógico fuera que entre hermanos compartieran, no es nada parecido a un modelo digno de imitar en el seno de una doctrina que se enorgullece de enseñar que no debemos desear la propiedad ajena, como la primogenitura.

El ilícito de suplantar a su hermano para recibir la bendición tampoco cabría en los términos morales de ejemplarización.

Según el capítulo 26, Isaac, mayor de 60 años, huyéndole al hambre, al igual que su padre resultó yendo a vivir a Guerar donde el longevo Abimelec, su padre, argumentando que Rebeca era también su hermana (como lo hiciera Abraham) temiendo por su vida. El rey le dio alojamiento enseguida de su alcázar y descubrió que en realidad Rebeca era su esposa.

Y dijo Abimelec: « ¿Qué nos has hecho esto? por poco no duerme alguien de mi linaje con ella y traes sobre nosotros una culpa». (26:10. LXX²). TgPsJ en cambio pone las siguientes palabras en Abimelec: Por poco hubiera podido yacer el rey, que es especial en el pueblo, con tu mujer y hubieras traído pecado sobre nosotros.

O Abimelec era un lascivo de dar y convidar y no tenía escrúpulos morales para tomar la mujer que le gustara (fuera ésta la mujer de otro, incluyendo la de su hijo) o algo huele a podrido en estos renglones. Luego, dicta un salvoconducto de protección para Isaac y su esposa, penando con la muerte a quien se acerque a ellos con intenciones morbosas.

A este patriarca le fue muy bien comercialmente en las tierras familiares y le pidieron, amablemente el favor que abandonara la región; luego, visto que los pozos se secaron y los árboles no produjeron frutos, Abimelec (quien maliciaba que había sido por haber despachado a Isaac. Cf. TgPsJ.), pidió una alianza semejante a la pactada con su padre Abraham.

  • [1] «Si no hubiera sido por el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, y por el Terror de Isaac…» NC-1983. BJ habla del padrino de Isaac, por si algún lector quiere añadir dudas y confusiones
  • [2] «el de bellas formas»
  • [3] La alianza incluía ciudades sirias y estaba encabezada por Kadesh; apoyadas por los Mitnanni, estas 119 ciudades se sentían fuertes.
  • [4] No entorpeció al función de los gobernantes sirios, se limitó a que reconocieran su superioridad y supremacía, pagasen elevados tributos. Las tropas en cantidades simbólicas, ayudaban a no olvidar esta soberanía. Fue tan acertada esta jugada política que en la correspondencia de Amarna se certifica la paz de los territorios y el conformismo de los principados sirio-palestinos con la situación planteada.
  • [5] Por medio de dicho trato, Abraham se compromete a no engañar a Abimelec ni a sus descendientes (entre ellos Isaac) y a favorecerlos, para pagar el favor de Abimelec con Abraham, de darles posada, comida, riquezas (y restituirle la mujer, después de haber yacido con ella). Lo anacrónico aquí es que los filisteos no habían llegado a Canaán; los patriarcas, pobremente, se codeaban con reyes (así lo fueran tan solo de ciudades) lo que es válido si ellos mismos lo fueran.
  • [6] Según RV 1960 y NC-1983: plantó fue un tamarisco e invocó el nombre de Elyón. TgN y TgPsJ se quedan con un huerto.
  • [7] La edad de Isaac según algunos era de 37 años, pero otros como Josefo sostienen que tenía 25.
  • [8] Moriah.
  • [9] Jehová-Jireh. El Señor ve y provee.
  • [10] La Septuaginta no habla de ningún Moria o Moirah, solamente habla de montes y sitios altos. Las traducciones pecan a veces de interpretativas (aplicando prejuicios o tradiciones). Respecto al nombre del sitio, puntualiza que se llamará el Señor ha visto. ¡Ay de las manipulaciones!
  • [11] Una versión alternativa menciona que la tía de Frixo (Biádice, una mujer casada por cierto) se enamoró del hermoso mancebo (Frixo), quien no le correspondía a sus lances amorosos, razón por la cual su tía lo acusó de querer violarla (¿No les recuerda la escenita atribuida a José?). Apolo ordena hacer un sacrificio propiciatorio, la del hijo de Atante.
  • [12] Según TgPsJ a raíz de la angustia y de la tristeza al saber por rumores de la consumación del sacrificio de Isaac.
  • [13] Término que significa «ciudad de los cuatro». ¿O se referirá a Arba, el sujeto mencionado en Josué 14:15 como el hombre más grande de los hijos de Anaq?
  • [14] Extraña compra, donde el hitita Efrén (Efrón) le obliga a comprarle no solo la cueva sino toda su propiedad, explicable gracias a las tablillas de Bogazköy, en la actual Turquía, que compendia legislación hitita: si alguien compra toda la propiedad del vendedor, queda obligado a prestarle servicios feudales. Aprovechándose de la situación decide no venderle únicamente la caverna sino toda la heredad.
  • [15] Y Abraham (Génesis 25:9-10), Isaac (Génesis 35:29), Rebeca, Lea y Jacob (Génesis 49:31, 50:13)
  • [16] Siclos según la RV 1995 y NC-1983 (lo mismo opinan los redactores de TgN y TgPsJ). Un siclo sería algo así como 11.4 gramos de plata. Era un precio en todo caso elevado, si tenemos en cuenta que Omrí, muchísimos años después, pagó por el territorio de lo que será la ciudad de Samaria, 2 talentos (6.000 siclos). 1 de Reyes 16:24.
  • [17] Quien alude, refiriéndose a Yahvé, como el dios de Abraham (no era necesariamente el dios del sirviente). Estos dioses tutelares o familiares, se llamaban distinto de acuerdo con las creencias del personaje.
  • [18] Aram de los dos ríos (ubicada en el curso superior de los ríos Tigris y Eufrates). O PADÁN Aram Como se le dice en 25:20.Las connotaciones de los arameos son contundentes, sabemos que a nivel histórico es hasta 1.080 a.C., cuando figuran como grupo diferenciado: al fallecer Tiglath-Pileser I, las tribus arameas y los montañeses de Zagros (pueblos oprimidos por los asirios) se levantan en rebelión y destruyen el imperio Asirio. También en Babilonia los arameos invaden su territorio; una de sus tribus, la Kaldu colonizó el golfo Pérsico, de ellos procede el nombre de Caldea con que griegos y hebreos conocieron a Babilonia.
  • [19] Hija de Betuel.
  • [20] Abraham quería impresionar a la nuera y a su familia
  • [21] En 29:5 figura como hijo de Najor.
  • [22] Podía referirse a desocupar la casa de huéspedes para comodidad del invitado. O podía referirse a vaciar la casa del culto idolátrico (según TgN)
  • [23] TgPsJ opina que le dieron un guiso envenenado y él se dio cuenta y no comió. Luego en 24:55 este guiso se lo comería Betuel, el padre de Rebeca y fallecería. Esta explicación justificaría hasta cierto punto, el que negociaran los arreglos del matrimonio, la esposa y el hijo de Betuel y no él mismo, como normalmente se haría.
  • [24] PRE (16:3) insinúa que el camino se acortó para evitar que el siervo se quedara a solas con Rebeca. También cuestiona al siervo haciéndolo sospechoso de violación, Jacob comprueba en el cuerpo de su prometida (insertando un dedo para comprobar su virginidad) que está intacta y luego sí procede a consumar su matrimonio. No olvidemos que la mujer caananita promedio tenía muchas experiencias sexuales antes del matrimonio.
  • [25] Otras versiones opinan que Isaac venía del pozo del viviente que-me-ve y que Isaac habitaba el Neguev.
  • [26] «La joven era muy hermosa, y virgen, que no había conocido varón…» 24:16 NC-1983. Ella ya usaba el velo, como diciendo: estoy comprometida (de acuerdo con lo explicitado anteriormente), no incurro en los errores de Sara y después vayan a pensar que estoy coqueteando. El moralismo de los censores prima en las líneas.
  • [27] Expresión paralela a la usada en la epopeya de Kirta:…la que fue para él un ‘vengador de la madre’. KTU 1.14-16.
  • [28] TgPsJ afirma que era Agar, quien todavía sostenía relaciones con él. El nombre Queturá (perfumada, ofrecer incienso) procede de la raiz qtr “atar”, “ligar”, de ahí la glosa que identifica a Queturá con Agar.
  • [29] Llamado Edom, el rojo, como lo fuera Ekidu en el poema de Gilgamés. H6215. Esáv; apar. una forma del part. pas. de 6213 en sentido orig. de manejar; áspero (i.e. sentido palpablemente).
  • [30] Su epopeya esta situada al final del Génesis y hace puente con la historia despueblo de Israel que comienza en Éxodo. En todo momento figura signado por la ambigüedad. La referencia más antigua en la profecía bíblica sobre este personaje la encontramos en Oseas 12:4-5, 13. Allí se alude al nacimiento de mellizos, una huida a Egipto y el servicio de Jacob como pastor.
  • [31] PRE (32:4) efectivamente lo considera un experto en la Ley.
  • [32] La salvedad radica que la sucesión se iba a hacer para reemplazar a Osiris
  • [33] En la mitología griega, Abante, rey de Argólide era un guerrero famoso casado con Aglaya, quien le dio mellizos por hijos: Preto y Acrisio a quien les ordenó gobernar alternadamente. Al concluir el periodo de gobierno de Acrisio, no quiso permitir que le sucediera su hermano Preto, quien había tomado a su sobrina dánae y había yacido con ella para disgusto mayor entre los hermanos. Preto se marchó a una corte extranjera, donde el rey de Licia (Yóbates) casándose con Estenebea (Antea), hija del soberano de Licia. En ese país armó un poderoso ejército para reclamar su derecho de sucesión. Después de una sangrienta batalla terminada en tablas, accedieron cogobernar de muy mala gana.
  • [34] Evento sucedido el día de la muerte de Abraham; el adolescente Jacob quiso consolar a su dolorido padre con un guiso o potaje (¿Cuáles lentejas? Ninguna de las nueve versiones de la Biblia consultadas dice lentejas.). Esaú había transgredido, en sus correrías un sinnúmero de postulados de moral (idolatría y otros) Génesis 25:29. TgPsJ. Mejor esta fabulación querría enseñarnos que un nómada no podía heredar la bendición prometida a Abraham, cosa que un sedentario como Jacob podría hacer mejor, teniendo más tiempo para el recogimiento y los deberes religiosos.

Ver también: Abraham y Tutmosis

Reina Isis, historia, biografia, quien fue, que hizo

Reina Isis.«El acceso a la tumba del faraón Tutmosis III en el Valle de los Reyes ofrece algunas dificultades; hay que subir una escalera metálica instalada por el Servicio de Antigüedades e introducirse a continuación en un estrecho pasillo que se interna en la roca.

Los que sufren de claustrofobia harán bien en renunciar; sin embargo, el esfuerzo obtiene su recompensa ya que, después de ese descenso, el visitante descubre dos salas, una de techo bajo con las paredes decoradas con figuras de divinidades, y otra más amplia, la llamada cámara de resurrección.

En sus paredes se encuentran textos y escenas del Am-Duat, «el libro de la estancia escondida», que revela las etapas de la resurrección del sol en los espacios nocturnos y de la transmutación del alma real en el más allá.

En uno de los pilares descubrimos una escena extraordinaria: una diosa, que sale de un árbol, da el pecho a Tutmosis III. El faraón, amamantado para la eternidad, conoce así una regeneración perpetua. El texto jeroglífico nos revela la identidad de esa diosa de inagotable generosidad: Isis.

Pero Isis es también el nombre de la madre terrestre de este rey, una madre cuyo rostro se ha conservado gracias a una estatua descubierta en el famoso escondrijo del templo de Karnak:[1] de mejillas llenas, serena y elegante, la madre real Isis luce un peinado de largas trenzas y un vestido de tirantes.

Aparece sentada con la palma de su mano derecha apoyada sobre su pierna, mientras la mano izquierda sostiene un cetro floral. Nada sabemos acerca de ella, salvo que su hijo la veneraba y que llevaba el nombre de la diosa más célebre del antiguo Egipto.

LA PASIÓN Y LA BÚSQUEDA DE ISIS

La gran Isis reinó en las Dos Tierras, el Alto y el Bajo Egipto, mucho antes del nacimiento de las dinastías. En compañía de su esposo Osiris gobernaba sabiamente y gozaba de una felicidad perfecta. Un día, Set, hermano de Osiris, invitó a éste a un banquete.

Se trataba de una emboscada, pues Set había decidido asesinar al rey para ocupar su lugar. Recurriendo a una original argucia, el asesino pidió a su hermano que se tendiera en un ataúd para comprobar si era del tamaño adecuado. Osiris aceptó imprudentemente. Set y sus acólitos cerraron el sarcófago y lo arrojaron al Nilo.

Conocemos los detalles de esta tragedia gracias a un texto de Plutarco, iniciado en los misterios de Isis y Osiris; las fuentes más antiguas se refieren únicamente a la trágica muerte del rey, cuyas desdichas continuaron, pues su cadáver fue despedazado. De este modo, Set creyó que había acabado para siempre con su hermano.

Isis, la viuda, se negó a aceptar la muerte de Osiris.
Sin embargo, ¿qué podía hacer, además de llorar a su martirizado esposo?

Su corazón alumbró un proyecto insensato: recuperar cada uno de los trozos del cadáver, reconstituirlo y, ayudándose de las fórmulas mágicas que conocía, devolverle la vida.

Isis inició entonces una búsqueda paciente y obstinada. ¡Y creyó que había conseguido su objetivo! Logró reunir todas las partes del cuerpo de Osiris excepto una, el sexo, que un pez se había tragado. A Isis sólo le quedaba renunciar.

Pero ella perseveró en su empeño: convocó a su hermana Neftis —cuyo nombre significa «la señora del templo»—, y organizó un velatorio.[2] «Soy tu hermana bienamada —pronunció ante el cadáver reconstituido de Osiris—, no te alejes de mí, ¡yo te invoco! ¿No oyes mi voz? ¡Voy hacia ti, ningún espacio debe separarme de ti!»

Durante horas, Isis y Neftis, que habían purificado y depilado por completo sus cuerpos, cubierto sus cabezas con pelucas rizadas y purificado la boca con natrón (carbonato de sodio), pronunciaron hechizos en el interior de una cámara funeraria inmersa en la oscuridad y perfumada con incienso.

Isis invocó a todos los templos y a todas las ciudades del país para que se uniesen a su dolor y contribuyesen a que regresara del más allá el alma de Osiris. La viuda tomó el cadáver en sus brazos, mientras su corazón latía de amor por él, y murmuró en su oído: «Tú que amas la luz, no vayas a buscar las tinieblas”.

Sin embargo, el cadáver permanecía inerte.
Entonces, Isis tomó la forma de un milano hembra y batió sus alas para devolver el aliento vital al difunto, y se posó en el lugar del desaparecido sexo de Osiris, al que hizo reaparecer mágicamente. «He interpretado el papel de un hombre —afirmó—, aunque soy una mujer”.

Las puertas de la muerte se abrieron ante ella, Isis traspasó el secreto esencial, la resurrección, y actuó como ninguna diosa lo había hecho hasta entonces. Ella, a la que también se llama «Venerable, surgida de la luz, de la pupila de Atum (el principio creador)», consiguió que regresara y que la fecundara el que parecía haber partido para siempre.

De este modo fue concebido su hijo Horus, nacido de la imposible unión de la vida y la muerte. Acontecimiento de gran importancia, ya que Horus, el niño nacido del misterio supremo, llamado a ocupar el trono de su padre, fue desde entonces monarca del más allá y del mundo subterráneo.
Set no se dio por vencido.

No quedaba otra solución que dar muerte a Horus. Consciente del peligro, Isis escondió a su hijo en la espesura de papiros del Delta, donde no escaseaban los peligros: enfermedades, serpientes, escorpiones, el asesino que merodeaba por el lugar…, pero Isis la maga consiguió poner al pequeño Horus a salvo de cualquier desgracia.

Set no admitió su fracaso. En vez de ceder, impugnó la legitimidad sobrenatural de Horus y provocó la reunión del tribunal de divinidades con objeto de que condenara al heredero de Osiris.

El tribunal tenía su sede en una isla, lo cual incitó a Set a actuar astutamente para que se tomara una decisión inicua: que el barquero se negase a transportar en su barca a ninguna mujer. De este modo, Isis no podría defender su causa.

Pero ¿cómo iba a renunciar la viuda después de haber sufrido tantas adversidades? Logró convencer al barquero entregándole un anillo de oro; se presentó ante el tribunal, derrotó la mala fe y los falsos argumentos y consiguió que Horus fuese aclamado como legítimo faraón.

Esposa perfecta, madre ejemplar… Isis se convirtió también en garante de la transmisión del poder real. ¿Acaso su nombre no significa «trono»? De ello se desprende que, según el pensamiento simbólico egipcio, el trono o, dicho de otro modo, la gran madre y reina Isis engendra al faraón.

MAGA Y SABIA

Isis es la mujer-serpiente[3] que se convierte en el uraeus, la cobra hembra erguida en la frente del rey para destruir a los enemigos de la luz: sólo una evolución desastrosa y el desconocimiento del símbolo original explican que la buena diosa-serpiente llegara a convertirse en el reptil tentador del Génesis, causante de la perdición de la primera pareja.

Contrariamente a esta creencia, Isis y Osiris afirman la vivencia de un conocimiento luminoso gracias al amor y más allá de la muerte.

Bajo la forma de la estrella Sotis, Isis anuncia y desencadena la crecida de las aguas del Nilo; sus lágrimas derramadas sobre el cuerpo de Osiris provocan la crecida del agua benéfica que al depositar el limo en las orillas del río asegura la prosperidad del país. ¿Y acaso no son las matas de papiros que emergen de las aguas los cabellos de Isis?

La magia cósmica de Isis procede de su facultad para penetrar los misterios del universo y, entre éstos, el del nombre secreto de Ra, encarnación de la luz divina.

El corazón de Isis era más hábil que el de los bienaventurados, y no había nada que ella ignorase del cielo y de la tierra… salvo el famoso nombre secreto de Ra, que éste nunca había confiado a nadie, ni siquiera a las otras divinidades. Isis decidió asaltar ese bastión.

Recogió un esputo de Ra, lo mezcló con tierra y moldeó una serpiente. Ocultó el mágico reptil en un matorral situado en el camino del dios; cuando éste pasó, el reptil le mordió, provocando ardores en el corazón de Ra, temblor en el cuerpo y el enfriamiento de sus miembros.

Aunque no se hallaba en peligro de muerte, el veneno le estaba infligiendo un penoso sufrimiento, y nadie conseguía curar al dios.

Intervino Isis. ¿Devolverle la salud? Sí, ella podía hacerlo… Pero a condición de que Ra le confiase su nombre secreto. El sol divino intentó engañarla dándole varios nombres sin descubrirle el auténtico. La intuitiva Isis no cayó en la trampa. Ra, agotado, se vio forzado a confesarle su verdadero nombre; Isis le curó… y guardó para siempre el secreto.

LOS LUGARES

Cada una de las partes del cuerpo de Osiris dio nacimiento a una provincia. Egipto entero quedó asimilado al esposo resucitado de Isis, que animó la totalidad del país, de modo que en todas partes se encontró en casa.

No obstante, al atravesar Egipto de norte a sur se descubren tres zonas especialmente ligadas a Isis: Behbeit al-Hagar, Dandara y File Behbeit al-Hagar, en el Delta, es un paraje desconocido para los turistas. Al llegar, después de dejar atrás un dédalo de callejuelas, se experimenta una fuerte decepción.

¿Qué queda del gran templo de Isis sino una montaña de enormes bloques de granito adornados con escenas rituales? Aquí se veneraba a Isis, pero su templo fue desmantelado y utilizado como cantera, sin ningún respeto por el carácter sagrado del sitio. Paseando entre las malas hierbas, ¿cómo no recordar la época en que allí se levantaba un colosal santuario dedicado a la señora del cielo?

En Dandara, en el Alto Egipto, está localizado simbólicamente el nacimiento de Isis. El santuario de la diosa Hator se conserva sólo parcialmente, aunque permanecen el templo cubierto y el mammisi (templo del nacimiento de Horus), al igual que un pequeño santuario donde, según los textos, la hermosa Isis, de piel rosada y negro cabello, vino al mundo.

Fue alumbrada por la diosa del cielo, mientras Amón, el principio escondido, y Shu, el aire luminoso, le concedían el aliento de vida.
En la frontera sur del antiguo Egipto se alza File, la isla-templo de Isis.

Aquí vivió la última comunidad iniciática egipcia, que fue aniquilada por cristianos fanáticos. Amenazados por la liberación de las aguas del «dique alto», la gran presa de Asuán, los templos de File fueron desmontados piedra a piedra y reconstruidos en un islote próximo.

La «perla de Egipto» pudo así ser salvada de las aguas. Una visita al lugar, aun por pocas horas, procura una experiencia inolvidable. Conforme a la voluntad de los egipcios, los ritos siguen celebrándose gracias a los jeroglíficos grabados en la piedra; la presencia de Isis es un hecho palpable y se pueden oír las palabras pronunciadas durante las ceremonias por las sacerdotisas de la gran diosa:

«Isis, creadora del universo, soberana del cielo y de las estrellas, señora de la vida, regente de las divinidades, maga de excelentes consejos, sol femenino que sella todas las cosas con su impronta; los hombres viven conforme a tu orden, nada se hace sin tu conformidad”.[4]

LA ETERNIDAD

Victoriosa sobre la muerte, Isis sobrevivió a la extinción de la civilización egipcia. En el mundo helenístico, hasta el siglo V d. J.C., tuvo un papel dominante: su culto se extendió por todos los países de la cuenca mediterránea e incluso más allá de esa frontera.

Se convirtió en la protectora de numerosas cofradías iniciáticas, más o menos hostiles al cristianismo, que la consideraban símbolo de la omnisciencia, depositaría del secreto de la vida y de la muerte, y capaz de asegurar la salvación de sus fieles.[5]

Pero Isis no exigía una simple devoción; para conocerla, sus adeptos debían respetar la ascesis; la creencia no era suficiente: había que ascender por la escalera del conocimiento y superar los distintos grados de los misterios.

Isis, encarnación del pasado, el presente y el futuro, madre celeste de amor infinito, fue durante mucho tiempo una temible competidora del cristianismo. Ni siquiera el dogma triunfante logró eliminar a la antigua diosa; en el hermetismo, que tuvo una gran presencia en la Edad Media, ella seguía siendo «la pupila del ojo del mundo», la mirada sin la cual no podría percibirse la verdadera realidad de la vida.

¿No se oculta Isis bajo los hábitos de la Virgen María? ¿No tomó ésta el nombre de «Nuestra Señora», a la que se han consagrado tantas iglesias y catedrales?

MODELO DE LA MUJER EGIPCIA

Una civilización se modela sobre un mito o un conjunto de mitos. Mientras que en el mundo judeocristiano la figura de Eva es cuando menos sospechosa, hecho que explica el innegable y dramático déficit espiritual de las mujeres modernas, regidas por este tipo de creencia, en el universo egipcio las cosas tenían otro cariz.

La mujer no era la fuente de ningún mal ni de una desnaturalización del conocimiento, sino todo lo contrario; era ella, a través de la grandiosa figura de Isis, quien había superado los peores obstáculos y descubierto el secreto de la resurrección.

Isis fue modelo de reinas, pero también de las esposas y madres, así como de las mujeres más humildes. A su fidelidad sumaba un valor indestructible ante la adversidad, una intuición fuera de lo común y la capacidad de penetrar el misterio. ¿Acaso no podemos afirmar que su búsqueda es un ejemplo para todas las mujeres que han intentado vivir la eternidad? »[6]

[1] Estatua conservada en el Museo de El Cairo: CG 42 072.
[2] Véase H. Junker, Die Stundenwachen in den Osirismysterium, Viena, 1910.
[3] Véase, por ejemplo, M.-O. Jentel, «De la “Bonne Dése” a la “Mauvaise Femme”: Quelques avatars du motif de la femme-serpent», en Échos du monde classique. Classical Views, Calgary 28, núm. 2, 1984, pp. 283-289.
[4] Véase L. V. Zabkar, Hymns to Isis in Her Temple at Philae, Hannover-Londres, 1988.
[5] Véase F. Junge, «Isis und die ägyptischen Mysterien», en Aspekte der spätägyptischen Religión, Wiesbaden, 1979, pp. 93-115.
[6] JACQ CHRISTIAN. LAS EGIPCIAS . Retratos de mujeres del Egipto faraónico. Traducción de MARÍA JOSÉ FURIÓ. © Editorial Planeta, S. A., 1997, Barcelona (España).

Ediciones 2011-18-21

Isis, diosa egipcia de la fertilidad

Isis, diosa de la maternidad y la fertilidad

Isis, diosa egipcia de la fertilidad. Isis era la antigua diosa egipcia de la fertilidad y también era conocida como la diosa de la maternidad, la magia, la muerte, la curación y el renacimiento. Isis fue la primera hija de Geb y Nut, que eran el dios de la tierra y la diosa del cielo. Isis era la hermana de Osiris, quien más tarde se convirtió en su esposo también. El hijo de Isis y Osiris era Horus.

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