Thomas Malthus, biografia, historia, pensamiento, aportes, quien fue

El reverendo Thomas Robert Malthus nació un 13-14 de febrero de 1776 en Surrey, Inglaterra; fallecería un 23 o 29 de diciembre de 1834 en Bath, Inglaterra.Fue un reconocido economista británico,demógrafo y pastor protestante, de los representantes de la economía clásica, estudioso de la dinámica de poblaciones perteneciente a la corriente del positivismo social utilitarista, considerado, junto con Adam Smith y David Ricardo(*), uno de los fundadores de la economía política clásica.

Era su padre el excéntrico miembro de la clase media alta inglesa, Daniel Malthus, amigo de Hume y fervoroso admirador de Rousseau.Era Thomas Maltus el sexto hijo de siete que tuvieron su padre y Henrietta, su madre.
Fue Thomas Malthus cuidadosamente preparado por profesores para ingresar en la universidad, bajo la dirección de un padre de espíritu filosófico (uno de aquellos profesores fue a parar a la cárcel por haber expresado el deseo que los revolucionarios franceses invadiesen y conquistasen Inglaterra). Malthus popularizó la teoría económica de la renta.
En todo caso Thomas Malthus dedicó su vida a investigaciones académicas (aunque profundamente ancladas en el mundo real), y fue el primer economista profesional, porque dio lecciones en Haileybury por la Compañía de las Indias Orientales para adiestrar a sus funcionarios jóvenes. A la larga, Malthus no tuvo una vida acomodada, solo fue un hombre de modestos ingresos que defendía a los ricos terratenientes.
A Malthus se le puede describir como físicamente alto y apuesto y de carácter bondadoso. Sus alumnos le llamaban «Pop» a sus espaldas. Tenía un defecto raro que le venía por herencia de un tatarabuelo suyo: el paladar hendido, lo que hacía difícil comprender sus palabras, sobre todo tratándose de la letra L.(Hay quien afirma que además sufría de labio leporino)
Su biógrafo James Bonar decía de Malthus que «fue el hombre más vilipendiado de su época…Malthus era el defensor de la viruela, de la esclavitud, del asesinato de niños…; un hombre que combatía el suministro de comidas de caridad a los pobres, los casamientos en edad temprana, los socorros parroquiales…; un hombre que había tenido la desvergüenza de casarse después de predicar en contra de los males de tener una familia.» el 12 de abril de 1804 se casaría Thomas Malthus con su prima Harriet, con quien engendraría tres hijos: Henry, Emily y Lucy.

Pero Thomas Malthus lo que invocaba era un “freno moral” para el mundo; si bien es cierto defendía alguna suerte de control poblacional que defendiera en últimas a las clases pobres, que las eximiera de una larga muerte tranquila en las calles. Luego Malthus, llegaba a esas conclusiones como fruto de una lógica implacable. No era cuestión de caridad sostener unos días más a un indigente, era física crueldad sino habían soluciones que le garantizasen su supervivencia en condiciones dignas. Si bien su punto de vista es importante, él, Malthus, no sabía presentar su argumentación de manera clara y contundente.
En su obra fundamental, publicada anónimamente, Ensayo sobre el principio de población y su influencia sobre la mejora del futuro de la sociedad[1] (1798, segunda edición revisada en 1803), se opuso al optimismo de William Godwin y a la creencia en un progreso indefinido. En dicha obra [2], Malthus expone su tesis demográfico-económica (en cierta forma, anticipada por Condorcet) según la cual, si no hay ningún obstáculo que lo impida, la población crece en una proporción geométrica, mientras que los recursos para su supervivencia sólo crecen en proporción aritmética [3]: «el poder de crecimiento de la población es infinitamente más elevado que el poder de la tierra para producir los medios de subsistencia necesarios para el hombre: en efecto, si no se frena la población, ésta aumenta en progresión geométrica, mientras que los recursos aumentan en progresión aritmética»[4]. Esta tesis de Malthus, según la cual si todos los individuos de una especie se reprodujeran con éxito crecería su población de manera exponencial, entrando en conflicto con sus medios de subsistencia, influyó decisivamente sobre Darwin, quien la aplicó al terreno de la evolución biológica mediante la concepción -ya anunciada por Spencer- de la lucha por la existencia, y mediante la elaboración de la teoría de la selección natural, motor de la teoría evolutiva.

El malthusianismo o doctrina de Malthus fue combatido por los pensadores socialistas del siglo XIX (Marx, Proudhon, Fourier…), que insistían más bien en considerar que las causas de la miseria se derivan de la organización social y del reparto de la riqueza propios de una sociedad profundamente injusta. No obstante, aunque las tesis de Malthus han sido criticadas por un uso poco riguroso de los datos estadísticos y por haber reducido el problema de la aparición de la pobreza a causas meramente demográficas sin haber considerado otros aspectos sociales relevantes, en la actualidad se ha desarrollado una revisión de sus tesis que han originado el neomalthusianismo.
Otras obras destacables son: Carta a Samuel Whitbread (1807); Investigación sobre la naturaleza y progreso de las rentas (1815); Principios de economía política, considerados desde el punto de vista de su aplicación práctica (1820) y Definiciones de economía política (1827).

[1] Libro de 50.000 palabras con el cual todas las risueñas esperanzas de un mundo armonioso quedaron destrozadas de un solo golpe. El Joven Malthus, en pocas hojas impresas, hacía caer de las nubes a los complacientes y complacidos intelectuales de la época, y en lugar del progreso les metía entre ojos un panorama desolador, áspero y escalofriante.

[2] «Si una persona se toma la molestia de hacer cálculos-escribía- verá que si fuese posible conseguir, sin limitación alguna, los alimentos necesarios para la vida, y si el número de personas se duplicase cada veinticinco años, la población que para el día de hoy podría haberse reproducido de una sola pareja humana, a partir de la Era cristiana, habría bastado no solo para llenar por completo de habitantes la tierra, a cuatro personas por vara cuadrada, sino incluso para llenar todos los planetas de nuestro sistema solar en esa misma proporción, y no sólo los de nuestro sistema solar…»
[3] O sea que los humanos crecen como los números 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256…mientras que los alimentos crecerían como 1,2,3,4,5,6,7,8,9. Pasados dos siglos la población se encontraría con respecto a los medios de subsistencia, en la proporción de 256 a 9; en 3 siglos la proporción sería de 4.96 a 13…
[4] Luego la mayor parte del género humano está expuesto a una u otra clase de miseria. Véase si no a los países del tercer mundo, los más afligidos con el hambre y la pobreza debido entre otras cosas a su superpoblación. Los países desarrollados bajo el peso de la industrialización aumentaron la producción de alimentos (aun a costa de manipulaciones genéticas nocivas a mediano plazo para sus consumidores), pero ha sido algo así como aplazar el hambre otra generación tan solo, pues hay que dotar de infraestructura básica sanitaria y educativa a esas personas, que en volumen son muchas, limitando el espacio, reduciéndolo.

(*)Con quien Thomas Malthus mantuvo una cálida amistad a pesar de discrepar en sus puntos de vista sobre la sociedad y la economía. Se conocieron en el año de 1809, después de haber publicado Ricardo una serie de magistrales cartas dirigidas al periódico “Mornign Chronicle” sobre el problema de los precios del oro en barras. James Mill y el propio Malthus quisieron conocer al autor de las cartas y desde entonces se estableció entre ellos una estrecha amistad y correspondencia.

Ediciones 2013-14-18