Judios y descubrimiento de America

Los judíos y el descubrimiento de América.

El punto de partida de esta secuencia de artículos sobre el descubrimiento de America es una bellísima novela histórica de Newton Frolich titulada (en inglés) 1492 o en español “El Mundo de Cristobal Colon 1492”, Ediciones Martínez Roca S.A., 1991, que recomiendo leer.

La península Ibérica fue refugio tradicional de la comunidad judía, tanto así que cuando Alfonso VII de Castilla (año 1.150 de la Era cristiana) se proclama “Emperador de las Españas” y “rey de las tres religiones”, convoca a rabinos y estudiosos de la Ley desde otras latitudes para asesorarse en su corte. Históricamente han sido prestamistas los judíos, bien sea por las circunstancias volátiles de su permanencia geográfica concreta o por las presiones de la Iglesia oficial. Tuvieron una existencia relativamente estable hasta el año de 1390, cuando fallece su último gran protector: Juan I de Castilla.
En el suplicio decisorio entre morir violentamente o ser expulsados, muchos judíos optaron por convertirse al cristianismo (al comienzo la mayoría, de labios para afuera) con tal de garantizar su supervivencia. A estos nuevos conversos se les llamaba “marranos”, así les decían los “cristianos viejos”.
Pues bien, los judíos siempre fueron hábiles cartógrafos y marineros; por ejemplo, en 1300, Jacob ben Machir ibn Tibon inventa el “cuadrante judaico” para medir la posición de las estrellas; en 1330 Levi Ben Gershon inventa la “báscula de Jacob”, un cuadrante que mide la separación angular entre dos cuerpos celestes; en 1475, Abraham Zacuto (consejero del rey para expediciones marítimas, de la Universidad de Salamanca) elabora las primera tablas astronómicas que dan la hora aproximada de aparición de planetas y estrellas.

Todo lo anterior, para decir que Cristobal Colon (Christopher Columbus), el ilustre navegante responsable directo del descubrimiento de América, se presumía era judío o “cristiano nuevo”. Todo parece indicar que su abuelo (un viejo tejedor judío) había emigrado de Castilla huyéndole a las persecuciones raciales que allí se habían desencadenado.
Pero también eran judíos o cristianos nuevos: Hernando de Talavera, confesor de la reina Isabel de Castilla ,prior del monasterio del Prado y luego arzobispo de Granada, cuya abuela era judía; Tomás de Torquemada, dominico prior del monasterio de Santa Cruz, encargado de dirigir la inquisición; don Luís de Santángel (principal financista de la corona española, receptor de las rentas eclesiásticas de Aragón y cuyo abuelo judío se había hecho cristiano nuevo) quien patrocinó económicamente la expedición de Colón, con 17.000 ducados y, don Isaac Abravanel quien había financiado las campañas anti-musulmanas de Isabel de Castilla. Pero también era biznieto de una judía el rey Fernando de Aragón. Una curiosidad de cierre: para los legos el que Cristóbal Colón partiera hacia el nuevo mundo un 3 de agosto no tiene nada de significativo, pero según estudiosos en la materia, el 2 era día de ayuno, el día de Av y no convenía trabajar. Bien sea el Almirante quien haya tenido injerencia en esto o sus hombres pero se respetó una costumbre muy judía por cierto.

Bibliografía
Attali Jacques. Los judios, el mundo y el dinero. Historia económica del pueblo judio. Fondo de Cultura Económica de Argentina, S.A. Buenos Aires, 2005, páginas 202-218.
Irving Washington. Colón el descubridor. Editorial Claridad S.A., Buenos Aires 1942.

Ediciones 2011-18

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