Karl Friedrich Bahrdt-historia-biografia

Karl Friedrich Bahrdt, 25 de agosto de 1741-23 de abril de 1792, teólogo y escritor alemán protestante, tal vez el teólogo alemán más leído después de Martín Lutero.

Nació Bahrdt en Bischofswerda, Lusacia, electorado de Sajonia, Alemania.Su padre era Johann Friedrich Bahrdt, un teólogo y superintendente en Leizig. Fue catedrático y lector de teología, estudios bíblicos, ética cristiana, lenguas clásicas y otros temas, en las universidades de Leipzig, Erfurt, Giessen y Halle.Muchas facetas de su vida estuvieron salpicadas por el escándalo, como cuando fruto de una relación con una tuvo un hijo natural.

Fue asi mismo Bahrdt, director de una escuela infantil en Marschslins (Suiza); estableció una suya propia en Heidesheim, mientras era superintendente eclesiástico en los dominios del Conde Carl Leiningen.
En sus últimos años, Bahrdt fue mesonero (dueño de una posada-taberna), cerca de Halle. Fallecería efectivamente en Nietleben, cerca de Halle el 23 de abril de 1792.

Si bien en sus comienzos fue un ortodoxo más, el aprendizaje y ejercicio de la filología, aplicada a los evangelios le hizo tener crecientes dudas sobre la veracidad histórica de los textos evangélicos y a su vez, le daban elementos para construir una religión natural. Redactó una paráfrasis de los cuatro evangelios, Neueste Offenbarungen Gottes (Riga, 1773-1774); una confesión de fe, Glaubensbekenntnis, veranlasst durch ein Kaiserliches Reichshofratsconclusum (1779) y, una vida ficticia de Jesús, Briefe über die Bibel im Volkston (Halle, 1782-1783) y Ausführung des Planes und Zweckes Jesu (Berlín, 1783-1785).

En todos estos libros transmitía sus ideas heterodoxas (y dudas) acerca del Evangelio y respecto a Jesús mismo. Por esa razón, sus detractores, para el año de 1778, lograron un decreto que lo constreñía al silencio y que obligaba a Bahrdt a retractarse de sus ideas. ¿Qué pensaba exactamente Bahrdt?, Sencillamente que lo que no resistiera la prueba de un examen racional minucioso, se debía descartar, luego Jesús era un producto de su tiempo y de su entorno. ¿Pero y de dónde había tomado sus elevadas lecciones de sabiduría? Bahrdt llegó a la conclusión de que Jesús podría haber educado su pensamiento leyendo a filósofos griegos que habrían llegado hasta sus manos por conducto de judíos helenizados. Y no falta quien extrapole y diga que Bahrdt se atrevió a decir que Jesús era un curandero-médico cuyos tratamientos los hacía pasar por milagros.

Ediciones 2011-18

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