Hernan Cortes-biografia-historia

[ad#ad-1]

Nació Hernán Cortés en la villa de Medellín[1], Extremadura, España, a finales de julio del año de 1485.
Conquistador español. Nacido en el seno de una familia hidalga, aunque de escasos medios económicos[2], a los catorce años fue enviado a estudiar leyes a la Universidad de Salamanca[3], ciudad que abandonó dos años más tarde, guiado por su afán de aventuras[4].
Era menester encontrarle oficio.
Tras varios intentos fallidos[5], por una parte, de embarcar para las Indias, y, por otra, de participar en las campañas de Gonzalo Fernández de Córdoba en Italia, en la primavera de 1504 zarpó hacia la isla de La Española, donde se instaló como plantador y funcionario colonial. Sirvió como soldado en la pacificación de algunas tierras allí en la isla, recibiendo como recompensa del gobernador Ovando algunos indios en encomienda y la escribanía del ayuntamiento de la villa de Azua (donde estaba establecido).[6]
Para el año de 1509[7] Diego de Nicuesa y Alonso de Hojeda (Alonso de Ojeda) organizaron una expedición a Tierra firme y el Darién y Cortés pretendía ir como soldado pero un tumor en el muslo derecho (y hasta la pantorrilla) se lo impidió.
En 1511 participó en la expedición de conquista de Cuba dirigida por el capitán Diego Velázquez, de quien recibió tierras y esclavos en la isla, en la que llegó a ser nombrado alcalde de Santiago de Baracoa. Allí crío vacas, ovejas y yeguas, así como también organizó la extracción de oro y obtuvo alguna fortuna.
Encarcelado por el gobernador, acusado de conspiración (año 1514)[8], y tras haberse reconciliado luego con él, en 1518 Velázquez le confió el mando de una expedición a la península del Yucatán.[9] Relevado al poco tiempo, en febrero de 1519 Cortés se hizo clandestinamente a la mar con una fuerza de 550 hombres, 11 barcos, 16 caballos y 14 cañones. El rumbo: Cozumel. Las instrucciones: tratar a los indios con prudencia y procure tranquilizar su belicosidad, que acapare todo el oro que más pueda y reúna la mayor cantidad de información sobre sus fundos y gentes. Son las instrucciones dadas para un viaje de exploración más no de conquista[10]. Por supuesto Cortés transgredió sus instrucciones y se dedicó a la conquista y doblamiento de la tierra.
Una vez en tierra, los españoles sometieron con facilidad a los mayas de la zona de Tabasco, quienes les ofrecieron ricos presentes y diversas mujeres[11], entre las que se encontraba Malinche[12], o doña Marina, futura amante, intérprete[13] y consejera del conquistador; éste fundó poco después la ciudad de Villarrica[14] de la Veracruz, donde se hizo investir capitán general, en un acto de clara insubordinación respecto al gobernador de Cuba.
En agosto, después de hundir su flota para evitar deserciones en sus escasos efectivos, Cortés decidió adentrarse en el Imperio Azteca y avanzar sobre la capital, Tenochtitlán (actual Ciudad de México), ayudado por los tlaxcaltecas[15], un pueblo enemigo de los aztecas. En noviembre, los españoles fueron acogidos pacíficamente en Tenochtitlán por el emperador Moctezuma[16] II, convencido de que Cortés era el dios Quetzalcóatl, pero ante el recelo de la población indígena, el conquistador tomó como rehén al soberano azteca y le obligó a reconocerse vasallo del rey de España.
Unos meses más tarde, en abril de 1520, Cortés tuvo que dejar la capital para salir al encuentro de la expedición enviada contra él por Velázquez, cuyos hombres pasaron a engrosar sus fuerzas tras ser derrotados[17]. De regreso en Tenochtitlán, tuvieron que hacer frente a una sublevación azteca –en el transcurso de la cual murió Moctezuma– y retirarse de la ciudad, acción en la que sufrieron numerosas bajas (la Noche Triste[18], 30 de junio-1 de julio), aunque a los pocos días lograron rehacerse y vencer a los indígenas en Otumba.
En agosto de 1521, al cabo de cuatro meses de asedio, Cortés reconquistó Tenochtitlán a pesar de la tenaz defensa que opuso el nuevo emperador Cuauhtémoc, y puso fin al Imperio Azteca. Al año siguiente, el conquistador extremeño fue nombrado gobernador y capitán general de Nueva España (México) por el soberano Carlos I, después de lo cual incorporó Honduras y Guatemala a la Corona española (1524-1526).[19]
Sin embargo, acusado de varios delitos por el Consejo de Indias[20], en 1528 hubo de volver a España[21] para defenderse ante el rey, quien, además de concederle el título de marqués del Valle de Oaxaca, lo confirmó en el cargo de capitán general, pero no en el de gobernador.

En 1529 se compromete con doña Juana Ramirez de Arellano de Zúñiga, un matrimonio de conveniencia, puesto que la señora era la sobrina del Duque de Béjar e hija del Conde de Aguilar.
De regreso en Nueva España, se estableció en Cuernavaca, desde donde exploró el área del golfo de California (1535). En 1540 se desplazó de nuevo a España para obtener más honores del monarca y participó en la expedición a Argel de 1541. Ante la indiferencia de la corte, decidió retornar a las Indias, pero enfermó y falleció, el 2 de diciembre de 1547, mientras se dirigía a Sevilla con el propósito de embarcar.[22]

[1] Un pueblo de pocos miles de habitantes situado en las márgenes del río Guadiana; una región fértil en mieses, vides y frutales, pero alejada de las rutas comerciales. Durante la época romana se llamó Metelium Caecilia.
[2] Su padre se llamaba Martín Cortés de Monroy y era originario de Salamanca, hijo a su vez de Hernán Rodríguez de Monroy, de donde provenía el nombre del nieto.
La madre de Cortés a su vez, se llamaba Catalina Pizarro Altamirano.
Fue Hernán Cortés Hijo único.
[3] En esta ciudad de Salamanca vivió en casa de Francisco Núñez de Valera, que enseñaba latín en la Universidad y estaba casado con Inés de Paz, medio hermana de su padre. (En los archivos de la Universidad de Salamanca no quedan datos del paso de Cortés por ella; no obstante en la actualidad erigieron un busto y una placa conmemorativa de Don Hernán).
[4] Otra posible explicación habría de ser una presunta enfermedad, poca voluntad para los estudios y/o escasez de recursos. “Bullicioso, altivo, travieso, amigo de armas”, así lo describe López de Gomara.
[5] Nicolás de Ovando, designado gobernador era su pariente. Parece ser que su principal aliciente fue el mucho oro que de allá se traía. Pero tuvo líos de faldas antes de partir y hubo de huir del sitio de embarque. Sus andanzas lo llevaron a Valladolid donde durante más de un año estuvo trabajando con un escribano de quien aprendió el oficio.
[6] Hasta el año de 1507, la isla Española o Santo Domingo fue el único país del Nuevo Mundo habitado por españoles. Habían allí disponibles gobierno, conventos, escuelas y sede episcopal; era además el foco desde el cual partían las expediciones de exploración y conquista. La frágil población indígena fue arrasada sin misericordia.
[7] El mismo año en que Diego, hijo de Cristóbal Colón fue nombrado como gobernador de la Española.
[8] Es en ese año o en 1515 cuando contrae matrimonio con Catalina Xuárez, una mujer que paso son arte ni parte por la vida del Conquistador, tanto que ni siquiera tuvo hijos con ella. Fue también por ese tiempo que engendra a Catalina Pizarro, en Leonor Pizarro, residente en la isla de Cuba. A esta niña habría de legitimar en 1529.
[9] Mucho se rumoraba de un vasto imperio llamado Colúa o Culúa, México.
La explicación dada al nombre Yucatán es bastante curiosa: Al preguntar los españoles a los aborígenes por el nombre de la tierra, ellos contestaban “Yucatán, Yucatán”, que en maya quiere decir “no entiendo, no entiendo”.
Un año antes la expedición de Francisco Hernández de Córdoba, guiada por Antón de Alaminos (había sido grumete de Colón), había descubierto la península del Yucatán y habían capturado dos indios, llamados Julianillo y Melchorejo, que harían las veces de intérpretes del maya.
[10] Una de sus cláusulas estipulaba que no debían tener “acceso ni coito carnal con ninguna mujer, fuera de nuestra Ley”. De ahí que los españoles se dieran a la tarea de bautizar a las nativas antes de ultrajarlas.
Otro ítem estipulaba que estaban prohibidos los juegos de naipes y dados.
[11] “para que moliesen pan”, es decir para que hagan tortillas.
[12] Maliani o Malintzin. Malinche fue un apodo, “como era de buen parecer, entrometida y desenvuelta”.
[13] El intérprete oficial, Geronimo de Aguilar sabía maya y traducía de este al español. El inconveniente fue cuando abordaron a los Mexicas que hablaban náhualt. Ahí entra la extrovertida Malinche, quien hablaba con fluidez el náhualt y el maya, para que luego Aguilar tradujese al español. Tendría en esa entonces, Malinche, unos quince años.
[14] O Villa Rica.
[15] Y por los totonacas, tributarios de Motecuhzoma. Como tributo a esta unión (y para que tuvieran generación) reciben los españoles ocho indias, “todas hijas de caciques, vestidas y enjoyadas ricamente”.
[16] Motecuhzoma.
[17] Hasta ese instante el gobernador Velásquez era quien había recibido autorización de la Corona (Capitulación de Zaragoza 1518) para conquistar y poblar en las mismas tierras en que Cortés se encontraba (Yucatán y Cozumel). Había pasado de rebelde a usurpador de funciones el Señor Cortés. Ahí entra a contar la pericia jurídica del señor Cortés para justificar sus actuaciones ante la corona. Esto le hizo enviar una comisión de procuradores a Castilla para que adelantara su defensa (que incluía presentes en oro, plata y piedras preciosas para el monarca). El rey Carlos los recibe en Tordesillas en Marzo de 1520. Los argumentos esgrimidos por cortés suscitan la codicia de los reyes, bajo la enseña de la propagación de la fe y su apoyo a la legislación vigente: el señor Velásquez tan solo se proponía “rescatar oro”,en tanto Cortés dice estar motivado por el servicio a la corona, para que los aborígenes conocieran la fe cristiana. Del mismo modo solo les hace la guerra a los aborígenes solo después de haberlos requerido tres veces ante escribano tratando de hacer las pases. Solo cuando rehúsan el vasallaje les hace la guerra. Al fundar las ciudades que fundó, nombra autoridades quienes a su vez le confieren la autoridad de Capitán general y justicia mayor (así como solicitan a los reyes lo ratifiquen)…
[18] “Los puentes estaban destruidos, sus pasos resguardados y ahondados los vados. Forzados por la situación desesperada y el creciente número de españoles muertos o mal heridos, Cortés decide la salida de la ciudad de México…” Las bajas españolas fueron muy numerosas y perdieron no solo la vida sino muchos tesoros que trataban de llevar en sus alforjas los hispanos.
[19] Es en 1522 (Año en que también fallece su legítima esposa, Catalina Xuárez, en territorio mexicano. No faltaron los chismorreos y la acusación en regla que posiblemente la muerte de esta señora había sido suscitada por Cortés) cuando Malinche le da un hijo varón a Cortés, a quien bautizan Martín, como su abuelo español. Luego, con el tiempo, Cortés la da en matrimonio a Juan Jaramillo. Doña Marina fallece en 1527 cuando contaba con unos 23 o 24 años, posiblemente por una de las pestes de viruela.
Sobre 1525 Hernán Cortés engendra a Luis Cortés-o Altamirano- en la española Antonia o Elvira Hermosillo, hijo que como los otros hijos naturales de Cortés también fue legitimado.
En 1527 engendra también a Leonor Cortés y Moctezuma, hija de Isabel Moctezuma (Teuichpo o Ichcaxóchitl –Flor de algodón-) y nieta de Moctezuma II. Y hubo muchos más hijos…
[20] “La hazaña de la conquista de México parecía ya remota. Estaba habituado a ser él quien mandaba y a tener éxito en sus empresas. Ahora eran otros los que gobernaban, con torpeza y codicia; y porque él había decidido ser fiel y obedecer a toda costa a su rey, tenía que soportarlo. Sus bienes habían sido saqueados y sus amigos maltratados y aun muertos por los oficiales durante su ausencia, había sido desposeído como gobernador y luego le quitarían sus cargos como capitán general y administrador de los indios; tenía sobre sí la amenaza del juicio de residencia aplazado, la impresión de sus Cartas de relación estaba prohibida, en Castilla había una nueva oleada de acusaciones contra él….”
[21] Ingresa por el puerto de Palos.
[22] MARTINEZ JOSÉ LUIS. Hernán Cortés. Versión abreviada. Fondo de cultura económica, México, segunda reimpresión 1995.

[ad#ad-1]

This post is also available in: Español