Freud y Moisés: estudio, ensayo, crítica; el enigma del monoteísmo (7)

Freud y Moisés recoge apuntes extraído de las lecturas hechas en los libros del ilustre psicoanalista opinando sobre la figura de Moisés.Como ya es costumbre, junto dos textos complementarios que había escrito previamente en la plataforma blogger.

Index

El método psicoanalítico

Para clarificar el método psicoanalítico , es necesario abordar sus fundamentos teóricos, técnicas y objetivos, basados en las fuentes proporcionadas:


1. Definición y componentes del método

El psicoanálisis se define como:

  • Método de investigación del inconsciente : Busca acceder a contenidos mentales reprimidos que influyen en el comportamiento
  • Conjunto de teorías sobre el funcionamiento mental : Explica procesos como la represión, la transferencia y el complejo de Edipo .
  • Técnica terapéutica : A través de la asociación libre, la interpretación y el análisis de la relación terapéutica, busca transformar los conflictos inconscientes

Componentes técnicos clave :

  1. Interpretación : Revelar significados ocultos en los sueños, síntomas o actos fallidos
  2. Análisis de la transferencia : Explorar las proyecciones emocionales del paciente hacia el analista, entendidas como repeticiones de patrones inconscientes .
  3. Neutralidad : El analista mantiene una postura no directiva para permitir que el paciente explore su mundo interno.

2. Base empírica y objetivos

  • Enfoque empírico : Aunque el psicoanálisis prioriza la subjetividad, su metodología permite modelar el objeto de estudio (ej.: el inconsciente) para su análisis sistemático
  • Objetivos terapéuticos : Comprender los mecanismos mentales detrás de los síntomas. Transformar la relación del paciente con sus conflictos mediante la toma de conciencia.

3. Características únicas

  • Distinción con otras terapias : Freud comparó el psicoanálisis con el arte, donde el paciente “revela” su inconsciente como un escultor moldea una figura.
  • Poder del inconsciente : Los procesos inconscientes (deseos, traumas) son la clave para entender comportamientos y síntomas.

4. Limitaciones y contraindicaciones

  • No es efectivo en casos de deformaciones graves del carácter o defensas paranoides, donde el paciente no tolera la introspección.
  • Requiere analizabilidad : La capacidad del paciente para comprometerse con un proceso prolongado de autoexploración.

Ejemplo de aplicación

“Un paciente con fobia social podría descubrir, mediante la interpretación de sus sueños y la transferencia, que su miedo a ser juzgado reproduce una dinámica familiar infantil de exigencia parental, nunca resuelta”

Freud y su contexto personal: La sombra del cáncer y el exilio

La escritura de Moisés y la religión monoteísta (1939) no fue un ejercicio académico frío, sino un acto de resistencia intelectual tejido entre el dolor físico, el exilio forzado y la confrontación con la muerte. Para entender esta obra, es esencial explorar el contexto íntimo de Freud en sus últimos años, marcado por dos fuerzas devastadoras: el avance del nazismo y un cáncer de mandíbula terminal.


El exilio: Huida de Viena y la persecución nazi

En marzo de 1938, tras la anexión de Austria por la Alemania nazi (Anschluss), la vida de Freud —judío, fundador del psicoanálisis y símbolo de la “decadencia intelectual” para el régimen— corrió peligro. Sus libros ya habían sido quemados en Berlín en 1933, y sus seguidores lo urgieron a escapar.

  • 1938: Escape a Londres: Con ayuda de su paciente y amiga Marie Bonaparte, Freud abandonó Viena el 4 de junio de 1938, tras pagar un “impuesto de huida” nazi de 4,000 dólares. Su biblioteca y colecciones arqueológicas fueron confiscadas.
  • Refugio en Maresfield Gardens: En Londres, instaló su consultorio y terminó Moisés y la religión monoteísta, un texto que escribió con la urgencia de quien sabe que el tiempo se agota.

El cáncer: Dolor, prótesis y escritura fragmentada

En 1923, Freud fue diagnosticado con cáncer de mandíbula, vinculado a su adicción a los puros. Para 1938, la enfermedad estaba en etapa terminal:

  • 33 cirugías y una prótesis: Le extirparon parte de la mandíbula y usó una prótesis de metal y caucho que llamaba “el monstruo”. Hablar y comer eran actos dolorosos.
  • Carta a Wilhelm Fliess (1936): “Cada palabra que escribo duele como un recordatorio de lo que ya no puedo ser”.
  • Estilo caótico: El texto de Moisés… es repetitivo y desestructurado, reflejo de su deterioro físico. Freud lo admitió: “No es mi mejor obra, pero es la última”.

La obsesión por Moisés: ¿Proyección de un legado en peligro?

Freud se identificó con Moisés, líder incomprendido y exiliado. En su ensayo, sugiere que Moisés fue asesinado por su pueblo, un acto que luego generó culpa y reforzó el monoteísmo. Esta tesis refleja sus propios temores:

  • Miedo al olvido: Freud temía que el psicoanálisis muriera con él, igual que el monoteísmo casi desapareció tras el éxodo.
  • Carta a Arnold Zweig (1934): “Moisés es mi doble: ambos cargamos con un pueblo ingrato”.
  • Parricidio simbólico: Al proponer que los judíos mataron a Moisés, Freud —padre del psicoanálisis— anticipaba su propio rechazo póstumo.

Tabla: Paralelos entre Freud y su Moisés

AspectoMoisés (según Freud)Freud en 1938
OrigenEgipcio, no hebreo.Judío vienese exiliado en Londres.
LiderazgoImpuso el monoteísmo.Impuso el psicoanálisis.
DestinoAsesinado por su pueblo.Temía que su legado fuera destruido por el nazismo.
LegadoCulpa colectiva y religión.Teorías revolucionarias y polémica eterna.

La muerte como telón de fondo

Freud terminó Moisés… en septiembre de 1938, pero retrasó su publicación por miedo a represalias contra familiares en Viena. Cuando finalmente se publicó, en 1939, él ya no podía hablar. Murió el 23 de septiembre de ese año, tras pedirle a su médico una dosis letal de morfina.

Última reflexión:
Moisés y la religión monoteísta es tanto un testamento intelectual como un grito contra la extinción. En sus páginas conviven el genio, la desesperación y la sombra de un hombre que, como Moisés, vio la Tierra Prometida pero no pudo entrar en ella.

Akhenatón y Moisés: El vínculo egipcio en la teoría freudiana

En su obra Moisés y la religión monoteísta (1939), Freud propuso una hipótesis controvertida: Moisés no era hebreo, sino un seguidor de la religión monoteísta del faraón egipcio Akhenatón , cuya reforma religiosa habría influido en el nacimiento del judaísmo. Este vínculo es clave para entender su interpretación psicoanalítica de la historia y la religión.


1. Akhenatón: La revolución monoteísta

  • Contexto histórico :
    Akhenatón (siglo XIV a.C.) impuso el culto a Atón , el disco solar, rechazando el politeísmo tradicional. Trasladó la capital a Amarna y promovió una teología centrada en un dios único y abstracto.
  • Fracaso y retorno al politeísmo :
    Tras su muerte, los sacerdotes de Amón restauraron los antiguos dioses, borrando su legado. Para Freud, esto simbolizaba la fragilidad de las revoluciones espirituales.

2. Freud: Moisés como seguidor de Atón

  • Tesis central :
    Freud argumentó que Moisés era un noble egipcio, partidario de Akhenatón, que adoptó a un grupo de hebreos y les impuso el culto a Atón. Tras un conflicto, los hebreos asesinaron a Moisés y reprimieron el trauma, fusionando su religión con creencias de otros pueblos (como los madianitas).
  • Paralelos psicoanalíticos :
    El asesinato de Moisés representaría un “padre primordial” (similar al mito de Totem y Tabú), generando una culpa colectiva que cristalizó en la ética judía.

3. El trauma y la represión en el judaísmo

  • Mecanismo psicológico :
    Freud aplicó el concepto de represión al nivel colectivo: el pueblo hebreo habría reprimido el crimen de Moisés, pero su legado persistió en forma de superyó (instancia moral), moldeando su identidad a través de la ley mosaica.
  • Sublimación :
    La prohibición de imágenes (Éxodo 20:4) y la elección divina de Israel reflejarían una sublimación del trauma, transformando la culpa en orgullo étnico.

4. Críticas y controversias

  • Falta de evidencia histórica :
    No hay registros extrabíblicos que vinculen a Moisés con Egipto, ni pruebas de contacto entre hebreos y seguidores de Atón.
  • Reducción psicologista :Críticos como Martin Buber acusaron a Freud de reducir la fe religiosa a un “delirio colectivo” .
  • Contexto personal :Freud, judío exiliado por el nazismo, proyectó su lucha por preservar la identidad en su reinterpretación de Moisés como símbolo de resistencia.

5. Legado de la teoría

  • Influencia en la crítica religiosa :
    La obra inspiró a pensadores como Jacques Derrida, quien analizó la relación entre violencia y monoteísmo.
  • Debate sobre la historicidad :Aunque rechazada por historiadores, la teoría sigue siendo un ejemplo de cómo el psicoanálisis puede aplicarse a mitos fundacionales.

La polémica del parricidio y el inconsciente colectivo

Uno de los aspectos más controvertidos de la obra Moisés y la religión monoteísta de Freud es su reinterpretación del parricidio primordial como un trauma fundacional del judaísmo, aplicando el concepto de inconsciente colectivo para explicar cómo este evento habría moldeado la identidad cultural y religiosa del pueblo hebreo. Aunque esta tesis fue revolucionaria, también generó intensas críticas por su audacia teórica y falta de evidencia histórica.


1. El parricidio primordial: Origen del trauma colectivo

  • Base teórica :
    Freud se inspiró en su obra anterior, Totem y tabú (1913), donde propuso que las primeras sociedades humanas estaban dominadas por un “padre primordial”, cuya autoridad despertaba odio y admiración en sus hijos. Eventualmente, estos hijos lo asesinaron, generando un trauma colectivo que se manifestó en prohibiciones (ej.: el tabú del incesto) y rituales religiosos.
  • Aplicación al caso de Moisés : En Moisés y la religión monoteísta , Freud sugirió que el pueblo hebreo había asesinado a Moisés, una figura paterna autoritaria que impuso el culto monoteísta. Este crimen quedó reprimido en el inconsciente colectivo, pero su huella persistió en la forma de culpa y leyes morales.

2. El inconsciente colectivo: Un mecanismo psicológico compartido

  • Definición :
    Freud adaptó el concepto de inconsciente colectivo para explicar cómo experiencias traumáticas pueden ser heredadas culturalmente, aunque no sean recordadas conscientemente. Esta idea anticipó conceptos similares desarrollados posteriormente por Carl Jung, aunque Freud la limitó a procesos psicológicos grupales basados en la represión.
  • Manifestaciones en el judaísmo :
  • Prohibición de imágenes : La ausencia de representaciones divinas en el judaísmo sería una sublimación del trauma del parricidio, reflejando una ambivalencia hacia la figura de Moisés.
  • Elección divina : El orgullo de ser el “pueblo elegido” funcionaría como una compensación inconsciente por el crimen cometido.

3. Críticas a la teoría freudiana

  • Falta de evidencia histórica :
    No existen registros históricos o arqueológicos que respalden la hipótesis del asesinato de Moisés. Historiadores como Jan Assmann han señalado que Freud extrapoló demasiado de fuentes fragmentarias.
  • Reducción psicologista : Teólogos y estudiosos judíos criticaron la interpretación de Freud por reducir la religión a un “delirio colectivo”. Martin Buber, por ejemplo, argumentó que Freud ignoraba la dimensión espiritual y ética del judaísmo.
  • Paralelos con el contexto político : Algunos críticos señalaron que Freud proyectó su propia experiencia de exilio y persecución nazi en su reinterpretación de Moisés, convirtiéndolo en un símbolo de resistencia frente a la barbarie.

4. Paralelismos con otros pensadores

  • René Girard :
    En su obra La violencia y lo sagrado (1972), Girard desarrolló una teoría similar sobre el papel del sacrificio y el chivo expiatorio en la formación de culturas. Aunque no citó directamente a Freud, su enfoque resuena con la idea del parricidio como origen de la moralidad.
  • Carl Jung : Jung amplió el concepto de inconsciente colectivo, vinculándolo a arquetipos universales. A diferencia de Freud, Jung enfatizó la dimensión simbólica y espiritual de los mitos religiosos.

5. Legado y reflexiones finales

  • Contribuciones al análisis cultural :
    La teoría de Freud sigue siendo relevante en debates sobre la relación entre trauma, memoria y cultura. Su enfoque psicoanalítico abrió nuevas vías para interpretar textos religiosos como expresiones de conflictos humanos universales.
  • Controversia duradera :A pesar de las críticas, la audacia de Freud al conectar el inconsciente individual con fenómenos colectivos aseguró su lugar en el diálogo interdisciplinario entre psicología, historia y filosofía.

Aquí tienes textos limpios y bien estructurados que puedes pegar directamente en tu post para mejorar la sección sobre “Método y fuentes de Freud”. Están escritos en un tono claro y académico, con referencias a las fuentes proporcionadas:


Método y fuentes de Freud

1. El método psicoanalítico: Fundamentos y técnicas

El método psicoanalítico desarrollado por Sigmund Freud se basa en tres pilares fundamentales: la investigación del inconsciente, el análisis de los conflictos mentales y la aplicación terapéutica. Según Freud, el inconsciente es el núcleo del funcionamiento psíquico, donde se albergan deseos reprimidos, traumas y pulsiones que influyen en el comportamiento consciente.

  • Interpretación de los sueños: Freud consideraba los sueños como “el camino real hacia el inconsciente”, ya que revelan deseos ocultos a través de símbolos y metáforas.
  • Asociación libre: Esta técnica permite al paciente expresar pensamientos sin censura, facilitando el acceso a contenidos reprimidos.
  • Transferencia y contratransferencia: Durante el análisis, el paciente proyecta emociones hacia el terapeuta, recreando dinámicas infantiles que pueden ser interpretadas para comprender conflictos internos.

Freud también destacó la importancia de la neutralidad analítica, donde el terapeuta actúa como un observador imparcial que guía al paciente en su autoexploración. Este enfoque busca transformar los conflictos inconscientes en conciencia, permitiendo una mayor libertad psicológica.


2. Fuentes utilizadas por Freud: Historia, arqueología y religión

En Moisés y la religión monoteísta, Freud combinó diversas fuentes para construir su tesis sobre el origen del judaísmo. Su método no se limitó al psicoanálisis, sino que incluyó elementos históricos, arqueológicos y filosóficos.

  • Historia bíblica: Freud reinterpretó los relatos bíblicos no como verdades literales, sino como mitos que reflejan procesos psicológicos colectivos. Por ejemplo, argumentó que el éxodo simboliza un trauma grupal relacionado con el asesinato de Moisés.
  • Arqueología egipcia: Inspirado por descubrimientos sobre el faraón Akhenatón, Freud vinculó la revolución monoteísta egipcia con el surgimiento del monoteísmo hebreo. Para él, el culto a Atón fue una influencia crucial en la religión mosaica.
  • Filosofía y crítica cultural: Freud aplicó conceptos del psicoanálisis a fenómenos sociales, como la culpa colectiva y la formación de identidades culturales. En este sentido, su obra anticipó debates contemporáneos sobre memoria, trauma y poder.

Sin embargo, sus fuentes han sido objeto de críticas. Algunos historiadores señalan que Freud extrapoló demasiado de registros fragmentarios, mientras que otros destacan su audacia al conectar disciplinas aparentemente dispares.


3. Limitaciones del método freudiano

A pesar de su innovación, el método de Freud presenta limitaciones importantes:

  • Falta de evidencia empírica: Aunque Freud buscó fundamentar sus teorías en datos históricos y psicológicos, muchas de sus conclusiones carecen de verificación científica.
  • Subjetividad del análisis: La interpretación psicoanalítica depende en gran medida de la perspectiva del analista, lo que puede llevar a sesgos o generalizaciones.
  • Contraindicaciones clínicas: Freud reconoció que el psicoanálisis no es adecuado para casos de deformaciones graves del carácter o defensas paranoides, donde el paciente no tolera la introspección.

4. Legado del método freudiano

Aunque controvertido, el método de Freud sigue siendo influyente en disciplinas como la psicología, la antropología y los estudios culturales. Su enfoque interdisciplinario demostró cómo el inconsciente individual puede conectarse con fenómenos colectivos, abriendo nuevas vías para entender la historia y la cultura.

Cita destacada:
“El psicoanálisis es más que una técnica terapéutica; es una herramienta para explorar los abismos de la mente humana y su reflejo en la sociedad.” — Sigmund Freud.


Recepción y controversias: Del escándalo a la reivindicación

La publicación de Moisés y la religión monoteísta en 1939 desató una tormenta de críticas, desde acusaciones de herejía hasta elogios por su audacia intelectual. Sin embargo, décadas después, la obra ha sido reinterpretada como un análisis pionero de la identidad cultural y el trauma histórico. Esta es la historia de su viaje desde el escándalo hasta la reivindicación.


1. El incendio inicial: Críticas y rechazo

  • Respuesta religiosa:
  • Rabino Abraham Yahuda, amigo de Freud, le rogó que no publicara el libro: “Está traicionando a su pueblo en su hora más oscura” (carta de 1938).
  • Líderes judíos lo acusaron de reforzar estereotipos antisemitas al sugerir que Moisés era egipcio.
  • Rechazo académico:
  • Historiadores como Salomon Reinach descalificaron su metodología: “Freud confunde mito con historia, sueños con realidad” (1939).
  • La Universidad Hebrea de Jerusalén retiró temporalmente sus obras de las bibliotecas.

2. Defensores inesperados y silencios incómodos

  • Thomas Mann: El escritor alemán defendió la obra en “Freud y el futuro” (1936), viendo en ella una “alegoría del exilio moderno”.
  • Sigmund Freud vs. Sigmund Freud:
  • En privado, Freud admitió dudas: “Sé que Moisés es mi delirio, pero ¿acaso el delirio no revela verdades?” (carta a Arnold Zweig, 1934).
  • Su círculo íntimo, incluida su hija Anna, evitó comentar públicamente el libro para proteger su legado.

3. Revalorización posguerra: De la herejía a la hermenéutica

Tras el Holocausto y la muerte de Freud, académicos comenzaron a leer la obra como una metáfora de la identidad judía en crisis:

  • Yosef Yerushalmi (El Moisés de Freud, 1991):
  • “Freud no negaba su judaísmo; lo redefinía como un legado de rebeldía intelectual”.
  • Edward Said (Freud y los no europeos, 2003):
  • Vio en la teoría de Freud una crítica al esencialismo cultural: “Moisés, el extranjero, encarna la hibridez que Europa teme”.
  • Jan Assmann (La distinción mosaica, 1997):
  • Aunque cuestionó sus errores históricos, reconoció su aporte: “Freud anticipó el debate sobre la memoria traumática colectiva”.

4. Controversias vigentes

  • ¿Apropiación cultural o análisis crítico?:
  • Críticos poscoloniales señalan que Freud “egipcianizó” a Moisés para europeizar el monoteísmo, ignorando raíces semíticas.
  • Psicoanálisis vs. Historia:
  • El historiador Israel Knohl afirma: “Freud usó la Biblia como un paciente en el diván, no como un documento histórico”.
  • Lo políticamente incorrecto:
  • En 2021, estudiantes de la Universidad de Columbia exigieron retirar el libro de un curso, alegando que “cosifica al pueblo judío”.

5. Tabla: Evolución de la recepción

DécadaTendenciaHito clave
1930sRechazo absolutoRabinos y académicos lo tachan de “traición”.
1960sSilencio incómodoOmitido en antologías del psicoanálisis.
1990sRelectura posmodernaYerushalmi y Said lo rescatan como texto político.
2020sDebate en redesViralización de memes: “Freud vs. Moisés: El duelo más épico”.

6. La obra en la cultura actual

  • Influencia en el arte:
  • La película “Freud: El último viaje” (2023) dramatiza su escritura durante el exilio.
  • La novela gráfica “Moisés en el diván” (2020) imagina sesiones de terapia entre Freud y el profeta.
  • Educación:
  • Universidades como Princeton ahora enseñan el libro en cursos de estudios culturales, no solo de psicoanálisis.

Cita final:
“Lo que en 1939 fue un escándalo, hoy es un espejo: Freud nos obliga a preguntar quién cuenta la historia, y por qué necesitamos creer en ella” — Jacqueline Rose, crítica cultural.


Recursos complementarios:

  • Documental: Freud’s Last Session (disponible en Amazon Prime), que explora sus diálogos imaginarios con C.S. Lewis sobre religión.
  • Artículo académico: “El Moisés de Freud y la identidad líquida” (Revista de Estudios Culturales, 2022).
  • Tweet viral: “Freud: 1, Moisés: 0. Fight me” (@PhilosophyMemes, 2023) — Ejemplo de su impacto en la cultura pop.

Esta sección no solo narra la historia de la recepción del libro, sino que muestra cómo las polémicas intelectuales reflejan los cambios sociales. Al vincular el pasado con debates actuales, el artículo invita a reflexionar sobre quién define la “verdad” histórica y cómo las ideas transgresoras ganan valor con el tiempo.

Contenido previo del post

Este ambivalismo de la epopeya mosaica, es recurrente (de proponer dos versiones de los hechos), tal vez obligándonos a derivar la existencia de dos fuentes antagónicas, una madianita y una propiamente hebrea; o tal vez a proponer la existencia de dos protagonistas con el celebérrimo nombre de Moisés .

Veamos las justificaciones a esta afirmación:Éxodo 6:26-27 (BJ), reconoce tácitamente la existencia de dos sujetos llamados Aarón y Moisés respectivamente:[1]Estos son, pues, aquel Aarón y aquel Moisés a quienes dijo Yahveh:

«Sacad a los israelitas de la tierra de Egipto en orden de campaña.»Cuando Moisés estaba en la montaña del pacto (sea cual sea su nombre real, Horeb o Sinaí) y tardaba en bajar, reunióse el pueblo contra Aarón; y dijéronle: «Alza, haznos dioses que vayan delante de nosotros; que este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, —no sabemos qué le haya acontecido». 32:1. LXX.[2] Se sigue insinuando la posibilidad de existencia de otro Moisés.

Así mismo, textos con más de 400 años de antigüedad sobre éstos del Pentateuco terminado, corroboran esta información:Oseas 12:13 (TE- 2000).

«Después El Señor por medio de un profeta sacó a Israel de Egipto, y por medio de otro profeta los salvó».

Claro que es prudente esclarecer que las otras versiones no son tan dicientes respecto a este versículo porque lo homologan al mismo profeta (y que del libro de Oseas no tenemos la total certeza que haya sido terminado en vida del profeta ni siquiera inmediatamente después).

Las dos facetas entonces de este adalid (o los dos sujetos con ese nombre) serían (de acuerdo con Freud)[3]:

En primera instancia, un Moisés atonista crédulo y ferviente quien viendo que en su país no funcionó la nueva forma de hacer política desde la religión monoteísta, decidió movilizar a los judíos y formar no solo una nueva religión sino una nueva nación, a la muerte de Akenatón (años después).

Este dirigente egipcio asesinado por el pueblo, al intolerar el exclusivismo asfixiante y tiránico de su líder; un cabecilla iracundo, colérico e impaciente.[4].

El referente sería la tradición que asocia a Moisés como precursor del Mesías y éste en un recuerdo distorsionado del asesinato de Moisés. Según Éxodo 7:1 (DHH)

«Entonces el Señor le dijo a Moisés: —Mira, voy a permitir que actúes en mi lugar ante el faraón, y que tu hermano Aarón hable por ti». Dice así mismo el pié de página, que literalmente traduce que hará de El (Moisés) un dios y a Aarón su profeta. TE- 2000 dice: «…Mira yo te he constituido en Dios del Faraón, y a Aarón tu hermano será profeta o intérprete tuyo.» Algo parecido cuenta la RV 60, BJ, NVI y La N-C.

Su familia y séquito se convertirían en los llamados levitas- y no al revés-, con funciones sacerdotales más no por ello sacerdotes, más bien como clase aparte, escogida, siendo una minoría culturalmente superior al resto.

En segunda instancia, un Moisés madianita (de la región de Qadesh (Massah y Maribah, quien vivió generaciones más tarde y fue el que transformó el concepto de Atón en Yahvé, un dios volcánico)[5], benigno y paciente. El argumento para esta afirmación, surge fundamentado en la introducción de distinciones dentro de la legislación férrea establecida.

Como concesiones y concertaciones de un sumo negociador. Véase Ezequiel capítulo 20 que habla de las declaraciones divinas respecto a que su ley no era buena (escudándose en la obstinación de su pueblo que rechazó en dos ocasiones la ley perfecta).

Además según Éxodo 18:10-12, existían afinidades religiosas entre el pueblo de Madián y el hebreo (es posible que hasta adoraran la misma divinidad y que la religión embrionaria de Israel surgiera de aquel pueblo).

Su epicentro ritual fue Cades[6] Barnea, ubicada en el desierto del Sinaí (o desierto de Sin, divinidad lunar), donde se presume se adoraba a una divinidad lunar así en el proceso de consolidación intrínseco a nivel religioso, haya adoptado premisas solares (cual era el caso de las potencias divinas supremas de los egipcios).

Los arqueólogos lo han identificado con un magnífico oasis: Ein el-Qudeirat, en el Sinaí oriental. Excavaciones en sus alrededores (zona geográfica próxima a la descrita en términos globales) indican que estaba vacío de población humana en el bronce final y solo hasta el siglo X se fundó el asentamiento israelita.

De este modo, no hay evidencia de un «rey de Arad, cananeo en Arad mismo.[7] La cronología histórica desmiente esta versión sublimada y religiosa puesta en el Pentateuco, salvedad hecha, que el Éxodo hubiera pasado en tiempos de David (año 1.000).

Seguimos creyendo que los ejes esenciales del cuento se podían haber manejado desde el año 800 a.C. en los Oráculos de los profetas Amós[8] (2:10; 3:1; 9:7)[9] y Oseas[10] (11:1: 13:4)[11], pero que no se pueden atribuir a una época concreta de la historia universal. Según Deuteronomio 1:46 permanecieron allí muchos días.

Volviendo al circuito cerrado del texto hebreo, hay evidencia literaria de una actividad judicial y legislativa allí: empecemos por el anterior nombre del sitio, Mispat o «fuente del juicio», según Génesis 14:7 (BJ). O con la bendición de Leví (y de Moisés se decía que era Levita) en Deuteronomio 33:8-11[12] que hilvana las funciones sacerdotales de enseñanza y emisión de juicio con Masá y Meriba (zona circundante a Cades).

[1] RV 95, RVA coinciden con esta versión.
[2] RVA, RV 95, RV 60, RV 2000, RV 1865, NVI, N-C, TE-2000, DHH y LBLA también coinciden en la idea.

[3] Tal vez apoyándose también en la oscura referencia de Eusebio, quien citando a Artán, historiador Judío del siglo III a.C., habla de la existencia de un primer Éxodo en la XIII Dinastía. La tradición supone que el otro remezón migratorio ocurrió en la Dinastía XVIII.

[4] Al escuchar estos adjetivos uno se cuestiona las descripciones hechas de la deidad incipiente de los primeros judíos: celoso, implacable y estricto. ¿Serían cualidades divinas o cualidades de la personalidad del líder Moisés, quien en principio fue quien los sacó de Egipto? Si Moisés fue erigido en dios para el Faraón, ¿porqué no serlo para su pueblo?

[5] En Egipto no habían volcanes ni tampoco en las montañas del Sinaí; existían en los límites con Arabia, en la famosa zona de Madián, donde ubicaríamos al hipotético monte Sinaí (cima de la serranía del monte Horeb, la «montaña de Elohim» como en Éxodo 18:5, o el monte Farán como Deuteronomio 33:2 o Habacub 3:3).

Se arguye que estos dos nombres hacen parte del ambivalismo de la narración sobre Moisés, como se supone que habrían existido dos personajes prototípicos, cada uno llamó a su manera el famosos monte de la revelación. Del mismo modo se explicaría el doble nombre del suegro de Moisés.

Era un dios (algunos conjeturan que un demonio) sangriento que rondaba en la noche y se ocultaba del día. Yahvé, en épocas tempranas se asociaba al grupo de las divinidades fecundadoras de la tormenta, el trueno y el rayo, como manifestaciones de supremo poder (Éxodo 19:16) (19:19), (1 de Reyes 19:11).

El fuego del señor cae sobre el holocausto de Elías (1 de Reyes 18:38). Tiene símiles primigenios en Enlil, Anu y Baal; pero el monoteísmo asociado a su nombre es rastreable y semejante al henoteísmo egipcio desde la escuela de Hermópolis, pasando por la teología Menfita y su culto al dios Ptah, la escuela teológica Heliopolitana, el mismo culto a Amón-Ra; qué no de decir de la adoración a Atón (primer monoteísmo de certeza histórica).

Su poder absoluto lo vuelve caprichoso, como cualquier mortal embriagado de dominio.

[6] «santuario» «desierto del fugitivo»También, una persona (casi) sagrada, devoto (masculino) (por prostitución) a la idolatría licenciosa.

[7] MAZAR Amihai,La Edad de hierro I, en AMNON Ben-Tor La Arqueología del Antiguo Israel, Ediciones Cristiandad, Madrid 2004, página 470. La Biblia menciona cómo el rey cananeo Arad atacó a Israel (Números 21:1-3). La arqueología ha descubierto que en este asentamiento (Tel Arad) hay restos de una gran ciudad del Bronce Antiguo (10 Has) pero no del Bronce final (1550-1150 a.C.), cuando el valle se hallaba abandonado y así todo el valle de Berseba. Para la Edad del hierro (periodo del rey David, Salomón, etc…) aparece un fuerte.

[8] Si el libro terminado coincide con la época de actividad profética de Amós, cosa que dudamos, porque según AUSEJO Serafín en su Diccionario de la Biblia (Barcelona Editorial Herder, octava edición, 1981, página 83) la edición definitiva fue elaborada (por amanuenses) después del destierro.

Puede querer decir entonces que sobre fragmentos o un cuerpo informe de apuntes atribuidos al profeta, se editó (corrigió y suprimió partes con las que no se estaban de acuerdo, así como se incluyeron otras notas que se creyeron completarían ideas) la edición legada a Occidente. ¿Quién nos garantiza que no son casualmente los detalles sobre Moisés y sobre la Ley, que eran los que se necesitaba justificar dentro de la estructura doctrinal, para que las generaciones posteriores al Pentateuco creyéramos pié juntillas todo su discurso?

[9] (BJ) «Y yo os hice subir a vosotros del país de Egipto y os llevé por el desierto cuarenta años, para que poseyeseis la tierra del amorreo.» « Escuchad esta palabra que dice Yahveh contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que yo hice subir del país de Egipto:» « ¿No sois vosotros para mí como hijos de kusitas, oh hijos de Israel? – oráculo de Yahveh – ¿No hice yo subir a Israel del país de Egipto, como a los filisteos de Kaftor y a los arameos de Quir?»

[10] Se sabe poco de la edición definitiva del texto; se supone, por lo dicho internamente en ese libro, como si el mismo profeta lo hubiera redactado en el tiempo que dice haber vivido: año 750 aproximadamente antes de la Era cristiana. Pero si la constante en los textos bíblicos es la redacción a varias manos (grupo de escribientes en épocas y latitudes disímiles), ¿por qué Oseas habría de ser la excepción? Creemos que tampoco se salvó del alud reformista impulsado por Josías, y que presumiblemente sobre material oral o fragmentos mínimos atribuidos al profeta, se ultimó el libro cual nos llegó a Occidente.

[11] (BJ) « Cuando Israel era niño, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo.» « Pero yo soy Yahveh, tu Dios, desde el país de Egipto. No conoces otro Dios fuera de mí, ni hay más salvador que yo.»

[12] Para Leví dijo: Dale a Leví tus Urim y tus Tummim al hombre de tu agrado, a quien probaste en Massá, con quien querellaste en las aguas de Meribá, el que dijo de su padre y de su madre: «No los he visto.» El que no reconoce a sus hermanos y a sus hijos ignora. Pues guardan tu palabra, y tu alianza observan. Ellos enseñan tus normas a Jacob y tu Ley a Israel; ofrecen incienso ante tu rostro, y perfecto sacrificio en tu altar. Bendice, Yahveh, su vigor, y acepta la obra de sus manos. Rompe los lomos a sus adversarios y a sus enemigos, que no se levanten.

Algunos apuntes extra: Freud y Moisés

El encuentro de Moisés con su suegro en Éxodo 18 en la región, da a entender que por imperfectas que fueren, ya había un cuerpo de leyes y que lo requerido era un procedimiento judicial más correcto y una pedagogía de la ley.

La breve historia sobre la curación de las aguas en Mará (Éxodo 15:23-26) menciona la promulgación de estatutos.[1] Esta clase de sucesos reafirma que respecto a la alianza mosaica habían dos tradiciones, una madianita-israelita radicada en Cades y la “oficial” (la que se impuso con posterioridad) radicada en el Sinaí.

Este dualismo fundamental continúa después en la forma de los nombres de Dios, Elohim y Yahvé, los dos reinos, el de Judá e Israel; y en la contravención significativa de la religión oficial y la profética.En el Antiguo Testamento, por fuera del llamado Tetrateuco (cuatro primeros libros del Antiguo Testamento), se cita el desierto del Sinaí sin comentario alguno como la estación número 15 de las 42 del recorrido.

¿Qué pasó con el don de la Ley? ¿Y con el rol de Moisés? El nombre Sinaí figura en los siguientes poemas, cuya datación no conocemos: Deuteronomio 33:2[2]; Jueces 5:5[3] y Salmos 68:9-18 (Ver también Deuteronomio 26:5-9, 6:21-24, Josué 24:2-13) pero también sin conexión a la Ley o a Moisés.

¿Conocían estas leyendas los autores preexílicos? Tal vez no pero los postexílicos sí. (Nehemías 9). Los profetas clásicos primitivos guardan absoluto silencio sobre los acontecimientos del Sinaí: Isaías 11:16[4]; Jeremías 32:21[5]; Oseas 11:1[6], 12:10[7] y 13:4[8]; Amós 2:10 (ya reseñado), 3:1[9], 9:7 (ya reseñado) y Miqueas 7:15.[10]

Estos mismos señores callan sobre el posible protagonismo de Moisés y sus hermanos en estos “lances”: Oseas 12:4 y Miqueas 6:4; sobre el tiempo en el desierto: Jeremías 2:2-6, Oseas 2:26 y 13:5; por último Amós 2:10. Del mismo modo siguen callados sobre la alianza de Yahvé con sus padres: Jeremías 7:22. 11:7, 31:32; 34:13; Ezequiel 20.

En ningún momento citan la proclamación de los mandamientos por parte de Moisés en el Sinaí.Otros relatos hablan de su periplo entre Egipto y Canaán estando ausente los mismos sustantivos mencionados. (Jueces 11-14-18) y donde se transmite la explosiva conclusión de que Cades era la meta del viaje, la base para la ocupación de Canaán (Números 12:16-14, 55; 32:8; Deuteronomio 9:23 y 14:6-7).

El líder israelita (si realmente se le podía endilgar tal ciudadanía) fue llamado dos veces a rescatar a Israel de la servidumbre, la primera vez en 3:1-17[11] y la segunda en 6:2-13. Es significativo asimismo traer a colación el parecido estructural y el vocabulario mismo entre la misión de Moisés y el llamado de Jeremías[12] (Jeremías 1:1-19): los dos se excusan de su torpeza para hablar y Dios promete estar con ellos y pondrá palabras en su boca.

Moisés se declara en propiedad «incircunciso de labios (o de lenguaje)» y entonces Aarón entró a ser su intérprete o intermediario (¿o sería que Moisés no entendía la lengua hebrea o si lo hacía tenía un acento pésimo y requería ayuda de alguien que hablara fluido?).En el desarrollo del personaje se siguen manejando cantidades prototipo como los tres meses que está oculto el niño, y las siete hijas del sacerdote madianita.

[1] Luego llegaron a Mará, porque era amarga. Por eso se llama aquel lugar Mará. El pueblo murmuró contra Moisés, diciendo: « ¿Qué vamos a beber?»Entonces Moisés invocó a Yahveh, y Yahveh le mostró un madero que Moisés echó al agua, y el agua se volvió dulce. Allí dio a Israel decretos y normas, y allí le puso a prueba. Y dijo: «Si de veras escuchas la voz de Yahveh, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, dando oídos a sus mandatos y guardando todos sus preceptos, no traeré sobre ti ninguna de las plagas que envié sobre los egipcios; porque yo soy Yahveh, el que te sana.»

[2] (BJ) Dijo: Ha venido Yahveh del Sinaí. Para ellos desde Seír se ha levantado, ha iluminado desde el monte Parán. Con él las miríadas de Cadés, Ley de fuego en su diestra para ellos.

[3] (RV1865) Los montes se derritieron delante de Jehová, este Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.

[4] (BJ)habrá un camino real para el resto de su pueblo que haya sobrevivido de Asur, como lo hubo para Israel, cuando subió del país de Egipto.

[5] (RV1865) Y sacaste tu pueblo Israel de tierra de Egipto con señales y portentos, y con mano fuerte, y brazo extendido, y con espanto grande.

[6] (BJ) Cuando Israel era niño, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo.

[7] (BJ) Yo soy Yahveh, tu Dios, desde el país de Egipto: aún te haré morar en tiendas como en los días del Encuentro.

[8] (BJ) Pero yo soy Yahveh, tu Dios, desde el país de Egipto. No conoces otro Dios fuera de mí, ni hay más salvador que yo.

[9] (RV1865) OID esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel: contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así.

[10] (RV1865) Yo le mostraré maravillas como el día que saliste de Egipto.
[11] (BJ)…Ahora, pues, ve; yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto.»
[12] Siendo considerado Moisés proto-profeta por excelencia, su misión sería presentada al estilo de un gran profeta pre-exilíco como lo fuera Jeremías.

Ver también: Moisés, esposas y teofanía

Comparación con otras teorías sobre Moisés

La figura de Moisés ha sido objeto de múltiples interpretaciones a lo largo de la historia, desde perspectivas religiosas tradicionales hasta enfoques históricos y revisionistas. La teoría freudiana, presentada en Moisés y la religión monoteísta, se distingue por su audacia psicoanalítica, pero también contrasta significativamente con otras interpretaciones. A continuación, se analizan las principales teorías sobre Moisés y sus diferencias con el enfoque de Freud.


1. Teología tradicional: Moisés como profeta hebreo

  • Visión general:
    En el judaísmo, el cristianismo y el islam, Moisés es considerado un profeta elegido por Dios para liberar al pueblo hebreo de la esclavitud egipcia y entregarles la Ley (los Diez Mandamientos). Esta narrativa se basa principalmente en los textos bíblicos, especialmente en el libro del Éxodo.
  • Contraste con Freud:
  • Origen étnico: La tradición religiosa sostiene que Moisés era hebreo, mientras que Freud propuso que era egipcio, un seguidor del faraón Akhenatón.
  • Interpretación moral: Para la teología tradicional, Moisés es un líder virtuoso y divinamente inspirado, mientras que Freud lo presenta como una figura autoritaria cuya muerte fue reprimida por el pueblo.

2. Perspectiva histórica: Moisés como figura legendaria o histórica

  • Hipótesis minimalista:
    Algunos historiadores, como Jan Assmann, argumentan que Moisés podría ser una figura legendaria cuyos relatos combinaron elementos históricos y mitológicos. Según esta visión, el éxodo tal como se describe en la Biblia carece de evidencia arqueológica, pero podría reflejar migraciones reales de grupos semitas en Egipto.
  • Contraste con Freud:
  • Evidencia histórica: Mientras que los historiadores buscan pruebas materiales para respaldar sus hipótesis, Freud priorizó el análisis psicológico y simbólico sobre el trauma colectivo.
  • Enfoque cultural: Assmann interpreta el monoteísmo mosaico como una ruptura cultural que marcó la transición del politeísmo al exclusivismo religioso, sin recurrir a explicaciones psicoanalíticas.

3. Teorías revisionistas: Moisés como figura política o literaria

  • Sigmund Mowinckel:
    Este estudioso noruego sugirió que Moisés fue un líder político y religioso que consolidó la identidad hebrea mediante rituales y narrativas compartidas. Según Mowinckel, el éxodo no necesariamente ocurrió como un evento histórico, sino como un mito fundacional que unificó al pueblo.
  • Contraste con Freud:
  • Rol de Moisés: Mientras que Mowinckel enfatiza el papel de Moisés como unificador cultural, Freud lo ve como una figura traumática cuya muerte generó culpa y represión.
  • Función del mito: Para Mowinckel, el mito del éxodo tiene un propósito social positivo, mientras que Freud lo interpreta como una manifestación de conflictos internos y ambivalencias hacia la autoridad.

4. Perspectiva psicológica moderna: Jung y el inconsciente colectivo

  • Carl Jung:
    Jung propuso que figuras como Moisés representan arquetipos universales presentes en el inconsciente colectivo humano. Desde esta perspectiva, Moisés no es solo un personaje histórico, sino un símbolo de la búsqueda espiritual y la transformación personal.
  • Contraste con Freud:
  • Dimensión espiritual: Jung enfatiza el aspecto trascendental y simbólico de Moisés, mientras que Freud reduce su importancia a un trauma psicológico colectivo.
  • Interpretación positiva: Para Jung, el mito de Moisés refleja el potencial humano para el crecimiento espiritual, mientras que Freud lo vincula al conflicto y la represión.

5. Paralelismos con René Girard: El sacrificio y el chivo expiatorio

  • René Girard:
    En su obra La violencia y lo sagrado (1972), Girard desarrolló una teoría sobre cómo las sociedades canalizan la violencia hacia figuras sacrificiales (“chivos expiatorios”) para restaurar el orden social. Moisés, según esta perspectiva, podría haber sido víctima de un proceso similar, donde su liderazgo despertó tanto admiración como resentimiento.
  • Paralelo con Freud:
  • Ambos autores coinciden en que Moisés fue una figura central cuya muerte tuvo un impacto duradero en la cultura hebrea. Sin embargo, mientras Freud lo interpreta como un “padre primordial” asesinado por su pueblo, Girard lo ve como un chivo expiatorio cuyo sacrificio sirvió para cohesionar al grupo.

6. Resumen comparativo: Diferencias clave entre las teorías

TeoríaOrigen de MoisésRol en la historiaEnfoque principal
Teología tradicionalHebreoProfeta y legislador divinoEspiritual y religioso
FreudEgipcioLíder autoritario asesinadoPsicoanalítico y traumático
Historia críticaFigura legendaria/históricaSímbolo de migración e identidadArqueológico y cultural
JungArquetipo universalSímbolo de transformación espiritualSimbólico y arquetípico
GirardChivo expiatorioVíctima sacrificial para el ordenSociológico y antropológico

7. Conclusión: La singularidad de Freud

Aunque la teoría de Freud sobre Moisés ha sido criticada por su falta de evidencia histórica y su reduccionismo psicologista, su enfoque sigue siendo único en su intento de conectar fenómenos individuales (trauma, represión) con procesos colectivos (identidad cultural, moralidad). Al reinterpretar el mito de Moisés como un trauma fundacional, Freud abrió un diálogo interdisciplinario que sigue resonando en debates contemporáneos sobre religión, historia y psicología [[8]].

Cita destacada:
“Freud no solo reinterpretó a Moisés; reinterpretó cómo entendemos la relación entre el pasado y el presente, lo individual y lo colectivo.” — Jacques Derrida [[1]].


Ediciones 2021-22-25

Angel Eulises Ortiz