Podemos plantear los riesgos en inversiones como un pirámide. En su base se encuentran aquellas catalogadas como menos riesgosas como pudieran ser:
Bonos del gobierno, papeles de deuda gubernamentales, mercados de dinero, cuentas bancarias,Certificados de Depósito a término, dinero en efectivo y papeles líquidos o equivalentes a efectivo. Es la parte más fuerte, el cimiento de toda estrategia de inversión; allí deben residir la mayor parte de nuestros activos.
En la mitad del cuerpo de dicha pirámide encontramos las que no son tan conservadoras y cuyo riesgo es mayor como por ejemplo: bienes raíces, fondos de inversión en renta variable, acciones de capitalización a corto o largo plazo, bonos o papeles de deuda de altos ingresos.
En lo alto de la pirámide se encuentran los coleccionables, futuros y opciones, es decir reservado para inversiones de alto riesgo; debe ser el área más pequeña de nuestra cartera de inversiones y debe consistir en dinero que nos podamos dar el lujo de perder sin mayores consecuencias.
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