¿Qué es arqueología?

¿Qué es arqueología? La arqueología es una ciencia que se encarga de estudiar el desarrollo de las sociedades desde sus inicios, para lo que recurre al análisis de los diferentes restos materiales ubicados en una variedad de zonas geográficas. Dicho análisis recae sobre artefactos, muestras de arte, objetos, herramientas y demás restos. 

Gracias a la arqueología, es posible conocer las características de sociedades antiguas, comprendiendo de qué manera concebían algunos elementos como sus deidades, sus formas de gobierno, grupos familiares, datos históricos, etc. En algunos países, la arqueología es considerada una parte de la antropología, mientras que en otros, una ciencia propia.

En cualquiera de los casos, sus estudios han generado grandes aportes a múltiples áreas, lo que ha derivado en una clasificación de la arqueología, siendo una disciplina de aplicación para múltiples categorías. A continuación, conoceremos los diferentes tipos de arqueología que existen, así como los objetos de estudio a los que se dedican respectivamente.

¿Qué es arqueología?
¿Qué es arqueología?

Bíblica

La arqueología bíblica es una rama de la arqueología especializada en la investigación de restos materiales y datos presentes en la Biblia, investigación que puede estar relacionada ya sea directa o indirectamente con cualquiera de los datos presentes en estos escritos. 

Gracias a la arqueología bíblica, ha sido posible corroborar una variedad importante de descubrimientos arqueológicos destacados en la Biblia. Estos descubrimientos datan del siglo XIX, siglo desde el cual se han realizado múltiples investigaciones con el fin de encontrar cada vez más información que permita corroborar los pasajes del libro sagrado.

Debido a la naturaleza de sus estudios, las investigaciones de la arqueología bíblica se concentran mayormente en el Oriente Próximo y en la denominada Tierra Santa, lugares en los que han sido descritos gran parte de los acontecimientos que se explican en la Biblia. 

En términos más específicos, muchos de estos espacios geográficos están constituidos por Jordania, la Tierra de Israel y Palestina. Sin embargo, algunos autores sugieren que existen otros espacios geográficos que deben ser valorados por la arqueología bíblica, partiendo, específicamente, de lo indicado en algunos pasajes de la Biblia. Estos espacios geográficos están generalmente referidos a Egipto, Roma, Asia Menor, Siria, entre otros. 

Pese a tratarse de una ciencia que se encarga de estudiar elementos de índole teológica, la arqueología emplea métodos de origen científico en lo que respecta a su cuerpo metodológico. Esto, con la finalidad de contrastar correctamente todos los datos recabados en sus investigaciones, generando información de valor científico. 

En consecuencia, múltiples descubrimientos han logrado corroborar una gran cantidad de datos presentes en los registros bíblicos. Muchas descripciones de la biblia que habían sido consideradas mito, habrían sido confirmadas a través de la arqueología, lo que ha permitido reafirmar la importancia de esta rama. 

No obstante, a pesar de que la arqueología bíblica es capaz de generar información con base científica, ello no ha dejado a un lado la polémica que gira sobre las diferentes interpretaciones que la biblia recibe. 

Dicho de otro modo, la arqueología bíblica ha coincidido con muchos datos presentes en la Biblia, mientras que los teólogos no han logrado precisar gran parte de lo que se quiere explicar en sus pasajes.

Histórica 

La arqueología histórica es una rama de la arqueología que se basa en el estudio de objetos, lugares y símbolos pertenecientes a una época en específico. Su objetivo es contextualizar y proporcionar información relevante sobre todos los restos encontrados en sus zonas de análisis. 

Sus objetos de estudio varían desde monumentos, pirámides, restos humanos, herramientas, escritos, estructuras, etc. 

Cuando se habla de arqueología histórica, muchos especialistas podrían estar refiriéndose al estudio de aquellos restos que datan desde el siglo XV y posterior, lo que recibe el nombre de arqueología posmedieval. No obstante, esto puede variar según el enfoque, lo que ha terminado por generar divergencias entre el objeto de estudio de esta rama.

De hecho, así como en el caso de la arqueología bíblica, donde muchos de los estudios han corroborado datos propios de los pasajes de la biblia, se han presentado escenarios en los que un hallazgo ha terminado por generar más controversia en lo relativo a una investigación en particular. 

El término de arqueología histórica es empleado, a su vez, para referir a una variedad de subáreas como lo pueden ser la arqueología medieval, la arqueología egiptología y otras más. Así mismo, el abordaje de los estudios de la arqueología histórica dependerá del área que se esté investigando.

Por ejemplo, cuando se trata de estudios en América, la mayoría de estos intentan cubrir cualquier dato que constituya el período desde el descubrimiento de América hasta la actualidad. 

Pese a esto, no debe confundirse con la arqueología prehistórica, la cual se encarga específicamente el estudio de restos del tipo prehistóricos, es decir, cuerpos cerámicos, óseos y líticos, los cuales tienen lugar en espacios generalmente europeos y peninsulares al respecto.

Procesual

La arqueología procesual no es propiamente una derivación de la arqueología tradicional, es un movimiento de intelectuales que habría iniciado en los años 60, caracterizándose como una escuela arqueológica basada en el libro “Method and Theory in American Archeology”, publicado en el año 1958 por Philip Phillips y Gordon Willey. 

La introducción de este cuerpo intelectual se realiza con el objetivo de darle un espacio al positivismo lógico como enfoque único para la investigación. El positivismo lógico es una filosofía que sugiere que el único conocimiento válido es aquel que puede basarse en información empírica, es decir, aquella obtenida a través de la observación.

Con ello, la arqueología procesual recibe el nombre de “nueva arqueología”, puesto que dicha filosofía nunca habría sido practicada en la arqueología. Su enfoque, hacer estudios histórico-culturales sin tener que verse afectada por nociones subjetivas, propias de los conceptos culturales.

Se rechaza la idea de la cultura como un conjunto de tradiciones y normas que un grupo de individuos habría establecido en conformidad con sus creencias y costumbres. Por el contrario, se planteaba como el resultado de la adaptación conductual que una sociedad presentaba ante los cambios del ambiente específicamente. 

Con esto, se pretendía dar una explicación más uniforme de los fenómenos culturales durante el estudio arqueológico de las sociedades, definiéndose como la adaptación de los individuos ante su medio. 

El término “procesual” se debe a que la tarea definida por la arqueología procesual es analizar, comprender y reconstruir los procesos culturales que conforman al ser humano en diferentes ambientes. Esto, en conjunto con el uso del método científico, obteniendo información empírica en sus estudios, y así, aportes de valor. 

Así mismo, apropiaron diferentes técnicas provenientes de la antropología cultural para poder reconstruir el pasado. Esto, en conjunto con el positivismo lógico, fueron los primeros pasos para elaborar sus propias pautas del tipo científico válidas para su área de estudio específicamente.

La arqueología procesual puede considerarse como uno de los modelos más modernos en lo que se refiere a la investigación de sociedades antiguas.

De hecho, 10 años después de su planteamiento en los años 60, esta recibe un impulso importante gracias a David. L. y Lewis Binford, lo que marcaría su expansión hacia Latinoamérica y Europa. El principal de sus enfoques, es el método hipotético-deductivo, con el fin de estudiar lo particular para explicar lo general a partir de una idea previa existente.

Forense

La arqueología forense es una rama de la arqueología que se encarga de estudiar una escena con la finalidad de analizar un crimen que ocurrió en el pasado. Su aplicación está orientada obtener una definición concreta del orden de los hechos, recabando toda la información relativa a los acontecimientos en cuestión.

Para ello, la arqueología forense hace uso de la metodología propia de la arqueología, basándose en un contexto legal, en el que se analizarán todos los objetos y/o rasgos de una escena, con la finalidad de elaborar hipótesis con respecto a los hechos que explican el crimen. 

Esto será posible a través de la reconstrucción de todas las acciones que hayan suscitado en la escena, lo que se realizará a través de la documentación, observación, y obtención de todos los restos de la misma.

Debido a que sus técnicas no distan en gran medida de la arqueología tradicional, la arqueología forense es definida con frecuencia como una adaptación de las técnicas de la arqueología a un contexto forense. Sin embargo, la definición obtenida dependerá estrictamente del autor consultado, dado que no existe una definición de la misma.

En países como México, la arqueología forense es considerada una rama de la criminalística, por lo que comparten una metodología similar. Su objetivo, respectivamente, es reconstruir la conducta de un criminal, logrando acceder a la evidencia que conforma una escena respectivamente. 

Así pues, la aplicación de la arqueología forense ocurre de manera conjunta con la antropología forense, ya que ambas aportan datos imprescindibles para la ya mencionada reconstrucción de una escena. De hecho, la aplicación individual de la arqueología forense puede considerarse un error de criterio en el estudio de una escena del crimen, al no contar con las debidas herramientas. 

Algunas de las competencias que requiere el arqueólogo forense se presentan de la siguiente manera:

  1. Recuperación de restos humanos con el uso de métodos de prevención sanitaria, controlando cualquier efecto contaminante o que vulnere los restos.
  2. Dominio de técnicas para realizar búsquedas en el subsuelo, como lo son cambios diferenciales en la vegetación, análisis de sedimentos y suelos, etc.
  3. Análisis de edafología forense.
  4. Conocimiento del tipo espacial, es decir, uso de brújulas, geoposicionadores, retículas, niveles, mapas, etc.
  5. Capacidad para diferenciar restos humanos de restos no humanos.
  6. Toma de muestras como sedimentos, botánica, restos humanos, etc.

Cada una de estas competencias dependerá del enfoque de la arqueología forense según se considere una rama de la criminalística, una derivación de la antropología forense, o simplemente una aplicación adaptada de la arqueología tradicional.

En ciencias sociales

En el contexto de las ciencias sociales, la arqueología ha destacado como una de las herramientas más importantes, precisamente, para el estudio de las sociedades antiguas, valorando, precisamente, los restos ya sea humanos o materiales que son descubiertos por arqueólogos en determinadas zonas.

Gracias a la arqueología, ha sido posible comprender y observar los cambios que se han producido en la sociedad a lo largo del tiempo, entendiendo cuáles eran las características de las primeras civilizaciones, y qué elementos y/o factores habrían permitido su evolución hasta lo que la sociedad es en la actualidad. 

Cuando se explica a la arqueología como una ciencia social, es imprescindible destacar que algunos teóricos esta pertenece realmente a las humanidades. En cualquiera de los casos, es indiscutible que la arqueología ha generado aportes importantes para ambas vertientes al respecto.

En lo que a las ciencias sociales respecta, la arqueología estudia la organización social y los cambios que ha experimentado en el desarrollo de las sociedades. Esto explica el interés en diferentes restos materiales que permiten contextualizar importantes aspectos como tradiciones, características, creencias, etc. 

Ello le permite analizar su punto de mayor interés: la definición de las secuencias cronológicas que forman parte de los períodos de una época. Es aquí donde es posible encontrar múltiples especialidades de la arqueología, la mayoría, basada en cada uno de los períodos y/o épocas en donde son reconstruidos diferentes fenómenos para explicar a cada sociedad. 

A través de estos estudios, la arqueología ha sido autora de múltiples hallazgos de gran importancia, los cuales van desde sociedades o grupos humanos con rasgos peculiares, hasta el descubrimiento de restos materiales completamente desconocidos, los cuales se mantienen en plena investigación. 

Ello le ha otorgado una responsabilidad importante a la arqueología como una ciencia social, ya que es el canal mediante el cual los países pueden acceder a su herencia arqueológica, considerada, en muchas naciones, como parte del patrimonio humano que todas deben reconocer y enaltecer como parte de su identidad. 

Finalmente, la arqueología, desde donde se le plantee, se presenta como una herramienta de gran valor útil para el análisis de aquellos escenarios que han quedado extintos en el tiempo, pero a su vez, lo suficientemente conservados como para ser reconstruidos, aproximándonos cada vez más a comprender nuestros orígenes como sociedad. 

Fuentes

  1. (2021). Archeology. Wikipedia. Recuperado de: https://en.wikipedia.org/wiki/Archaeology
  2. (S/F). What does a forensic archaeologist do?. Future Learn. Recuperado de: https://www.futurelearn.com/info/courses/forensic-archaeology-and-anthropology/0/steps/67860
  3. Jarus, O. (2019). Biblical Archaeology: The Study of Biblical Sites & Artifacts. Livescience. Recuperado de: https://www.livescience.com/64838-biblical-archaeology.html

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